Un muy querido amigo ha festejado el día de hoy, 2 de mayo, enviando a su lista de correos un viejo artículo mío. Es de 1991 y yo lo tenía olvidadísimo. Es largo, trabajado y creo que demuestra el carácter religioso, además del patriótico y monárquico de aquella guerra. Os lo enlazo por si alguien tuviera interés en ello. Y por supuesto agradeciendo al enviante el hecho y la ya viejísima amistad, aunque él sea de la edad de mis hijos mayores, que siempre me ha demostrado. Dejo que sean sus amigas palabras en el envío las que cierren esta introducción: Con motivo de la celebración del 2 de mayo, os envío un artículo que esperosea de vuestro interés. El autor es sumamente conocido, aunque no todo el mundo conoce su faceta de especialista en la historia eclesiástica del siglo XIX español. Espero que sea de vuestro agrado. Creo que somos el único pueblo que no celebra debidamente un hecho histórico como el que se conmemora mañana. Recordemos en estos momentos aquellas gallardas palabras que pronunció el alcalde de Móstoles: «Españoles, la Patria está en peligro, acudid a salvarla…» http://www.fundacionspeiro.org/verbo/1991/V-293-294-P-445-516.pdf
Una guerra de religión: La de la Independencia española (1808-1814)
| 02 mayo, 2015
Tienes el colmillo retorcido, gdo y sostengo que Mons. Lefebvre NO fue ni siquiera acusado de herejía sino de cismático.
Lutero fue hereje primero y cismático después y aunque las cúpulas traten de unificar la praxis religiosa suprimiendo el cisma desde un punto de vita formal canónico siempre que se confiese la interreligiosidad , sin embargo no se combate la herejía, antes por el contrario todo se admite como supuestos de elucubración, importa solo el activismo, cual el propio Francisco dijo a una comisión de protestantes de la llamada iglesia católica antigua de Utrech.
Se puede en la actualidad ser un hereje redomado y estar hasta en las cúpulas de la Religión Católica como es bien evidente en las propuestas formuladas para la próxima tenida en octubre del Sínodo Miniconcilio para la Familia Universal Talmúdica.
Por ahí no pasaron San Atanasio ni el arzobispo Lefebvre. Aunque los Rasca que te Rasca como cocodrilos -galápagos se traguen lo que les echen de heterodoxias ¡capaces de condenar a Lefebvre por cismático!
Se refiere vanlop al gran San Atanasio como el campeón que fue antiarriano. Pero con toda probabilidad San Atanasio no sería quien es en toda su estatura católica y repercusión ortodoxa si no hubiera habido un San Osio de Córdoba, y digo San Osio porque los ortodoxos lo conmemoran y tienen como santo aunque la Iglesia Católica en su rito romano no lo haya elevado a su canon y hasta lo tenga por sospechoso de arrianismo final cuando ha sido el supercampeón antiarriano por excelencia además de inspirador del Decreto de Milán de Libertad Religiosa para los Católicos en su función episcopal de consjero religioso de Constantino I.
Se le acusó a nuestro Osio de Córdoba, lider junto con el obispo portugués de Faro,del Concilio de Elvira o Iliberri, II de los Ecuménicos católicos de la Iglesia, celebrado en el hoy Sacromonte de Granada, de haber claudicado después ya a edad centenaria cuando fue llamado a Firmio por el emperador arriano descendente de Constantino,y maltratado para que firmara un credo consensuado semiarriano, en cualquier caso mucho menos descatolizado que el del borrador ecuménico de hoy interreligioso de Kásper. Y ese trampantojo para difamarle supuso su muerte en ese viaje aunque martirial, inicuo y su difamación consiguiente en el orbe católico. Pero nadie podrá borrar las alabanzas que le dedicó durante su vida el propio San Atanasio.
