Una hermosa misa en Toledo

por La Cigüeña de la Torre | 27 noviembre, 2016

La de hoy retransmitida por TV2. Casi todas son excelentes y algunas todavía se superan. Como la de hoy. En un pueblo manchego de escasos habitantes que tiene una iglesia verdaderamente catedralicia. Ya la quisiera como iglesia matriz alguna diócesis española.

Yo guardo de Yepes dos recuerdos del pasado. Su templo, monumental, por fuera y por dentro, y un vino blanco que me pareció glorioso y que habiendo preguntado recientemente por él me dijeron que yo no existía o que ya no era el que fue.

Pues con ese recuerdo asistí a la misa televisiva de hoy. Que os cuento,

El templo, amplísimo, estaba lleno.  Y a unas horas intempestivas. Vale que haya personas que quieran verse en televisión y hagan el sacrificio de madrugar para ello. Pero serán contadísimas. No sé los habitantes que tendrá Yepes y no me apetece ni me sobra el tiempo, comprobarlo. ¿Sobre tres mil? Pues estaba allí casi todo el pueblo. es un decir. Y además no un conjunto de señoras mayores, pr ser respetuoso con su edad, sino ancianos, mayores, mediados, jóvenes y hasta niños. Una media que ya la quisieran para sí muchas parroquias de España. Notablemente baja en la edad. Algo tendrá que ver el párroco en ello.

Los concelebrantes, cuatro, de edades jovencísimas para lo que se lleva. Nada en contra de concelebrantes ancianos. Todo mi reconocimiento por unas vidas entregadas a la Iglesia. Me encanta verlos. Reconociendo sus múltiples servicios prestados. Recuerdo hace ya unos cuantos años la visita a un pueblo de Madrid, periférico, con una iglesia también monumental, en la que el párroco, que amablemente nos la mostraba, vestido de camuflaje, ante una pregunta mía, tal vez algo impertinente pero moderada, me contestó: Yo aquí sigo, con todas mes deficiencias que serán muchas, la gran mayoría de mis compañeros de promoción se han ido. Pues como para reconocerlo.

La homilía del párroco, y creo que también vicario episcopal, leída, excelente. No le felicito sólo por la homilía sino por tener una feligresía así. En lo que algo tendrá que ver. Todos los concelebrantes parecía que llevaban la tirilla blanca. Les acompañaban un buen número de monaguillos. Casi una decena. Impecables en el vestido y en el comportamiento.

El coro era tachunda, no puedes pedir otra cosa en un pueblo de escasos habitantes salvo que lo traigan de fuera, pero cantaban bien y hasta con una flauta que también lo hacía bien. Con un mérito sobreañadido. Era fundamentalmente un coro infantil. Pues un párroco, y su vicario, o sus vicarios si fueren más de uno, que en Toledo todo es posible, que consiguen tener a una parte de la infancia con horas de ensayo y permanencia, chapeau. Y también a los padres que envían a sus niños. En lo que algo tendrá que ver también el párroco.

Me pareció también digno de traeros a la consideración el que en el canon se mencionara al obispo auxiliar después del titular. Para mí no es lo habitual aunque no sé si en Toledo es costumbre establecida. No frecuento evidentemente misas toledanas pero unas cuantas más que una he oído. Y no recuerdo el hecho aunque es muy posible que por despiste mío. Me parece óptimo que en las diócesis que los tengan se interceda ante Dios por el obispo auxiliar, nominatim o al menos con mención del cargo. Y pediría también que no olvidaran las diócesis a sus obispos eméritos que también merecen nuestras oraciones. Por todo lo que han dedicado a ellas con mayor o menor acierto. Yo creo que en Madrid se debería mencionar en la misa a nuestro obispo emérito Antonio, en Orihuela-Alicante a Rafael, en Barcelona a Luis, en Toledo a Francisco, en Tuy-Vigo a José y enn otras a las que correspondieren. Algunos, de los que no he mencionado, me repatean muchísimo. Pero no les iba a negar mi oración. Aunque siguiera pensando que hayan sido hijos de mala madre sin poner para nada en duda las virtudes de su progenitora.

Creo que Toledo ha tenido, todavía tiene uno, dos Ángeles dignísimos por los que es bueno encomendarlos a Dios. Uno en Toledo, como obispo auxiliar, al que me ha encantado oír mencionar en la misa de hoy y al que yo encomendé, y otro, auxiliar que fue, hoy emérito de Segovia, al que también encomiendo a Dios y él lo sabe. Que ya de los jubilados uno no disimula sus afectos. No les comprometen ya. Igual hasta me hacen caso y terminan incluyendo en el canón, después del residencial y su auxiliar o auxiliares a los eméritos de la diócesis.

La comunión mayoritariamente en la boca, ¿dice algo también en favor? Es evidente que acepto plenamente la comunión en la mano. La he distribuido miles de veces. Pero los gustos de cada uno son los que son.

Pues, como resumen. Me he quedado encantado con la misa de hoy. Toledo de mis amores.