| 02 agosto, 2018
Lo que dice sobre quien elige al Papa es una verdad irrefutable:
http://www.infocatolica.com/blog/nonmeavoluntas.php/1808010656-al-papa-lo-elige-dios
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Y quienes sostienen lo contrario son unos analfabetos eclesiales y acabado ejemplo de papolatría.
Olvidense. Los Cardenales, después del desastre Bergogliano, van a mirar con lupa en la próxima elección papal. Sarah tiene todos los boletos, merecidisimos, para ser el próximo Papa. Tampoco olvidemos a Arinze y a algún otro africano.
Juan Manuel Ramilo, yo añadiría una o dos condiciones más. No será curial, sino con experiencia pastoral. Además apuesto a que de nuevo vuelva a ser italiano. Y entonces los candidatos serían sólo tres: Betori, de Florencia, De Donatis, de Roma, y Petrocchi, de Aquila. Mi favorito es Petrocchi, aunque no sé si tendrá tiempo para ser conocido.
betori es el cardenal italiano con más posibilidades en el próximo cónclave ya que tiene a su haber ser arzobispo de una arquidiócesis con bastante peso como florencia, en cuanto a de donatis y petrocchi, apenas son conocidos dentro del colegio cardenalicio y no tienen el peso eclesial por así decirlo del cardenal betori. en cuanto a que un italiano recupere la silla pontificia, lo veo bastante difícil debido a la pérdida de poder de los cardenales italianos dentro del colegio cardenalicio.
Pero al final le habían echado o no? Se fue? Ya está de vuelta? En fin, cómo pasa el tiempo, la vida es una tómbola.
El cardenal Sarah nació en 1945.En 2020 tendrá 75 años.No habrá cónclave antes e incluso podría retrasarse varios años.Conforme pase el tiempo, el guineano tendrá menos posibilidades de ser pontífice, aunque bien que me gustaría que lo fuese.Dado que del actual colegio cardenalicio más de las tres cuartas partes están amortizadas (por la edad, por la salud, por el desprestigio o por su extremismo progresista), los candidatos se reducen a no más de diez.Últimamente, varios purpurados se han autodescartado con sus actuaciones radicalmente contrarias a la doctrina de la Iglesia.Insisto: busquen a alguien discreto, de los que asiste en silencio a los numeritos actuales y tendrán a su hombre.
Gracias por su respuesta, Juan Manuel. Saludos.
Ouellet???
Aun estando básicamente de acuerdo con Aberasturi, creo que hay que matizar un poco. De lo contrario tendríamos una Iglesia totalmente mundana y no divina. De hecho dice que la vocación sí la da Dios mismo. Cierto y así todo lo demás. Por el principio de la Encarnación y que Dios actúa ordinariamente a través de las causas segundas, la vocación la da Dios a través de la Iglesia, representada en el obispo, que es quien efectivamente llama («voca»), aconsejado por diversas personas. Y si el obispo no llama, no hay vocación efectiva. Y así como puede fallar llamando a quien no debiera haber sido nunca ordenado, pero lo fue y es verdadero sacerdote, así también elige a los obispos y al papa a través de la Iglesia, aunque los elegidos nunca debieran haberlo sido. Por la vinculación determinante entre Cristo y su Iglesia, de modo que Dios acepta y asume lo que la Iglesia elige, como eligió hacerse hombre y asumió la naturaleza humana, aunque estaba y está dañada por el pecado original y actual.
Hoy mismo, día del «perdón de la Porciúncula», cuenta la leyenda que El Señor le concedió a san Francisco la gracia especial de la indulgencia plenaria en la Porciúncula, pero que debía antes ir al Papa para que confirmase ese privilegio. En la historia de los místicos y de las gracias especiales, no es raro leer que el Señor les mandaba ir al confesor, al párroco o al obispo a que pidieran la aprobación y se sometieran a lo que estos determinaran. Cristo actúa en la Iglesia y por medio de la Iglesia. Aunque la Iglesia esté llena de pecadores y sus decisiones y elecciones sean imperfectas. Es el misterio, grandioso, de la Encarnación, que permanece en la historia actual.
Me alegra el regreso del P. Aberasturi, -a quien desde aquí le envío un fuerte abrazo- valiente defensor de Jesucristo y su Iglesia que no abdica de su misión. Nunca me cansaré de agradecérselo.
Datos obvios sobre el sucesor de Su Pontificismo Jesuítico: no será argentino ni jesuita; tendrá entre 68 y 73 años cuando lo elijan; no será hispanoamericano; hablará poco y bien; no le gustará el espectáculo público; será un pontífice con poco atractivo personal, pero con mucha discreción; sus discursos repetirán hasta la saciedad la doctrina de siempre; no será miembro activo ni pasivo de la ONCE (cada día un numerito); nos dará quince años de tranquilidad, taponando todos los huecos por donde se hunde la barca.¿Hay quien dé más?Ahora, busquen ustedes a alguien en el colegio de cardenales que sea así y ya tendrán al hombre.
Juan Manuel. Aún estando de acuerdo con su comentario -éste y los que regularmente publica-, en función de cuando sea el cónclave, ¿no le otorgaría ninguna posibilidad al cardenal Sarah? Además de las inmejorables referencias que tengo de dicho cardenal, he leído su libro «La fuerza del silencio» -lectura recomendable a todos los católicos de bien- en cuya obra no se corta ni un pelo y denuncia los grandes males de la Iglesia de hoy.
Si tuvimos un Papa santo; un papa sabio y ahora tenemos un papanatas, ¿por qué el sucesor del papa jesuita no puede ser un negro?
Es muy probable que sea un negro porque la Iglesia en África está más viva que en ningún sitio. El problema es otro, es cuantos de los 120 cardenales son progres, porque si son mayoría, pondrán un papa de su cuerda y se profundizará la crisis.
la gran mayoría de los cardenales son como vicente, van por donde diga la gente, por ende esa gran mayoría de cardenales votarán deacuerdo a como se vaya configurando una mayoría para elegir al próximo papa durante el próximo cónclave. y sobre los cardenales propiamente progres, son en realidad una minoría que a duras penas llegan a 15 y hasta 20 cardenales como mucho, pero que saben moverse extremadamente bien hasta el punto de poner a bergoglio como papa en el cónclave de 2013.