| 17 noviembre, 2021
Insisto: Braz de Anís y Chámame Pepe no pueden seguir ni un día más. La responsabilidad no es solo de esos dos inútiles sino también del que mantiene la inutilidad.
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Insisto: Braz de Anís y Chámame Pepe no pueden seguir ni un día más. La responsabilidad no es solo de esos dos inútiles sino también del que mantiene la inutilidad.
Hace tiempo lei que los conventos de clausura eran como pararrayos que nos protegían de los castigos que merecemos y de no ser por sus oraciones nos alcanzarían. Necesitamos muchísimas oraciones.
¿Y por qué habría de dimitir el dúo si es posible que haya sido puesto ahí para liquidar la vida contemplativa? Según decía ayer Specola: «A Carballo no le gusta el monaquismo contemplativo y predica que es una forma de vida desactualizada, incluso cuando una orden tiene vocaciones».
Dejar un Convento o Monasterio por falta de vocaciones es una cosa y otra muy distinta tener que dejar el Convento por el mal estado del edificio y tener que hacer necesario el realojo de las cinco monjas. Aquí si que hay responsabilidades de alguien.
De todos modos, una comunidad monástica como ésta, con sólo cinco religiosas y, supongo, de avanzada edad, tiene los días contados.