4 comentarios en “Y un sacerdote suizo, que no es un mindundi, viene a coincidir, si bien con más acritud todavía, con Guadalix y Aberasturi”
Con todo respeto.
Esto se veía venir desde que el Papa cambió, hace varios años, Pastor Bonus por Predicare Evangelium, es decir le modificó la estructura de la Curia, transformándola en una corporación administrativa.
Comparen ambos textos y vean que han desaparecido por ejemplo los requerimientos anteriores Artículo 3 §4. Los dicasterios, a no ser que por su particular naturaleza o por una ley especial tengan otra estructura, están formados por el cardenal Prefecto o un arzobispo Presidente, por una asamblea de padres cardenales y de algunos obispos, con la ayuda del secretario. En ellos hay consultores y trabajan oficiales mayores, así como un adecuado número de otros oficiales. §2. De acuerdo con la naturaleza peculiar de algunos dicasterios, a la asamblea de los mismos pueden ser adscritos clérigos y otros fieles cristianos. §3. Pero, los miembros propiamente dichos de las Congregaciones son los cardenales y los obispos.
LLeva Bergoglio todo su pontificado dando patadas al derecho canónico. Curiosa mentalidad el que piensa que el derecho no es para él ni tan siquiera las normas litúrgicas.
Como olvidarse de Amores Laeticia donde un asterisco suyo aclarando la encíclica sea norma universal de la Iglesia cuando al consultarle sus pésimos obispos argentinos lesm dice que esa es la interpretación adecuada. Cuando le preguntan otros con otra interpretación les dice que sigan con lo suyo y así sucesivamente.
Comisiones, Comités, si se quiere que algo no funcione creas organismos que estudian, debaten y proponen pero que no gobiernan y en este caso pone uno contrapesando al otro. Es el peor dicasterio porque casi ninguna orden funciona porque si la Iglesia desde el Vaticano II cayó en picado las órdenes religiosas no digamos nada. Es tal su disolución de modo de vida con respecto al carisma fundacional que sólo han quedado para albergar a comunistas emboscados, enemigos de la Iglesia e incluso gente que no está en sus cabales y entre ellos una cantidad de vagos innumerable.
La disciplina brilla por su ausencia, el estudio, el rezo y se dedican a cualquier cosa menos a una vida religiosa. Las que dan fruto las intervienen por envidia, ya se nota que gobiernan jesuitas que han hundido a su orden y de paso a la Iglesia entera.
Si para colmos ponen al frente a un cardenal joven, religioso y parece que de lo poco que se salva pues con el tiempo se desprestigia y como la situación es complicada pues tira la toalla rápidamente.
Quisiera hacer una observación. Una de las condiciones para el buen gobierno es la prudencia natural y en este caso también sobrenatural. La prudencia se apoya en gran parte en la experiencia. Creo que a esta hermana no le falta. Toda la vida consagrada femenina de la iglesia estará bajo su responsabilidad. No se crea que es tan fácil conocer a las monjas como decía Santa Teresa. Espero sinceramente que sor Simona pueda solucionar tantas situaciones de escándalos, problemas, intervenciones, etc., y sea una madre compasiva que cure, anime y consuele a esta ilustre porción de la Iglesia, como la llamaba San Cipriano. Los religiosos y religiosas, ex religiosos y ex religiosas se lo van a agradecer.
Esto es «acojonarse» es decir, tener pánico a que personas, sean mujeres u hombres, trabajen dignamente y con calidad de formación y saberes en la Iglesia. Hay que abrirse a los nuevos aires en la Iglesia y ser más tolerantes, comprensivos y acogedores. Más formación y más altura de miras es lo que falta señores.
Con todo respeto.
Esto se veía venir desde que el Papa cambió, hace varios años, Pastor Bonus por Predicare Evangelium, es decir le modificó la estructura de la Curia, transformándola en una corporación administrativa.
Comparen ambos textos y vean que han desaparecido por ejemplo los requerimientos anteriores Artículo 3 §4. Los dicasterios, a no ser que por su particular naturaleza o por una ley especial tengan otra estructura, están formados por el cardenal Prefecto o un arzobispo Presidente, por una asamblea de padres cardenales y de algunos obispos, con la ayuda del secretario. En ellos hay consultores y trabajan oficiales mayores, así como un adecuado número de otros oficiales. §2. De acuerdo con la naturaleza peculiar de algunos dicasterios, a la asamblea de los mismos pueden ser adscritos clérigos y otros fieles cristianos. §3. Pero, los miembros propiamente dichos de las Congregaciones son los cardenales y los obispos.
También Predicare incorpora la «sinodialidad»…
LLeva Bergoglio todo su pontificado dando patadas al derecho canónico. Curiosa mentalidad el que piensa que el derecho no es para él ni tan siquiera las normas litúrgicas.
Como olvidarse de Amores Laeticia donde un asterisco suyo aclarando la encíclica sea norma universal de la Iglesia cuando al consultarle sus pésimos obispos argentinos lesm dice que esa es la interpretación adecuada. Cuando le preguntan otros con otra interpretación les dice que sigan con lo suyo y así sucesivamente.
Comisiones, Comités, si se quiere que algo no funcione creas organismos que estudian, debaten y proponen pero que no gobiernan y en este caso pone uno contrapesando al otro. Es el peor dicasterio porque casi ninguna orden funciona porque si la Iglesia desde el Vaticano II cayó en picado las órdenes religiosas no digamos nada. Es tal su disolución de modo de vida con respecto al carisma fundacional que sólo han quedado para albergar a comunistas emboscados, enemigos de la Iglesia e incluso gente que no está en sus cabales y entre ellos una cantidad de vagos innumerable.
La disciplina brilla por su ausencia, el estudio, el rezo y se dedican a cualquier cosa menos a una vida religiosa. Las que dan fruto las intervienen por envidia, ya se nota que gobiernan jesuitas que han hundido a su orden y de paso a la Iglesia entera.
Si para colmos ponen al frente a un cardenal joven, religioso y parece que de lo poco que se salva pues con el tiempo se desprestigia y como la situación es complicada pues tira la toalla rápidamente.
Quisiera hacer una observación. Una de las condiciones para el buen gobierno es la prudencia natural y en este caso también sobrenatural. La prudencia se apoya en gran parte en la experiencia. Creo que a esta hermana no le falta. Toda la vida consagrada femenina de la iglesia estará bajo su responsabilidad. No se crea que es tan fácil conocer a las monjas como decía Santa Teresa. Espero sinceramente que sor Simona pueda solucionar tantas situaciones de escándalos, problemas, intervenciones, etc., y sea una madre compasiva que cure, anime y consuele a esta ilustre porción de la Iglesia, como la llamaba San Cipriano. Los religiosos y religiosas, ex religiosos y ex religiosas se lo van a agradecer.
Esto es «acojonarse» es decir, tener pánico a que personas, sean mujeres u hombres, trabajen dignamente y con calidad de formación y saberes en la Iglesia. Hay que abrirse a los nuevos aires en la Iglesia y ser más tolerantes, comprensivos y acogedores. Más formación y más altura de miras es lo que falta señores.