Un ser verdaderamente abyecto. Por eso de estar contiguas las teclas y ser yo un manazas me había salido cerdaderamente en vez de verdaderamente. Lo he corregido pero con la duda de si fue error mío o inspiración preternatural.
El escándalo de la carta de Benedicto XVI no tiene fin: Un nuevo párrafo sale a la luz
Es incomprensible que este rufián siga mantenido por Su Santidad en su alto cargo. Eso no le hace ningún bien al Papa pues no faltará quien piense que está encantado con las burdas hazañas de ese individuo. Para quien el fin justifica cualquier medio por ruin que sea.
Ello da pie a Sandro Magister para proseguir su campaña. Si es que se las ponen todavía mejor que a Fernando VII.
Más sobre la carta de Benedicto XVI. Hay otro párrafo, en el que escribe…
http://www.infocatolica.com/blog/cura.php/1803180837-burdo-intento-de-manipulacion
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Hermenegildo: el texto que he reproducido lo he copiado del muro de Facebook del P. Aberasturi.
Francisco Antonio: ¿dónde está publicado ese artículo de D. Juan Luis Aberasturi?
A ver si no me eliminan el comentario. Lo máximo que podría pasar es una renuncia de conveniencia, para acallar las voces, pero en la práctica sigue todo igual. Ejemplo, en 2005 el arzobispo de BuenosAires atacó a Benedicto por el discurso de Ratisbona, el portavoz Marcó fue quien lo comunicó a Newsweek, diciendo que ese era el pensamiento del Arzobispo y que él (Marcó) lo escuchó con sus propios oidos. Como la galería exigía sangre Marcó renunció, pero seguía siendo de los intimos del Arzobispo. Tanto que en el primer «video del Papa» de Enero de 2017, aparece allí Marcó. Es más, los dos amigos almuerzan de vez en cuando, se lo dijo Marcó a un medio de Ecuador, de Guayaquil, si la memoria no me falla. Basado en ese ejemplo afirmo que si acaso Viganò renunciaría pero solo en las formas, en el fondo la cosa seguría tal cual.
ABERASTURI, COMO SIEMPRE, SIN PELOS EN LA LENGUA
«ANTES SE COGE A UN MENTIROSO QUE A UN COJO».
Los refranes no fallan, porque lo calcan. Son un retrato de la realidad sin fotoshop que valga. Y así sale lo que es.
El refrán viene a cuento del montaje vaticano sobre la carta de Benedicto XVI a favor del papa Francisco; pero como se ha manipulado hasta dar asco, el tiro les ha salido por la culata: les han pillado, y se han quedado con las vergüenzas al aire; como es lógico, supuesto que las tengan porque, tal como están las cosas, igual están operados.
Pero, ¿ha pasado algo? ¿Ha habido dimisiones voluntarias o semi? ¿Alguna explicación racional proveniente del mundillo de la comunicación vaticana, empezando por su cabeza -que no inteligencia, de la que se nota que carece-, por su pie, o por la cabeza de la cabeza?
Nada. No ha pasado nada. Y claro, visto lo visto, el que ha quedado el peor de todos es el mismo Papa, al que se le pretendía -supuestamente- alabar, y poner en lo maxim de lo maxim, aprovechando que el papa emérito, Benedicto, estaba por allí.
Me da que este último, Benedicto, por el tono de sus letras que, como dirían en Italia, es todo un «cappolavoro» (obra maestra) por su elegancia, hondura intelectual y moral, finura, claridad, sinceridad y «diaconía de la verdad», está hasta la coronilla de sus vecinos. Y se le ha notado: su humildad -«andar en verdad», con palabras de santa Teresa- no ha conseguido que mintiese, y ha escrito lo que ha escrito: y escrito está, y lo estará ya para todo el que lo quiera leer. Y ha salido a la luz a pesar del nauseabundo episodio protagonizado por Viganò.
A éste lo pone en su sitio, que es la nada intelectual y moral; y ya de paso y porque no tenía más remedio, porque le preguntan directamente al respecto, también se moja -eso sí y como no podía ser de otra manera, muy finamente- sobre las «obras» de Francisco, «que ni ha tenido tiempo de leer, ni lo va a tener en un futuro»: que lo comprendan y le perdonen.
Y esto -¡qué quieren que les diga!- es todo un bombazo; porque hasta ahora se había mantenido exquisitamente al margen de las cosas del Papa reinante o, si había tenido que hablar, lo había hecho con suma elegancia.
