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Vaya soba de palos a la Caram

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¿Se le habrá terminado la mamandurria? ¿Quién se acuerda ya de la  Forcadell?

http://www.periodistadigital.com/periodismo/tv/2017/12/11/albert-castillon-monja-independentista-sor-lucia-caram-politica-proces-monjas-sijena.shtml

Demasiado está durando en los medios esta monja itinerante. A fuerza de repetir siempre lo mismo ha aburrido incluso hasta las ovejas.

Comentarios
9 comentarios en “Vaya soba de palos a la Caram
  1. FoMO
    Fray Juan Macías Márquez OP
    13 de Diciembre de 2017
     

    ¿Alguna vez has tenido FoMO?

    Supongo que sí, aunque probablemente no supiste que se llamaba así. FoMO, un nuevo acrónimo engendrado por la generación más joven (y ahora oficialmente reconocido por el Oxford Dictionary), es simplemente el «Miedo a desaparecer.»
    Uno podría emplear el término de una manera como esta: «Mira, anoche tuve FoMO» , porque no pude ir al concierto con todos mis amigos.»
    La gente a menudo utiliza la palabra «FoMO» referida a las redes sociales, un término capaz de ser insertado psicológicamente en el entorno de ciertas personas, al margen de la realidad, que sigue estando ahí.
    Aunque el término «FoMO» ha sido acuñado por la generación más joven de usuarios de Facebook, Instagram o Snapchat, la gente ha estado experimentando el «miedo a perderse» desde mucho antes de que existiesen las redes sociales. Sencillamente no teníamos un nombre para eso.

    ¿Por qué experimentamos el FoMO? Porque rara vez estamos satisfechos con nuestra situación actual. Como seres humanos, somos criaturas necesitadas. No sólo hablo de las necesidades materiales de nuestro cuerpo. Todos estamos necesitados del calor humano a un nivel más profundo.
    Necesitamos compañerismo, necesitamos amigos, necesitamos amor. El corazón humano es complicado y «¿quién lo podrá entender?» (Jeremías 17: 9).
    En el FoMO experimentamos la necesidad del corazón, una pertenencia insatisfactoria, que nos asusta. Quizás pensemos compungidos que no fuimos lo suficientemente dignos como para recibir una invitación de alguien.
    Otro motivo de ansiedad puede sobrevenir si no nos es posible asistir a una cierta reunión y pensamos que podríamos haber sido mucho más felices si hubiésemos estado allí con esa gente.
    Pero, a menudo se trata sutiles mentiras que introducimos subrepticiamente en la imaginación.
    Con demasiada frecuencia tenemos una visión estrecha respecto a la satisfacción de nuestras necesidades, lo que nos inicia en una espiral descendente de ideas negativas. Y llegados a este punto, ¿Cómo se puede salir de la depresión?

    Es posible encontrar tres remedios para curar esta inquietud: los actos de acción de gracias, la Eucaristía y la comunión de los santos.
    Tener un corazón agradecido nos ayuda a darnos cuenta de que realmente somos criaturas débiles y heridas por el pecado original, que necesitan muchas cosas.
    El ejercicio de esta virtud también nos ayudará a ver que hemos recibido muchos bienes y sólo queda el imperativo de la gratitud: ya se trate de bienes materiales o la vida de gracia en la que participamos.
    Al hablar de acción de gracias, debemos recordar que la palabra «Eucaristía» viene del griego y significa sin más,» acción de gracias.»
    Por esta razón la Santa Misa puede ser el mejor lugar para ejercitar la gratitud.
    Durante la Misa, somos conscientes del don de estar rodeados por una «gran nube de testigos,» (Hebreos 12, 1), los santos, que nos muestran que no estamos solos y que se unen a nosotros para adorar a Jesucristo en la Eucaristía.
    ¿Cómo tener Miedo de perdernos en otra cosa cuando estamos con los santos en el cielo junto con toda la comunidad de creyentes en la tierra, unidos por el Espíritu Santo?

    La Iglesia llama a esta realidad sobrenatural la comunión de los santos. San Josemaría Escrivá nos da una idea penetrante de la calidad de este obsequio, cuando dice:

    «Recuerda constantemente que, en todo momento cooperas en la formación humana y espiritual de quienes te rodean y de todas las almas, porque la bendita Comunión de los Santos llega hasta allí. En todo momento: cuando trabajas y descansas; cuando la gente te ve feliz o preocupado . . rezas como lo hace un hijo de Dios y la paz de tu alma queda patente; cuando las personas ven que has sufrido, que has llorado y sonríes.» (Fragua, 846).

