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Una hermosa necrológica de un hermano coadjutor de la Compañía de Jesús

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Yo no conocí al Beato Hermano Gárate ni evidentemente al Hermano San Alonso Rodríguez. Pero conocí al Hermano Hijosa. Estoy seguro de que todos los que pasaron, en muchos años, por el colegio de jesuitas de Vigo si les preguntaran si conocieron a algún jesuita santo, el cien por cien, no lo rebajo al 99,8%, diría sin vacilación alguna que el Hermano Hijosa.

Como no estaba encargado de la vaquería,  en el colegio teníamos vaquería, de la  portería, de la cocina, sino que nos daba clases de Historia y Geografía, con competencia extraordinaria, todos le conocimos mucho. Y le apreciamos más.

Al leer esta necrológica de otro hermano jesuita, que debía ser ya de los últimos que quedan, santos hermanos coadjutores de la Compañía de Jesús, os la reproduzco encantado y en el recuerdo imborrable de nuestro queridísimo Hermano Hijosa.

En sus últimos años, apartado ya de la docencia en la que fue ejemplar, sabio y bueno, oía cuanta misa se decía en el colegio. Seguro que bastantes días más de media docena. En una ocasión le pregunté que por qué tantas y me dijo que con sus años  ya sólo podía rezar y que no había mejor oración que una misa. Y me añadió que rezaba por nosotros, por el Colegio, por la Iglesia, por «su» Compañía de Jesús,, el «su» fue cosa suya, por España… Cuando ahora leo en la necrológica de algún jesuita que años antes de morir al dejar otras actividades pasó a orar por la Iglesia y por la Compañía no puedo evitar acordarme del santo hermano Hijosa.

En su recuerdo agradecido os traigo esta hermosa necrológica de otro hermano jesuita que acaba de morir. Qué el Señor le haya abrazado ya como siervo bueno y fiel

H. Benito Rodríguez Gómez, S. I. (Zuheros (Córdoba) el 04/03/1936- Málaga, 14/02/2019)
PREVIO:

Hay personas, y Benito era una de ellas, que trasmitieron en su vida tal aroma de santidad y autenticidad humana, unánimemente admitida por todos los que le conocieron, que, al adentrase en el terreno de hacer una descripción o semblanza de su vida, tiene uno la sensación de estar entrando en terreno sagrado en el que hay que entrar con los pies descalzos. Surge el temor de cualquier apreciación inadecuada o de cualquier proyección de la propia escala de valores que pueda ensombrecer, tergiversar o, incluso, inconscientemente manipular, esa irrupción y presencia especial de Dios en la historia que se da cuando una persona se ha dejado configurar por Dios con especial docilidad y fidelidad. Pero, sin embargo, hay que aceptar el desafío porque peor sería que la luz fuera colocada debajo del celemín y dejara de cumplir la misión iluminadora que Dios quiere realizar a través de sus hijos más fieles. De todas maneras la semblanza de Benito que a continuación se expone no es propiamente tal semblanza, porque es una despedida que le leí a Benito en comunidad cuando se trasladó hace muy pocos meses de nuestra casa de Cartuja a la enfermería de Málaga. Y que fue ya publicada entonces en Informaciones SJ Pero todos éramos conscientes, y Benito también, que aquella despedida en forma de carta, podía estar muy cerca de otra despedida más definitiva. Solo añado a lo entonces dicho que al leer su itinerario vital de su vida en la Compañía podíamos decir que la vida de Benito fue una vida en clave nazarena, de iluminación desde su vida oculta. Sus oficios siempre humildes (limpieza, portería, encuadernación, etc.) fueron auténticas hogueras o fuegos que prendieron otros fuegos, cátedras de las mal altas enseñanzas espirituales y teológicas. Recordemos en ese contexto la despedida de la que fue su casa durante 40 años ahora que ya está en la Casa Eterna del Padre.