Pero esto se ha acabado, como hemos visto y leído. Y «que cada palo aguante su vela».
Teníamos que acabar con un refrán, lógicamente.
aquí solo caben estas 3 posibilidades;
-si bergoglio sabia de la descarada falsificación de la carta de benedicto xvi y no hizo nada para impedirlo, eso lo convierte en cómplice de esta asquerosa artimaña.
-si bergoglio dio su aprobación, o dio la orden para esta falsificación, se demostraría entonces su absoluta falta de escrúpulos y de moral, que pone a bergoglio mismo al mismo nivel de un vulgar tirano tercermundista.
-si bergoglio no sabia nada de esta falsificación, y el tal vigano hizo dicha falsificación por iniciativa propia, entonces estaría demostrado que el vaticano se ha convertido en un cuartel militar sin disciplina alguna, en el que cada quien hace lo que le da su puñetera gana, y que bergoglio mismo carece de control sobre sus funcionarios, lo que a su vez demostraría su absoluta ineptitud al frente de la curia vaticana.
cualquiera de estas 3 posibilidades de ser la correcta, demostraría que el vaticano se ha convertido en una grotesca república bananera de la misma calaña de cuba y venezuela, y lo que es peor, dejaría a bergoglio mismo a la altura de un enano de circo.
Ya sabe usted don Paco Pepe que las erratas embellecen y mejoran el texto…decía el inolvidable Capmany, gozándose en el «Joder Judicial» y otras perlas. Un servidor ha preparado muchos exámenes distendiendo los nervios con la lectura de la cárcel de papel de La Cordorniz. Bueno, no sé si rebajo el buen tono de su blog. Suprímalo si le parce inconveniente, ni que decir tiene.
Muy bien Pincho, pero es que, además de herejes, no son más tontos porque no se entrenan.
Hablando de manipuladores y pelotilleros asquerosos: Tornielli en su columna de este fin de semana señala al entorno más próximo del Papa emérito como culpable de la filtración de la carta completa a la prensa. Sin afirmarlo expresamente, dice que el borrador publicado solo estaba en el ordenador del convento donde reside Benedicto XVI (ergo…)
Rabian como posesos cuando se les pilla con el carrito del helado. Francisco debería preocuparse, porque el demonio está muy activo hoy en la Iglesia. Y él personalmente lo tiene demasiado cerca. Hay muchas almas en grave peligro, empezando por la suya propia.
el vaticano con bergoglio, el tirano peronista, a la cabeza, se ha convertido en una grotesca república bananera de la misma calaña de cuba y venezuela. ejemplo de ello, el lobby gay haciendo de las suyas impunemente, conferencias de abortistas, orgías gays con cocaína incluida, corrupción desbordada, y hasta falsificación descarada de documentos de un papa emérito, etc, y todo esto dentro del vaticano mismo!
D. Francisco José, despierte. ?De verás se cree Ud. que lo de Vigano es iniciativa propia?
Ud. es una persona culta e inteligente, hombre.
Lo de Papolatra es lo de la paja y la viga. Dice que Magister está cegado por el odio a Francisco, cuando en realidad lo que sucede es que Papolatra está cegado por el odio y la envidia hacia Magister. No tiene más.
Las acciones de algunos miembros del clero y la jerarquía, no solo me horrorizan sino que me asombran. Aunque es posible que no crean en Dios, supongo que leerán en la misa las lecturas del Antiguo y Nuevo Testamento, ¿no quedan impresionados por las normas morales y las advertencias? ¿sin ir más lejos, las lecturas de los últimos domingos? “El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras”.
Ya estamos otra vez en el ‘haced lo que digo y no lo que hago’. ¿Pero no era el mismísimo Francisco el que a finales de enero pasado se rasgaba las vestiduras (¡oh «codicia», oh «sed de poder»!) clamando por la plaga de las «fake news»…???
Por cierto, como apunta «Secretum Meum mihi», parece que Viganò, a través de Tornielli, intenta desviar la responsabilidad de lo ocurrido hacia el entorno de Benedicto XVI:
https://secretummeummihi.blogspot.com.es/2018/03/vaticano-publica-carta-de-benedicto-xvi.html
¿Qué dirá ahora el Papólatra, que afirmaba el otro día en un comentario que Benedicto no había podido prologar las obras porque estaba muy mayor y que todo se debía al odio que, según él, Magister profesa a Francisco?