    Dios no nos deja huérfanos. Pertenecemos a algo más grande que nosotros mismos. La oportunidad de la comunión a través de la oración y la gente que nos rodea, nos da la base que necesitamos, para expulsar la inseguridad de nuestros corazones.
    A medida que continuamos este Adviento, esta tiempo santo de anhelo, una pregunta viene a la mente: ¿Porqué estar en otro lado, cuando puedes descansar y calmar tu corazón preocupado, en los brazos del Salvador?

  2. Cuando se despachó con una afirmación blasfema negando la virginidad de Nuestra Madre del Cielo, hablé con el promotor de medios del Convento de Santa Sabina, el Padre Eric Salobir, con quien he coincidido a menudo en el facebook.
    Le expuse mi consternación y que lo de esa monja es un escándalo. Me dijo que no pueden hacer nada, pues el asunto de esa monja está en la Congregación de Religiosos. Parece que allí intentaron hacer algo, pero Bergoglio le dijo a la monja que siguiese armando lío.

  3. Don Paco Pepe, a finales de los sesenta y principios de los noventa vinieron a Barcelona oleadas de argentinos. De acuerdo con el chascarrillo habitual, todos eran psicoanalistas, directores de cine y promesas del boom sudamericano de Seix Barral. Se decía que el dedo de Colón, de la famosa estatua del puerto no indicaba el lugar del descubrimiento, sino que era un aviso a los argentinos: «Ché, parad!»Como de cualquier sitio había personas buenas, menos buenas y del Chacarita o del Boca. Sin embargo han ocupado recientemente un lugar impropio los que no saben comportarse ni tienen respeto alguno por la tierra donde han recalado. Tenemos ejemplos en la política municipal, donde un vicealcalde trató a la bandera española como si fuera un trapo, lo que estoy convencido no hubiera hecho con la suya. Con los independentistas jaleándole y la alcaldesa de la misma cuerda, ya se imagina la vergüenza y humillación de muchos ciudadanos.

    Sor Lucía es otro caso parecido de falta de respeto. Conocida es su falta de preparación, pero no se abstiene de dar lecciones. Parece ser que alguien le llamó la atención. Pero con escaso éxito. Como siempre, el dinero ha obrado lo que no operaba el sentido común y la realidad de las cosas. A Tous, la empresa de joyería que subevnciona su fundación, le han entrado de golpe unos sentimientos de patriotismo español desconocidos… notaba la caída de ventas en estos días de especial movimiento comercial. Y la monja, antes tan locuaz ha oído el mensaje.
    Pero su torpeza ha sido tal, que cuando el referendum ilegal no se le ocurrió otra feliz idea que llevarse a la mesa de votación a una monja anciana y discapacitada, subiendo a la red la vergonzosa fotografía.
    Le resbalan las correcciones, don Paco Pepe. Y, no sé por qué, pero muchos que deberían haberle amonestado antes tienen miedo. ¿Por qué pueden tener unos frailes miedos de una monja?

  4. De lo que no se priva aquí esta activista contemplativa de la división del país que le acoge, es de proclamar en TV que ella «se deja la piel por los demás». Y me pregunto: esta gente que orgullosamente pone «Evangelio» hasta en su tarjeta de visita, ¿habrá hecho alguna vez una ‘lectura comprensiva’ del Evangelio…?

  5. Nuestra Señora y la Lotería

    Fray Jordan Zajac OP
    12 de Diciembre de 2017
     

    Los mejicanos, después de dos siglos de experimentos y derrotas, tienen fe tan sólo en la Virgen de Guadalupe y en la Lotería Nacional.

    Por la misma época en que el poeta y Premio Nobel mejicano, Octavio Paz, escribió estas palabras, el Tribunal Tributario de los Estados Unidos atendió un caso único: Díaz versus Comisionado de Rentas Internas, o sea, el caso de Nuestra Señora y la lotería.
    Mientras que las palabras de Paz tienen un tono amargo, esta audiencia proporciona algo más esperanzador y apropiado para el Adviento, ya que contemplamos no sólo la primera venida de Cristo sino también las realidades últimas, incluido el juicio.

    Díaz versus Comisionado, se refiere al preocupado ciudadano estadounidense Alfonzo Díaz, a quien, el Comisionado del IRS le dijo que debía 1,6 millones de dólares en impuestos, por ser el dueño de los décimos ganadores en un sorteo de la Lotería Nacional de 1966, de la que cobró 32 millones de pesos (el equivalente a tres millones de dólares).
    Alfonso insistió en que el dueño de los décimos era su tío José, ciudadano mejicano, y no él.