Y esto por asociación de ideas me trae hasta Mons. Lefebrvre que para mi es el gran San Atanasio de hoy aunque haya sido descalificado con el anatema de cismático. Un arzobispo que se sintió obligado en conciencia a crear obispos católicos para preservar una línea segura sin posibles confusiones en la consagragación y sucesión sacerdotal de liturgos de Cristo en su iglesia. Sacerdotes-Liturgos que no se quedan en simples pastores sin consagración con los poderes sacerdotales transmitidos por el propio Jesucristo. Fundamental razón de ser en la Iglesia y que en la actualidad también está confundido al desacralizarse y desvirtuada su razón de ser desde que el episcopado francés declaró el sacerdocio común de los fieles que supone un rejón de muerte para la Religión Católica y la misión de salvación encomendada a la Iglesia.
La situación es más desesperada que en el arrianismo porque las herejías se han declarado no habidas y admisibles en el buenismo consentidor y promiscuo, todas pululando en la Iglesia . Solo queda como nefando Mons. Lefebvre al que han logrado neutralizar los poderes descatolizadores. Con llamarlo cismático e integrista ya se han justificado sus contrarios. Y sin embargo nadie le podrá acusar de herético, de lo que no todos los hombres de iglesia, hoy, podrían salir indemnes sometidos al crisol de la prueba.
Dese cuenta Sr. Blogger, que escriba usted lo que escriba, el padre Riera va a encontrar razones para meterse con el Papa.
Estoy seguro que si Madrid o Barça no ganan la Champion será culpa de Jorge Mario Bergoglio, y si la bolsa cae 30 puntos y la prima de riesgo se queda embarazada del primo de Murcia, también.
Me recuerda mucho a cierto «enterao» que sale de tertuliano en la radio (de apellido Adriansens y costumbres «locuelillas») que sea lo que sea de lo que se hable, si es malo la culpa la tiene la Iglesia.
Ya el colmo es que si la Guerra de Independencia fue o no una guerra de religión, asunto interesante y digno de reflexión, concluya el padre Riera en que todo lo malo que tuvo la época de la Restauración (que hubo mucho) es culpa también del Papa.
Esperamos con interés el próximo capítulo en que gana quien gane las elecciones (como no le gusta nadie) Riera pensará que es culpa del Papa.
De tan repetitivo se ha vuelto predecible y cansino. Aunque lo haga en versitos
Las llamadas desamortizaciones de «manos muertas» y fraseología demagógica por el estilo que beneficiaron a la plutocracia con el empobrecimiento consiguiente de los desclasados proletarios agrrícolas se inicaron con los hombres de gobierno en torno al reinado de Carlos III, como el Tratado de regalía de Amortización, de Campomanes 1765, Memorial Ajustado de P. Olavide 1784 y el Informe sobre la Ley Agraria de Joivellanos 1795, con propuestas de menos a más en su radicalización liberal economicista.
Más tarde con Carlos IV aparece la Desamortización de Godoy quien con la anuencia de la Santa Sede en 1798, siendo secretario de Hacienda el fianciero tecnócrata «Mariano Luis de URQUIJO se queda con todos los bienes de los jesuitas para con su venta atender a la Deuda Pública, motivación que ya en los anteriores movimientos ideológico-hacendísticos llevaban ese fin de atender el enorme déficit del gasto público.
Llega José Bonaparte, no dirá Arteta y otros que no era enormemente francés e ilustrado, quien en 1809 decreta la supresión de todas las órdenes regulares y clericales confiscando todos sus bienes para con su venta atender los gastos de guerra y avituallamiento de sus tropas invasoras
Aparecen las Cortes de Cádiz que evalúan la deuda acumulada en SIETE mil millones de vales reales estimada por Argüelles el secretario de Hacienda para cuya amortización propone el embargo de los bienes de los afrancesados y órdenes miltares que no se llevaría a cabo; a la vez que se desamortizaban «todos los terrenos de baldíos o realengos y de propios y arbitrios» de los municipios con la finalidad de proporcionar «un auxilio a las necesidades públicas, un premio a los beneméritos defensores de la patria, y un socorro a los ciudadanos no propietarios». .
