| 01 julio, 2018
Según Sandro Magister. Y no pocos pensarán que no le falta razón. A Magister,
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“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Según Sandro Magister. Y no pocos pensarán que no le falta razón. A Magister,
¿Pero de verdad tiene un pensamiento coherente…?
No lo creo.
Más bien me parece una persona a la que se le ha ido la olla, por razones de edad, o las que sean, y que Dios me perdone.
O que los enemigos ya están dentro de la Iglesia, y en su cúpula, que también.
Lo que le ocurre a la Iglesia no es de ahora.Hunde sus raíces hace medio siglo.Este pontífice es solo un eslabón más de una suave cadena de despropósitos que comenzó con alguien muy bueno (eso dicen) que convocó un concilio pastoral en el que, en las palabras, se ratificaba Trento y, en los hechos, se demolía Trento por la puerta de atrás.Es decir, de iure nada cambió; de facto, no quedó piedra sobre piedra.Hoy la Iglesia es un edificio carcomido con señales de derrumbe inmediato.El problema es que su colapso nos aplastará a todos.
¿Y por qué a los católicos de ahora nos han empujado a creer que de lo que piense o hable en Roma el papa de turno, o de sus gustos y preferencias depende la supervivencia de la fe y, por ende, de la Iglesia universal? ¿Es que seguimos a un líder cambiante o al emperador que nombran los electores? ¿Es que se ha eclipsado ya Jesucristo y han pasado sus palabras?
Pues desde que en 1870 se definió el dogma de la infabilidad papal en el Concilio Vaticnao I. Craso error y creer que la mente del Papa es la misma mente de Dios, porque creemos lo mismo que creían los egipcios que el Faraón era el hijo de Dios, o los emperadores antiguos. Todo ha derivado en una papolatría y adoración al hombre que habita en el Vaticano, que se ha salvado por los pelos porque los anteriores papas eran dignos, y como parece estamos al viento del papa de turno, como si fuera un líder terrenal. En lo que se trata es de tácticas y juegos con el mundo por la superviviencia, no en la palabra de Dios que dejó bien escrita en el Antiguo y Nuevo Testamento, el resto es palabra de hombre.
Ecumenismo… Quedé harto de esta palabra durante mi infancia y primera juventud. Ahora,otra vez,con la misma monserga. Hasta cuando abusará…….. de nuestra paciencia!
Los… son para no citar al aludido,ya que en la misa de ayer en 13 tv, el sacerdote dijo que era grave pecado no estar de acuerdo con el….
Coincido con los comentarios precedentes y sólo añado una consideración: teniendo en cuenta todo los dicho, ¿qué es lo que más descoloca a Bergoglio?. ¿Acaso los cuatro cardenales de los Dubia o el mismo libro de Sire «El Papa dictador»? Yo creo que no. Lo que no encaja en sus planteamientos son casos como el de Asia Bibi o los católicos chinos y los cristianos asesinados en países islámicos (Recuérdese que en la isla de Lesbos había árabes cristianos entre los allí congregados y a ninguno de ellos incluyó en el grupo que metió en el helicóptero a su vuelta) Son los mártires del tipo que sea lo que no es capaz de procesar esa cabeza habitada por un magma ecuménico. Y así los trata…
a bergoglio, como buen hipócrita que es, le gusta jugar a que si, a que no, pero su objetivo definitivo es aplicar la agenda de la mafia de san galo, la cual consiste en demoler la doctrina católica.
No es que no se sepa lo que quiere, quiere reformar la Iglesia y aplanarla, «humanizarla», lo quiere hacer «democráticamente», consultando, dejando hacer, como en el fútbol jugando para ver si alguna entra, pero lo tienen que hacer los demás, él no lo va a hacer, lo harán los demás y lo van a hacer «de hecho» nunca por escrito, si lo quieren hacer por escrito los van a parar para que nada escrito quede, que en el futuro nada lo pueda comprometer. Con los alemanes pasó eso, lo «escribieron», igual con los polacos. Lo de Chile lo dejó explotar solito para que no se dijera que era un tema de «países limítrofes y rivalidades», luego se «sorprendió» y actuó a medias, un empate.
Conviene matizar que, en realidad, sí se sabe como piensa y actúa el argentino. Es muy astuto y para que nadie le pueda acusar directamente, utiliza una táctica muy inteligente, como es la utilizar a los demás para dar una opinión personal. Es el caso de su amigo el periodista italiano Scalfari; se sirve de él para proyectar opiniones que «supuestamente» ha dicho Francisco.
Opinión y opiniones que ciertamente ha dicho Francisco, pero como no las ha dicho de forma personal, NADIE LE PUEDE ACUSAR A FRANCISCO DE QUE LAS HAYA DICHO. Y de esta forma se propaga la confusión, la duda, la incertidumbre, la falta de claridad, la división y el enfrentamiento. Estamos ante una situación realmente terrible.
Quien no tenga claro de cómo actúa Francisco, y se deje llevar por su ambigüedad y las dudas que siembra, no solo lo va a pasar muy mal, sino que acabará perdiendo la propia fe. Cristo habló muy claro y avisó, a través del Evangelio que, cuando nos enfrentemos a situaciones como estas, no debemos dudar que de quien no hable con total claridad, no es una persona fiable y lo dijo con toda claridad: «Vuestra respuesta será Sí o No, todo lo que no sea de esa forma, de mal procede». ¿Entonces?
Jesuita, palabra mala ninguna pero obra buena ni una. Este bueno, ni la palabra ni las obras.
La forma de actuar es de claro manual «modernista». Si uno leyera o re-leyera el libro «El liberalismo es pecado» del padre Sardá y Salvany, vería cómo todos los principales personajes que ocuparon la silla de Pedro y su jerarquía desde la muerte de SS Pío XII hasta ahora quedan perfectamente retratados. Los legítimos monarcas De la Iglesia Católica nos han venido advirtiendo de esta forma de actuar desde hace siglos.
No sabía que Sardá y Salvany hablaran ex-cathedra. Ahora entiendo todo.
Sardá y Salvany son los apellidos de un Sacerdote: Don Félix… No se trata de dos o más sacerdotes.
«Así como te digo que sí, te digo que no. Como te digo que puede ser, te digo que no puede ser».
¿Adivinen en quién estoy pensando?
Yo sí lo sé: Que no le importa ser hereje ni cismático para entregar la Iglesia al mundo. Ya tenemos el cisma. Cada uno tendrá que decidirlo personalmente. María triunfará. Que alguien me corrija pero creo que Francisco NO TIENE PODER para autorizar la INTERCOMUNIÓN ni variar la doctrina de los Sacramentos. Dios nos bendiga a todos los que decidamos cumplir la milenaria doctrina de los Apóstoles.
Así estamos, así estaremos y así va la Iglesia, sin rumbo, dando bandazos, justo ahora, cuando arrecia la fobia anticatólica y cuando necesitábamos un pulso firme y unas ideas claras.Penoso, pero no hay otra cosa, salvo desear que el sucesor lo arregle, aunque, sinceramente, tendrá que ser muy bueno para tapar todas las vías de agua abiertas en el navío.