por La Cigüeña de la Torre | 26 febrero, 2016
Hay que ver las cosas de las que se entera uno. «El hecho más doloroso de su vida». Pero que le pueda doler a otros eso le debe traer sin cuidado. http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2016/02/el-hecho-mas-doloroso-de-mi-vida.html?m=1 Hace unos días leí que alguien proponía anestesiar a las criaturas antes de abortarlas. Para que no sufrieran. Por lo menos parece que se va creando una mala conciencia. Pero la solución no es anestesiarlos sino no abortarlos.
Lágrimas de cocodrilo.Del dolor del feto no se acuerda este señor.Claro: es que un feto es un estorbo, un incordio y un coñazo que no piensa más que en nacer.¡Qué latazo de fetos y embriones, siempre fastidiando!
Coincido con adoretur, buen artículo. Bien escrito. Supongo que el autor escribirá otros parecidos con buena pluma.
Y está claro que no hay «conversión» o duda de lo que hago o propongo, sino lo experimento en mí. En términos pedagógicos: no hay educación auténtica, sino se experimentan consecuencias por los actos que uno realiza.
Por eso, entra entre las obras de caridad, enfrentarse al mal y al que obra el mal (vamos a salvar que su «conciencia» no está formada y que no puede formarla) es hoy más que nunca imprescindible para la coherencia católica.
Muy buen artículo. Bien escrito, bien argumentado. Enhorabuena.