Sobreviene el trienio liberal que en 1822 la retoma y lleva a efecto. Suprimió «todos los monasterios de las Órdenes monacales; los canónigos regulares de San Benito, de la congregación claustral tarraconense y cesaraugustana; los de San Agustín y los premonstratenses; los conventos y colegios de las Órdenes Militares de Santiago, Calatrava, Montesa y Alcántara; los de la Orden de San Juan de Jerusalén, los de la de San Juan de Dios y los betlemitas, y todos los demás hospitales de cualquier clase». Sus bienes muebles e inmuebles quedaron «aplicados al crédito público» por lo que fueron declarados «bienes nacionales» sujetos a su inmediata desamortización.
Llega la célebre de Alvarez Mendizábal en 1836, ministro de la reina María Cristina. La división de los lotes se encomendó a comisiones municipales, éstas se aprovecharon de su poder para hacer manipulaciones y configurar grandes lotes inasequibles a los pequeños propietarios; pero pagables, en cambio, por las oligarquías muy adineradas que podían comprar tanto grandes lotes como pequeños.
Los pequeños labradores no pudieron entrar en las pujas y las tierras fueron compradas por nobles y burgueses urbanos adinerados, de forma que no pudo crearse una verdadera burguesía o clase media en España que sacase al país de su marasmo.
Los terrenos desamortizados por el gobierno fueron únicamente los pertenecientes al clero regular. Por esto la Iglesia tomó la decisión de excomulgar tanto a los expropiadores como a los compradores de las tierras, lo que hizo que muchos no se decidieran a comprar directamente las tierras y lo hicieron a través de intermediarios o testaferros
Vino después el general Espartero, 1841, , nombrado regente, que impuso durante tres años la desamortización que lleva su nombre. Y de nuevo en 1855, en el bienio progresista Espartero-O´Donnell, la tremenda desamortización de Pascual Madoz. «Ley Madoz» o Ley general de desamortización de 1 de mayo de 1855:
Se declaran en estado de venta, con arreglo a las prescripciones de la presente ley, y sin perjuicio de cargas y servidumbres a que legítimamente estén sujetos, todos los predios rústicos y urbanos, censos y foros pertenecientes: al Estado, al clero, a las órdenes militares de Santiago, Alcántara, Montesa y San Juan de Jerusalén, a cofradías, obras pías y santuarios, al secuestro del exinfante Don Carlos, a los propios y comunes de los pueblos, a la beneficencia, a la instrucción pública. Y cualesquiera otros pertenecientes a manos muertas, ya estén o no mandados vender por leyes anteriores.
Muchos campesinos se vieron afectados al verse privados de unos recursos que contribuían a su subsistencia —leña, pastos etc.—, por lo cual se acentuó la tendencia emigratoria de la población rural, que se dirigió a zonas industrializadas del país o a América. Este fenómeno migratorio alcanzó niveles muy altos a finales del siglo XIX y principios del XX.
Otra de las consecuencias sociales fue la exclaustración de miles de religiosos que fue iniciada por el gobierno del conde de Toreno que aprobó la Real Orden de Exclaustración Eclesiástica de 1835 (25 de julio) por la que se suprimían todos los conventos en los que no hubiera al menos doce religiosos profesos. Ya bajo el gobierno de Mendizábal se precisó (11 de octubre) que sólo subsistirían ocho monasterios en toda España. Finalmente, el 8 de marzo de 1836, apareció un nuevo decreto que suprimía todos los conventos de religiosos (con algunas excepciones, como escolapios y hospitalarios), y un año después se dictó otro más (29 de julio de 1837) que hacía lo propio con los conventos femeninos (salvo los de las Hermanas de la Caridad).
