Wuerl ha caído

Diócesis de Lincoln – Retrato de una obra maestra: ¿Cuál es el secreto?
7 de junio de 2016 0

Celebración: el obispo Conley celebra en la catedral de Lincoln en el nuevo rito ad Orientem.
(Washington) El obispado de Lincoln en los Estados Unidos es una diócesis ejemplar. Cuál es el secreto ¿ Son el obispo y los sacerdotes «innovadores,» progresistas, que ganan puntos a través de «reformas» estructurales y adaptación al Zeitgeist -espíritu del tiempo? No, en absoluto. El secreto es: Buenos obispos, buenos sacerdotes y la fe de siempre. Los resultados son considerables.
La diócesis de Lincoln es una de las más pequeñas de los Estados Unidos. Se encuentra en el estado de Nebraska, que es casi tan grande como Alemania Occidental antes de la reunificación. El estado no tiene dos millones de habitantes. Limita al oeste con el Missouri. Su capital es Lincoln con unos 250.000 habitantes. El número de católicos es de 100.000, un 17 por ciento, muy por debajo del promedio de los EE. UU., Pero se ha más que duplicado en las últimas décadas. La proporción de católicos en el estado de Nebraska es, por otro lado, 28 por ciento más alta que el promedio nacional. Sin embargo, la vida de la comunidad católica de Lincoln es muy intensa y se caracteriza por una gran cohesión. En los últimos 30 años, el obispado experimentó una actividad apostólica muy fuerte y un crecimiento de la Iglesia católica en los Estados Unidos en relación con la población.
Crisis de vocaciones? No en Lincoln.
Según un estudio realizado por el Centro de Investigación Aplicada al Apostolado, de la Universidad de Georgetown, Lincoln es el único obispado de los Estados Unidos con un alto número de nuevos sacerdotes en relación con el número de creyentes, desde 1993, siempre entre los 20 primeros, en el total de las 197 diócesis de los Estados Unidos.
Por ejemplo, en los tres años 2010-2012, 22 nuevos sacerdotes fueron ordenados para la diócesis de Lincoln. En comparación, 34 nuevos sacerdotes fueron ordenados para el Arzobispado de Los Ángeles de muchísima más población católica, en el mismo período. En 2016 ordenó 17 nuevos sacerdotes para los próximos dos años. En mayo, el obispo Conley ordenó cuatro nuevos sacerdotes para Lincoln. Esto explica por qué Lincoln tiene una media de clero muy joven.
Entre los cuatro cuatro nuevos sacerdotes tienen 17 hermanos. Las familias numerosas son una característica esencial de una comunidad católica vibrante y con vocaciones sacerdotales.
En 2013, la diócesis contaba con 158 sacerdotes diocesanos y once religiosos en 134 parroquias. Cada sacerdote tiene 650 católicos, en comparación con los 224 de 1950. En ese momento, la proporción de católicos era de tan sólo el siete por ciento. La diócesis tiene 27 escuelas primarias, seis escuelas secundarias. La mayoría de los seminaristas provienen de los graduados de las escuelas católicas.
Actualmente, en la diócesis de Lincoln, que tiene sólo 100,000 católicos, 40 seminaristas se están preparando para ser ordenados.

