Una carta anónima de apoyo que recibió en la cárcel el cardenal Pell

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La salud de Benedicto XVI, "extremadamente frágil", según su biógrafo

Hoy conocemos el remitente: Benedicto XVI.

Lo refiere Specola:

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El cardenal Pell, en su libro Diario de una prisión, relata que: «También ha llegado una fotocopia misteriosa de una carta del Vaticano, sin firma. Fue muy alentadora “en este momento difícil, todo el tiempo, me mantuve cerca de ella con mis oraciones y mi apoyo espiritual”. El autor dice que lamenta mi condena, luego, para mi sorpresa, escribe: «Usted ha ayudado a la Iglesia católica en Australia a salir de un liberalismo destructivo, guiándola nuevamente hacia la profundidad y la belleza de la fe católica … me temo que ahora tendrás que pagar también por tu catolicidad inquebrantable, pero así estará muy cerca del Señor».  Concluyó con la promesa de «cercanía continua en la oración». El autor anónimo de esa carta que llegó a la prisión australiana  fue revelado por primera vez por el propio Pell:  «Esa carta era de Benedicto XVI».

Comentarios
9 comentarios en “Una carta anónima de apoyo que recibió en la cárcel el cardenal Pell
  1. «Usted ha ayudado a la Iglesia católica en Australia a salir de un liberalismo destructivo, guiándola nuevamente hacia la profundidad y la belleza de la fe católica»

    Me interesaría saber el detalle concreto de este «liberalismo destructivo» en que había caído la Iglesia Católica en Australia, al desconocer la vida interna de esta iglesia… ¿habían permitido el aborto o lo transgénero?

  2. su santidad benedicto xvi demostrando que la belleza de la fe y de la verdad triunfaran.
    en contraste la maldad anticatolica de bergoglio y de sus lacayos esta destinada a la derrota.

  3. Benedicto XVI: padre, pastor, pontìfice, sabio, santo. Gracias, Monseñor Pell… yo tambièn recè mucho por usted cuando estaba preso! Dios los bendiga a ambos!

  4. El cartel Pell en diciembre de 2018 fue inicialmente declarado culpable de delitos sexuales sobre menores y,​ en febrero de 2019, se ordenó su ingreso en prisión.Tras la condena, el papa Francisco le prohibió el ejercicio público del ministerio sacerdotal y de cualquier contacto con menores;siendo también apartado de la Secretaría de Economía de la Santa Sede.
    Sin embargo, tras algo más de un año en prisión, la Corte Suprema de Australia, máxima instancia judicial del país, anuló por unanimidad la condena por abusos sexuales, al existir «la significativa posibilidad de que una persona inocente haya sido condenada con unas pruebas que no establecían la culpabilidad con el grado de prueba requerido», siendo Pell inmediatamente puesto en libertad.

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