Así relató A. Fernández de los Ríos veinte años después la exclaustración que dirigió en Madrid Salustiano de Olózaga:La operación se hizo con suma facilidad: la mayor parte de los frailes estaban provistos de vestidos profanos, y pocos pidieron compañía para salir de los conventos, de los cuales se marcharon con la presteza de quien anticipadamente tuviera dispuesta y organizada la mudanza. A las once de la mañana, todos los alcaldes habían dado parte de haber cumplido el primer extremo de su misión, el de desocupar los conventos: don Manuel Cantero, que ejercía las funciones de alcalde, era el único de quien nada se sabía. Olózaga le escribió estas líneas: «Todos han dado ya parte de haber despachado menos Vd.». Cantero contestó: «Los demás sólo han tenido que vestirlos; yo tengo que afeitarlos» refiriéndose a los más de cien capuchinos de la Paciencia que había en su distrito.
Julio Caro Baroja es de suponer que al autosuficiente ilustrado academicista Arteta no le parezca un ignorante o clericalón o retrógrado,escribió citando al liberal progresista Fermín Caballero en 1837, poco después de la exclaustración: «La extinción total de las órdenes religiosas es el paso más gigantesco que hemos dado en la época presente; es el verdadero acto de reforma y de revolución. A la generación actual le sorprende no hallar por parte alguna las capillas y hábitos que viera desde la niñez, de tan variadas formas y matices como eran multiplicados los nombres de benitos, gerónimos, mostenses, basilios, franciscos, capuchinos, gilitos, etc., ¡pero no admirarán menos nuestros sucesores la transformación, cuando tradicionalmente sólo por los libros sepan lo que eran los frailes y cómo acabaron, y cuando para enterarse de sus trajes tengan que acudir a las estampas o a los museos! ¡Entonces sí que ofrecerán novedad e interés en las tablas El diablo predicador, La fuerza del sino y otras composiciones dramáticas en que median frailes!». Curiosamente hoy en el 2015 esta obra exterminadora es llevada a cabo desde el interior de las instituciones religiosas que fueron católicas y contra las que no pudieron los impíos pese a todo.
Uno de los objetivos de la desamortización fue permitir la consolidación del régimen liberal y que todos aquellos que compraran tierras formaran una nueva clase de pequeños y medianos propietarios adeptos al régimen. Sin embargo no se consiguió este objetivo, al adquirir la mayor parte de las tierras desamortizadas, particularmente en el sur de España, los grandes propietarios.
La mitad de las tierras que se vendían habían formado parte del comunal, las tierras comunes a los campesinos y gente rural. Las zonas rurales aún hoy suponen el 90 % del territorio de España. Las tierras comunales completaban la precaria economía de los campesinos ya que suponían recolección de frutos o pasto y eran mantenidas y gestionadas por toda la comunidad.
Su desamortización significaba la destrucción de sistemas de vida y organizaciones populares de autogestión centenarias.
Ya puestos a ser hombres y mujeres de hoy tan pegados a la ecología como seguramente lo es el comentarista Arteta de los Artetas de toda la vida, sépase que: Desde el punto de vista del medio natural, la desamortización supuso el paso a manos privadas de millones de hectáreas de montes, que acabaron siendo talados y roturados, causando un inmenso daño al patrimonio natural español, lo cual aún hoy es perceptible. En efecto, el coste de las reforestaciones, en curso desde hace setenta años, supera en mucho a lo que entonces se obtuviera de las ventas.
Las desamortizaciones del siglo XIX fueron seguramente la mayor catástrofe ecológica sufrida por la Península Ibérica durante los últimos siglos, particularmente la llamada «desamortización de Madoz». En esa desamortización, enormes extensiones de bosques de titularidad pública fueron privatizadas. Los oligarcas que entonces compraron las tierras, en su mayor parte, pagaron las tierras haciendo carbón vegetal el bosque mediterráneo adquirido. Así esquilmaron todos los recursos de esos montes inmediatamente después de adquirirlos, y buena parte de la deforestación ibérica se originó en esa época. Causando la extinción de gran número de especies vegetales y animales en esas regiones.
