Si son muy interesantes los enlaces que nos facilita acerca de como tratan las cuestiones eclesiales los medios italianos vale la pena leer la introducción que a los mismos hace en todas sus entradas. Llena de sentido común y eclesial.
Os traigo la última:
Veo también que el Papa insiste en la memez del proselitismo. ¿O es que un Papa no puede decir memeces? ¿Y más si se quiere revolucionario?
Y como lo suyo es la contradicción permanente a ver como se deshace de este silogismo, aunque también es posible que no tenga ni idea de lo que es un silogismo.
Los prosélitos son malísimos.
El Papa se esfuerza notablemente en hacer muchos prosélitos del francisquismo
Luego el Papa no es nada bueno.
Y como otra consecuencia, los prosélitos Kasperoso, Trucho, Orondo, Ricca, Vigasí, el Coco que no termina de caerse del alcornoque, la Paja, mental como poco, Scicluna sin duda alguna, la Espada Mellada, el Saxofonista, el Trío de la Bencina de los últimos cardenales yankys y demás patulea pues calificados quedan por el mismo Francisco.
¿O es que va a haber dos proselitismos? Uno repudiable que es el que procura hijos de Dios. Y otro maravilloso si lo que busca es prosélitos de Francisco.
Ojo a lo que dice Specola y que algunos ya habíamos apuntado: «Se incrementa, más si cabe, el problema por la crisis en la que han entrado los llamados nuevos movimientos, de la que nadie quiere hablar, y que hace pocos años se los miraba como única esperanza».
Bergoglio, ha elevado el disparate a rango de cátedra.
Ya está tardando en largarse.
¿Qué nivel de degradación católica habrán tenido esos cardenales que han elegido a ese otro cardenal como papa? Habrán tenido un poco de información sobre él antes de votarlo, no? ¡Nos han metido en buen lío ! A ver cómo arreglan esto, si lo quieren arreglar por supuesto. Algunos parecen muy satisfechos con el resultado.
bergoglio demuestra que es un hipócrita de tomo y lomo, ya que un lado dice que no hay que hacer proselitismo evangelizador pero por el otro lado, bergoglio mismo hace proselitismo descarado de su propia ideología bergogliana, la cual es una grotesca mezcla de peronismo izquierdoso y anticuado.