Recientemente, Brian Williams trató de desentrañar el misterio de por qué Lincoln se destaca en relación con otras diócesis. El ex agnóstico y luterano Williams se convirtió en 2006 a la Iglesia Católica. Un factor importante es visto por Williams, historiador, casado y padre de cinco hijos, en el carácter predominantemente «rural y conservador» del estado y especialmente de la diócesis. En la diócesis de Lincoln, el orden natural con sus comunidades orgánicas sigue en gran parte intacto, la familia, las parroquias, la comunidad.
En contraste, las ciudades son reuniones masivas en las que el individuo desaparece en el anonimato y no está integrado en una red estable y de apoyo.
Además de este aspecto externo, Williams menciona cuatro: una instrucción diocesana buena y estable, un bajo grado de clericalismo, continuidad litúrgica e identidad católica en la enseñanza.
Durante los últimos 50 años, Lincoln ha tenido sólo tres obispos, cada uno de los cuales ha manifestado una actitud clara en la fe y la moralidad. Glennon Flavin gobernó desde 1967 hasta 1992, y llegó a ser muy conocido en todo Estados Unidos por negarse a aceptar a las mujeres como conferenciantes en los años ochenta.
El Obispo Fabian bruskewitz:
Fue seguido por Fabian Bruskewitz de 1992 a 2012, quien prohibió a las niñas ayudar como monaguillas en el altar, en su diócesis. Bruskewitz abogó por la fidelidad al Magisterio y la espiritualidad tradicionales.
Abogó por la publicación del Motu proprio Summorum Pontificum para la promoción de la forma tradicional del Rito Romano y, en este sentido, escribió al Papa Juan Pablo II.
En 1996, declaró excomulgados a los católicos que se adhiriesen a organizaciones cuyos objetivos estaban en aparente oposición a la Iglesia Catolica, destacando organizaciones, como la organización de abortos Planned Parenthood, cuya equivalente en Alemania es Pro Familia, en Austria, la Sociedad Austriaca de Planificación Familiar(ÖGF), y en Suiza la Asociación de Salud Sexual (PLANES); La masonería y sus asociaciones afiliadas, la Sociedad Hemlock , que trabaja para la liberación de la eutanasia, y la organización pseudo católica Llamada a la acción , que apoya la abolición del celibato, el sacerdocio de las mujeres y la anticoncepción. Negó la Sagrada Comunión a los políticos que apoyaron el aborto, incluido el candidato presidencial demócrata de 2004, John Kerry.
El Obispo james Conley:
Desde 2012, James Conley es el noveno obispo del de la Diócesis, fundada en 1887. A la edad de 20 años, se convirtió a la fe católica. Durante una estancia en Europa, conoció la abadía benedictina de Fontgombault, en Francia. Después de la primera visita a Estados Unidos del Papa Juan Pablo II, ingresó en Kentucky en un seminario. Enviado por su obispo a Roma para ampliar estudios, Conley trabajó durante varios años como funcionario en la Congregación de Obispos, con los Cardenales Moreira Neves y Re.
Al igual que su predecesor el obispo Bruskewitz, el obispo Conley ya ha celebrado varias veces en el rito tradicional de la Iglesia Católica.
En 2014, Mons. Conley invitó en una carta pastoral a celebrar la Santa Misa ad orientem en Adviento . Relacionado con esto, hay una explicación teológica y litúrgica de su decisión y de la invitación a los sacerdotes a seguir su ejemplo. En Adviento de 2015, el obispo repitió su invitación. Ya en el primer año, el 40 por ciento de las parroquias siguieron su ejemplo.
Se nota en la Diócesis un bajo grado de clericalización, signo de buena salud. En Lincoln, se sigue la máxima de que cualquier forma de clericalismo de los laicos obstruye las vocaciones sacerdotales y religiosas.
Por la misma razón, no hay «viri probati,» hombres casados, ordenados como diáconos permanentes en la diócesis.
No a la clericalización de los laicos.
El obispo Conley se mantuvo en la línea de su predecesor Bruskewitz: en la diócesis sólo hay monaguillos pero no monaguillas. Una línea que antes era deseada por el Vaticano, pero que no fue implementada por muchas diócesis. La investigación empírica ha demostrado que, -la diócesis de Lincoln es la prueba viviente de esto- tan pronto acceden al altar los niños y las niñas como acólitos, el número de niños disminuye rápidamente. A menudo, el servicio del altar se convierte en el dominio exclusivo de las niñas.
Sin embargo, las estadísticas muestran que el 80 por ciento de los seminaristas fueron acólitos y el 50 por ciento monitores.
El empuje a las niñas y mujeres al santuario, dice Williams, está directamente relacionado con el declive de las vocaciones sacerdotales y es en parte responsable de la crisis vocacional como síntoma.
Incluso los llamados ministerios laicales son raros en la diócesis.
Lincoln demuestra que la prohibición de los ministerios y la restricción de los laicos respecto al presbiterio con- llevan un aumento significativo en las vocaciones sacerdotales, según Williams.
Familiarizar a los seminaristas con el rito tradicional.
Si bien la reforma litúrgica de 1969/1970 se llevó a cabo en la diócesis, se mantuvo la seriedad y el respeto por la sacralidad de la liturgia. No hay espacio en la diócesis para la creatividad de los sacerdotes y laicos. En la década de 1990, el obispo Bruskewitz llamó a la Fraternidad de San Pedro a su diócesis, la cual fundó en Denton su seminario de habla inglesa.
Actualmente, siete sacerdotes diocesanos también celebran en el rito tradicional, incluidos los del seminario diocesano. Una vez al mes se celebra la Santa Misa en el seminario en el rito tradicional.
A veces, esta misa es celebrada por el mismo obispo Conley. Muchos de los sacerdotes jóvenes también quieren aprender la celebración del rito tradicional. Existen contactos amistosos entre los dos seminarios, el de la Diócesis y el de la Fraternidad de San Pedro.
El obispo Conley otorga particular importancia a las escuelas católicas que preservan su identidad católica. La inspectora responsable de las escuelas, la monja, Hermana Colette, es hermana del obispo emérito Bruskewitz. Los nuevos sacerdotes se emplean en los primeros cinco años, además las parroquias, en las escuelas de la diócesis. Esto aumenta el contacto entre jóvenes y sacerdotes, lo que tiene un efecto positivo en las vocaciones sacerdotales.
Mientras que en otras diócesis hay una misa escolar común solo una vez al mes o una vez a la semana, cada día en las escuelas de Lincoln comienza con la Santa Misa.
Todos estos elementos, según Williams, explican los buenos resultados de la diócesis, ya sea en la evangelización, en los apostolados o en las vocaciones. La diócesis no trata de inclinarse ante la presión mundana e introducir una agenda secular.
El obispo Conley ha criticado la política de género del antiguo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. En Lincoln, los últimos tres obispos se han «orientado únicamente a la salvación,» según los criterios de la iglesia de hace milenios, según Williams. «Para muchos puede ser una sorpresa, pero … ¡funciona!»

De Wuerl se dice esto: hazle entrar en cualquier habitacion y tenga la forma que tenga se colocará en el centro. Eso es, creo, lo que le define: es un hombre del centro, capaz de anudar consensos, y sin duda por eso el Papa se ha resistido tanto a aceptar su renuncia: porque teme que sin él, las divisiones en la Iglesia americana (gravísimas) se agudizarán hasta convertirse en una auténtica guerra civil. No hablo de divisiones entre obispos, que también, hablo de enfrentamientos entre los obispos y sus sacerdotes, de unos sacerdotes con otros, de unos fieles con otros, etc. Ahora mismo, distingo tres bandos: el «bernardiniano» (en decadencia, pero con muchísimo peso en las Universidades más antiguas, en Cáritas y en las burocracias diocesanas, en estos últimos años se han animado un poco, un ejemplo claro sería Cupich), el «wojtyliano-ratzingeriano» (mayoritario, un ejemplo muy típico sería precisamente Wuerl) y el «neotradicionalista», este último escaso en el episcopado (Conley sería un ejemplo) pero muy fuerte en los seminarios, en el clero más joven, en no pocos movimientos laicos, en muchas universidades con menos solera pero florecientes (p.e. Steubenville) y en la muy influyente EWTN.