¿AH! Basta con irse a Wikipedia, si tanto se invoca este medio, para cortar y pegar y difundir, sin tener necesidad de tan afliadas razones artetianas, afiladas y sin embargo tendenciosas. Un poco más de objetividad siempre es más honrable también historizando tiempos y épocas. Queda además demostrado que el concepto NACIONAL existía como concepto político. Mal que le pese.
Pero…como seria el Señor tan tonto de molestarse en Encarnarse,Padecer y Morir por nosotros….,si con tan solo ser buenecitos bastaba y sobraba????
Siempre han sido muy dados los jesuitas a las casuisticas y a las gradaciones….Con razón el genial Pascal no podía verlos ni en pintura…
Blaise dijo aquello de»fútil Descartes»….
Habrá que añadir :Futiles jesuitas!
Al fin,estos de-formaron a D.Renato…
Hoy se celebra la fiesta de S. Atanasio, que a pesar de todas las dificultades, fue desterrado cinco veces, luchó contra el arrianismo y gracias a él hoy somos católicos y no arrianos.
Viene esto a cuento que, aunque la Iglesia está en un gran peligro, puede que no tan grande como el arrianismo, no sale ningún defensor de la fe aunque le cueste ser perseguido. Pero incluso tampoco se ven hombres o mujeres santos, como se veian hasta hace no tanto, gentes que todo el mundo consideraba que eran santos.
Tal vez porque la situacion no es tan desesperada que cuando el arrianismo.
No cabe duda que es un artículo muy trabajado con una cantidad inmensa de documentación consultada.
Sin duda, la guerra es en gran medida en defensa de la religión y dado que Dios iba antes que el rey, podemos decir que fue una guerra religiosa. Desgraciadamente lo fue por parte del pueblo, pero no por parte de la gente instruida, que o bien colaboraron o bien hicieron su revolución personal, que se pondría de manifiesto varios años depsués y durante buena parte del siglo.
Porque, aparte los desastres de la guerra, un millón de muertos, cosa de casi el 10 % de la población y la destrucción de la poca industria que había, la guerra supuso la invasión masónica, primero la rama francesa, tras los ejércitos invasores y luego la inglesa tras Wellinton. Y debe quedar claro que si los frnaceses destruyeron, los ingleses no se quedaron cortos y se aseguraron que desapareciera toda la industria que podía competir ocn ellos.
Detrás de los masones vinieron los banqueros, que se quedaron con lo poco que había. Por ejemplo, la casa Roschild se quedó con las minas de Almadén. El mercurio entonces era un mineral estratégico pues se usaba en la obtención del oro.
Y durante el siglo, los franceses, teóricamente amigos, pues eran los enemigos de Napoleón y los ingleses, también teóricamente amigos, se dedicaron con fruición a llevarse lo que pudieron, empezando por el imperio americano.
Y todo el esfuerzo de la gente para defender la religión, en unos años de «paz» quedó eliminado. Aunque desde luego, la eliminación de la religión se ha producido en estos años, aunque de entonces vienen las semillas.
UN PUEBLO AZAZ SOMETIDO,
PERO DE FE PORTENTOSA,
DOBLÓ A LA FRANCIA ORGULLOSA,
Y ENTERRÓ SU SINSENTIDO…
VERDAD FUE QUE HA COMBATIDO;
VERDAD SU GUERRILLA HONROSA;
VERDAD LA PAZ,VICTORIOSA,
DE EXPULSAR A UN SIRE HUNDIDO…
QUE CON DIMES NO ME VENGAN,
NI DIRETES DE ACADEMIA;
NI CON MAITINES Y SONES…
¡ME DA IGUAL QUE IDEAS TENGAN!:
DE ES’PAÑA A RUSIA Y BOHEMIA,
DIMOS LEÑA A LOS MASONES…
Nos robaron la guerra de la independencia colándonos a Wellington, al servicio de los banqueros. Y así luego robaron las tierras de la Iglesia y el pueblo, con Mendizábal, un agente de la casa Rothschild. Lo visten con mucha palabrería de progreso y tal y tal. La deuda, la deuda, la maldita deuda, es el procedimiento para esclavizarnos, que usaron en el siglo XIX y que exactamente igual han usado ahora. El mismo truco. Tienen ejércitos de falsarios para vendernos la burra, lo copan todo y no dejan más que pequeños resquicios de libertad, cada vez menores.