Muy querido Benito: Hasta las piedras gritarían si esta casa y esta comunidad te despidiera hacia tu nuevo destino en Málaga, sin agradecerte en voz alta, y con todos presentes, el inmenso servicio, evangélico e ignaciano, que has prestado, durante tantos años, entre estas paredes y bajo estos techos, desde la portería… tu portería. La convertiste en un lugar sagrado, un pequeño templo o santuario porque Dios está donde hay espíritu y verdad. Y tú los repartiste y expandiste desde allí a raudales, a manos llenas. Espíritu de fraternidad, de ternura, de servicialidad auténtica, nada que ver con el servilismo. Siempre salía de tu corazón…era evidente. Atento al detalle. Adelantándote a cada posible necesidad de cualquiera de nosotros. Y atendiendo a cada visitante como si del Señor se tratará. Al estilo de Alonso Rodríguez, el de aquel “voy Señor” que convertía en experiencia mística cada encuentro con cualquier visitante o con cualquier compañero o cualquiera empleada o empleado. Sí, eso has sido para nosotros todo estos años: otro Alonso Rodríguez, otro hermano Garate, vivientes. Tu inteligencia práctica la pusiste al servicio de tu amor detallista. Cada miembro de esta comunidad y cada empleado o visitante, en cualquier etapa de las que has vivido aquí, se
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lleva, en su memoria y en su corazón, mil detalles tuyos de finura y elegancia evangélica. Nos hemos sentido todos, “mimados” por ti durante tantos años que has vivido aquí. Has sido un bálsamo de paz y disponibilidad. Te tenemos todos auténtica devoción, Benito. Sí. Esa es la palabra: “devoción”. Eso nos inspiras. Nos acercas al Corazón de Jesús, que no es otro que el corazón del Buen Samaritano. Has curado muchas heridas (quizás invisibles) con tu sonrisa y tu solidaridad. No será fácil acostumbrarnos a tu ausencia física entre nosotros. Nos dejas un enorme vacío. Y una huella de evangelio puro. Pero hay algo más: nos dejas el regalo de tu fe. Has sido y seguirás siendo un creyente convencido en el Dios de Jesús. Un hombre profundamente religioso, invadido de Dios. Y esa fe, esa experiencia interior, sí que nos mantendrá unidos a pesar de la distancia física y tu ausencia de nuestra cotidianidad. Gracias, mil gracias, querido Benito. Nos dejas huérfanos pero consolados. Has bendecido y santificado nuestra casa y nuestra comunidad con tu presencia. Nos has conquistado y robado el corazón para siempre. Recibe un inmenso abrazo de cada uno de nosotros. Nota: texto escrito y leído por Esteban Velázquez, compañero de comunidad de Benito, en el comedor de la comunidad de Cartuja (Granada) el lunes 12 de noviembre. Tres días antes de la partida del hermano Benito Rodríguez Gómez hacia la comunidad y enfermería de Málaga tras 42 años como portero y encargado de huéspedes

Esteban Velázquez, SJ Granada, 15.02.2019
Hoy tienen para mí pleno sentido las palabras: HASTA LUEGO Y GRACIAS A LA VIDA. Esta tarde jueves 14 de febrero, hiciste tu traspaso al Padre, hermano Benito. Gracias a la Vida, Benito, por haberte conocido a los inicios de mi noviciado en el seguimiento y conocimiento de Jesús. De ti aprendí a colaborar en la construcción del REINO, pasando el muletón por los pasillos del noviciado y barriendo las escaleras a la vez que limpiabas el polvo de las barandillas. En silencio y trabajando aprendíamos a valorar lo pequeño con Jesús, desde el vientre de María, en el pesebre, en Nazaret, por las aldeas y campos… haciendo de la vieja religión, LA BUENA NOTICIA. Tú, permaneciste en la institución siendo ejemplo para los nuevos llamados, otros seguimos caminos diversos con tareas diferentes. Tú, has llegado ya y nos esperas, -por decir de alguna manera lo inexpresable-. Tu ejemplo permanece entre nosotros para siempre, hurgándonos para que supliquemos la GRACIA de «sentir y gustar interna mente» lo que a ti se te dio … «completando así lo que falta a la Pasión de CRISTO » ¡ Gracias Hermano Benito, por ser para nosotros estímulo en la disponibilidad para seguir a JESÚS colaborando en la construcción del REINO !.
Antonio Valenzuela

Comentarios
6 comentarios en “Una hermosa necrológica de un hermano coadjutor de la Compañía de Jesús
  1. UN PAPA ROMO Y DE RETAGUARDIA