    Alfonso había nacido en El Paso, Tejas, pero se crió en la casa de su abuela, al otro lado de la frontera, en Ciudad Juárez, Méjico.
    Regresó a los Estados Unidos siendo adolescente, pero su tío José se quedó en Ciudad Juárez.
    El tío de Alfonso era un hombre sin educación que, a pesar de tener mala visión, edad avanzada y cojera pronunciada, trabajaba a tiempo completo como repartidor, ganando el equivalente a doce dólares por semana.
    El tío José era un alma piadosa. Asistía a Misa todos los días y peregrinaba cada año a la Basílica de la Ciudad de Méjico para honrar a Nuestra Señora de Guadalupe.

    Esta devoción pareció dar sus frutos, por así decirlo. El 16 de Septiembre de 1966, la Lotería Nacional Mejicana tenía programada una de sus «grandes» loterías.
    Seis semanas antes del sorteo, la Lotería recibió un telegrama de un representante en Ciudad Juárez en el que solicitaba información sobre el paradero del número del décimo 37281.

    Alfonso y el tío José habían pedido que se enviara este telegrama.

    El tío José dijo que varios días antes tuvo un sueño. Nuestra Señora de Guadalupe se le apareció, diciéndole que comprara el billete de lotería número 37281.
    José buscó la ayuda de su sobrino para encontrar las entradas disponibles (había varios boletos con el mismo número).
    En la ciudad de Monterrey, a 700 millas de distancia, se enteraron de que todas las entradas estaban en oferta.
    En total costaban 3.750 pesos, o sea, 300 dólares, los ahorros d toda la vida del tío José.
    Se gastó toda su liquidez en estos números. Se envió un giro postal y la oficina de lotería de Monterrey envió a tío José los boletos con el número 37281.

    En el sorteo de la lotería salio precisamente este número: el 37281.

    La familia quedó fuera de sí. En el viaje en autobús a Monterrey, para reclamar su ganancia, el tío José vestía dos pantalones: uno con los boletos ganadores sujetos con seguro dentro de los bolsillos, y otro encima.
    Alfonzo viajó con él y le ayudó a depositar el dinero en el banco, donde, según sugirieron los empleados, el sobrino también debía tener autorización para firmar en la cuenta.
    De ahí el interés de la Inspección Tributaria de Estados Unidos en este caso.

    ¿Era su explicación demasiado sencilla y buena para ser verdadera? ¿Una fabricación elaborada?
    El juez Theodore Tannenwald falló a favor de Alfonso: No pagará impuestos en Estados Unidos en base a sus ganancias.

    En su opinión judicial, Tannenwald escribió que le persuadieron diversos miembros de la familia Díaz y la consistencia del testimonio de Alfonso.
    Luego pasó a enfatizar que el testimonio de la abuela de Alfonso, de 86 años, que también era la madre de José, fue muy convincente.
    Obviamente más cercana que la mayoría, a Su Creador, y cara a cara con su sacerdote en la sala del tribunal, corroboró por completo los elementos esenciales del testimonio del demandante, testimonio que ella no había escuchado porque los testigos fueron excluidos de la sala del tribunal.

    Aquí vemos a un juez consciente de su función y de que es observado por el Supremo Juez.
    Tannenwald respetó el hecho de que las cuatro velas de la corona de Adviento de la vida de esta mujer estuviesen encendidas.
    Testificó en presencia de un sacerdote, a petición del juez Tannenwald, pues también era consciente de que también más pronto que tarde, comparecería ante Cristo para el juicio particular. Pensó que, si su vida se había cimentado sobre la gracia, obtenida por la primera venida del Salvador, no se iba a poner en peligro para cuando tuviese que comparecer ante el Señor en Su segunda venida.
    Si un miembro de la familia gana la lotería, grita de alegría durante un tiempo. Pero cuando se gana el cielo, la alegría es eterna.

    Pero… ¿Qué hizo el tío José con sus ganancias? En la medida en que hubiese demostrado ser un siervo bueno y fiel, utilizando su riqueza para ayudar a otros, parecería ayudar a fundamentar la afirmación de que su ganancia le vino a través de la ayuda de Nuestra Señora.
    Sin embargo, no pude encontrar ninguna información sobre la administración del tío José. Tendremos que esperar al Juicio Final, que «revelará hasta sus últimas consecuencias el bien que cada uno haya hecho o dejado de hacer durante esta vida terrena.» (CIC 1039).
    La realidad de la segunda venida de Cristo en gloria es algo que también estamos llamados a meditar en Adviento.

    Mientras tanto, nos dirigimos a Nuestra Señora, la Virgen de Guadalupe. Que Ella nos obtenga la gracia de servir fielmente a Cristo, así como el don de la perseverancia final.

  6. A esta señora le iría bien ponerse a trabajar, en el campo, en una cadena de montaje, en un supermercado o, lo que creo le viene mejor: vender cupones de la ONCE. Y como tiene un natural infantilismo le vendrá bien para hacer gracietas en la puerta del mercadona donde vender los cupones.

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