Toda la historia del siglo XIX español está falsificada, por el sencillo procedimiento de hacer desaparecer al actor principal: la casa Rothschild.
Como la del siglo XX. Como la de nuestros últimos cuarenta años, aquí también por el procedimiento de hacer desaparecer al actor principal: el Opus. Como lo que sucede ahora y no cuentan los periódicos, con el mismo actor.
Para j.m.r.c.: la sucesión del arzobispo de Mérida-Badajoz se producirá automáticamente en el momento en que el Papa le acepte la dimisión: tiene arzobispo coadjutor, mons. Celso Morga. De lo demás no tengo ni idea.
Un saludo.
Menéndez de Luarca, el bravo obispo de Santander proclamó en 1808:
”A pelear por la religión, por Dios, por Jesucristo, por el rey, por la Patria, por el Pueblo, por la Justicia y por vuestra seguridad, pues de lo contrario llegará vuestra perdición”
Ya sé que me salgo del tema, pero Santander lleva casi cinco meses sin obispo.De los relevos en Barcelona, Lérida y Vitoria no se sabe nada.En una semana dimite el arzobispo de Badajoz.Del traslado del de Palencia, nada.De los auxiliares que pidió Cañizares, cero.Del auxiliar pedido por Blázquez, otro tanto.Si se sigue con esta parsimonia, nos darán las uvas y no se habrá movido nada.Ruego a quienes sepan algo sobre esto que nos lo digan.
El problema es que ese discurso es una falsificación histórica de cabo a rabo. Lo que hicieron los dos (¡no sólo don Andrés Torrejón!) alcaldes de Móstoles, Andrés Torrejón y Simón Hernández, fue únicamente firmar una carta redactada de antemano (ni siquiera la escribieron ellos) que un alto funcionario real fue dando a leer a los alcaldes de los pueblos por los que pasó. La carta decía así:
«Es notorio que los franceses apostados en las cercanías de Madrid, y dentro de la Corte, han tomado la ofensa sobre este pueblo capital y las tropas españolas; por manera que en Madrid está corriendo a estas horas mucha sangre. Somos españoles y es necesario que muramos por el rey y por la patria, armándonos contra unos perfidos que, so color de amistad y alianza, nos quieren imponer un pesado yugo, después de haberse apoderado de la augusta persona del rey. Procedan vuestras mercedes, pues, a tomar las más activas providencias para escarmentar tal perfidia, acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos, y alistandonos, pues no hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son.»
Como se ve, bastante distinta del «bando» que se nos ha vendido corrientemente. Además, en contra de la versión popular, el mal llamado «bando» tuvo pocas consecuencias, pues los altos mandos militares abortaron los conatos de levantamiento que se produjeron a los pocos días (aunque también es cierto que fue este «bando» el que permitió que la gente supiera de lo ocurrido en Madrid). Más aún: Murat ordenó arrestar a los dos alcaldes de Móstoles que se lavaron las manos diciendo que aquello no fue obra suya.
Recomiendo en ese sentido el artículo de la Wikipedia, que es muy completo.
Blogger
En un post anterior,nos quedó pendiente debatir sobre mi comparación del card.Bergoglio con Rousseau.A ti no te cuadraba.
Te explico.El enciclopedista,negagaba el pecado original.Por tanto,negaba el fomes pecati que tenemos todo ser humano.Según él,la maldad humana proviene de la falta de intrucción adecuada:Educa a un hombre,y será bueno.
Ahora bien.El card.Bergoglio,al postular que le da igual quién eduque a los niños,y afirmar que lo importante es que estén educados,se pone en la misma estela del pseudofilósofo francés.
¿Empiezas a entender?