    Por lo que leo, el papa Francisco no parece muy contento con la Venezuela de Juan Guaidó y su evolución. Circulan fotografías en las que el papa no pudo disimular su disgusto y rechazo a su compatriota Mauricio Macri y a Trump. Algo superior a sus fuerzas. Para que luego digan de la diplomacia vaticana y jesuítica. Ni mensaje evangélico de amor al prójimo ni generosidad. Solamente el semblante de la hostilidad más acerba y potencialmente resolutiva como un veneno de sortija. Esas fotografías que, la semiótica esclarece, han de contrastarse con las caras de contento y risotadas con Maduro, Fidel y Raúl Castro, Daniel Ortega y esposa, y otra compatriota, Cristina Kirchner, encartada por saqueos varios y maletas voladoras. Por ese vínculo matemático entre todos los regímenes progresistas o camino de serlo y la corrupción a escala colosal. Veinte expresidentes americanos censuraron el último discurso papal de Navidad 2018 por negarse a interferir en Nicaragua y Venezuela.

    El papa Francisco es un jesuita teatral y tosco. Se siente feliz entre los populistas más corruptos y tiranos, y siente hostilidad biológica contra la derecha liberal y conservadora democrática. Les planta cara simbólicamente ante el mundo. Como Maradona, otro compatriota con amigos comunes y admiraciones compartidas. ¿De dónde le viene al papa ese izquierdismo populista antidemocrático? La izquierda radical argentina le acusó en 2013 de connivencia con la Junta militar de Videla de 1976. No defendió a jesuitas asesinados y en el juicio de ESMA, el más horrible centro de torturas de los militares, dijo «no saber nada». Los populistas y saqueadores Kirchner también observaron una estricta neutralidad durante la dictadura militar. Ninguno avistado.

    El papa Bergoglio, provincial de los jesuitas durante aquella dictadura, no estaba hecho de la pasta de otros jesuitas como Ignacio Ellacuria y Jon Sobrino, asesinados en San Salvador. Miraba silente a cubierto. Hay que tener en cuenta que quienes provocaron a los militares durante el Gobierno de Isabelita Perón, que se definían como peronistas de izquierdas, fueron Montoneros y el trotskista ERP, que practicaban la «lucha armada». Por tanto, eran vanguardias guerrilleras marxistas compuestas de universitarios burgueses (Enrique Krauze, Vargas Llosa).

    De seguro el papa Bergoglio, los Kirchner y Maradona preferían el orden cerrado y geométrico de absoluta seguridad militar al desorden guerrillero pequeño burgués e individualista, de severo riesgo, pero sin visos todavía de poder implantar distinto orden totalitario. Todos a fin de cuentas buscaban lo mismo: la abolición o restricción de la libertad. El gran anhelo progre.

    https://eldia.es/criterios/2019-02-19/12-papa-romo-retaguardia.htm

  2. Observo que los versos comienzan a reemplazar a los inutiles comentarios sobre lo penoso y evidente

    Volvemos a las Coplas para expresar el ASCO

  3. He leído, Don Francisco José, con profunda emoción el panegírico de este santo hermano jesuíta, recientemente fallecido, y han venido a mi mente, el recuerdo de tantos santos sacerdotes y religiosos que a lo largo de mi vida, he conocido. Ha sido una gracia enorme de Dios el haberlos tratado y oido sus predicaciones, sus consejos y sobre todo, su ejemplo siempre edificante y evangélico. Que Dios les haya dado el premio a sus trabajos y desvelos y que un día, en el reino de la luz y de la paz, cantemos todos juntos y para siempre las alabanzas Divinas. Estas almas santas y buenas, son un soplo de aire fresco, en medio de tanta asquerosidad y putrefacción que nos rodea. Gracias, siempre.

  4. Leyendo esto me recordé de unos tantos hermanos legos que hacían de portero y eran gran santos, aún en el siglo XX; en particular el Hermano Andrés Bessette de Montreal, Canadá. Este humilde hermano de la Congregación de la Santa Cruz es uno de los más grandes taumaturgos de la historia de la Iglesia, con miles de curaciones milagrosas que obró aún durante su vida, sin contar las conversiones, etc. Fue gracias a él, un gran devoto de San José, que se construyó la magnífica basílica – Oratorio de San José – en Montreal. Cuando murió, en 1937, más de un millón de personas (incluyendo muchos Protestantes) acudieron a su funeral, tan venerado era en Norteamérica ya durante su vida.
    (Si alguién está interesado, aquí hay un precioso librito sobre su vida, en Español: https://www.autorescatolicos.org/PDF004/AAAUTORES08331.pdf.)

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