Una frase lapidaria de Specola

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Le salió redonda:

«El buenismo de fraternidades sin paternidades».

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No existen. Para que haya hermanos tiene que haber padres comunes. En otro caso no se pasará de un tutti frutti.

Si hasta es una estupidez el amigos todos. Para que haya amistad se necesita  relación, afecto, contraprestación, cercanía, afinidad… No existe la amistad universal. La de la mujer maltratada con su maltratador, la del asesinado con su asesino, la del que le han ocupado su casa con el okupa, la del engañado con el engañador…

Ya está bien de palabras huecas y sin sentido.

Comentarios
7 comentarios en “Una frase lapidaria de Specola
  1. Eso de fraternidad suena bien, pero es un trampantojo del mal. En la revolución francesa se decía que era uno de sus principios, y de dedicaron primero a asesinar a los diferentes y a los católicos y luego entre ellos mismos. Tuvo que llegar Napoleón para que en vez de matarse entre ellos se dedicasen a matar europeos.
    Una vez mas ese intento fallido de ser el Trucho se dedica a la propaganda, falsa, en vez de a la verdadera evangelizazión. ¿Porque no contesta los Dubia? si le preocupase lo mas mínimo la fraternidad con los católicos lo haría. En el Trilero porteño todo es apariencia, artificio y falsedad. Hace falta una pequeña sorpresa, como una señora china le tome del brazo, para que podamos ver la fraternidad de Bergoglio. No le compraría jamas un coche usado y menos si se rie al intentar vendermelo.

  2. Pues, creo que no, parece que en el evangelio, se cita otro «padre» y su apellido es «de la mentira» Así que la hermandad que pretenden ciertos hombres tiene padre. No nos engañemos. El mentiroso desde el principio es el que ha engendrado esos hijos.

  3. Si, tendriamos que eliminar lo del amor a los enemigos, amar a los que nos odian y todas esas sandeces ¡a quien se le ocurre decir esas chorradas!

  4. Toda la razón a Specola y a usted D. Francisco, fraternidad con el maltratador, con el okupa, con el estafador, con el narcotraficante. ¡Por Dios!. LLevamos milenios en el mundo, pero históricos escritos vamos a poner 6.000. Y ahora nos damos cuenta de la fraternidad universal. Los males vienen del PECADO esa palabra tan fea que no gusta pronunciar y que algunos dicen que ha pasado de moda. Pero es que además el PECADO viene del demonio, otra figura que hay que desterrar. Pero es que el demonio vino del orgullo y soberbia de un ángel bellísimo que quiso enmerdarle la plana al Creador. No querer ver la realidad es darle vueltas a un círculo, y esa actitud no sirve más que para marearnos.

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