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Un jesuita chileno expulsado de la Compañía por abuso de menores

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Tiene 96 años por lo que la expulsión es muy particular porque seguirá viviendo en una casa de la Compañía.

https://www.religiondigital.org/vida-religiosa/jesuitas-expulsan-clerigo-chileno-menores-leonel-ibacache_0_2185581424.html

Los abusos se prolongaron mucho tiempo y ¡nadie se enteró! Hasta que alguien los denunció en 2018 cuando este sinvergüenza caradura tenía 95 años.

Que a los 96 se le prohíba celebrar musa en público y en privado y acercarse a menores suena a broma. O a tomadura de pelo. Porque a quienes se debería castigar o incluso expulsar es a los que en tiempos de sus abusos eran sus superiores. Tan inútiles que no se enteraron de nada o tan malvados que, enterándose, asquerosamente le encubrieron. Y el paripé sobre el que está mucho más «pallá que «pacá. Son muchos los casos para que los superiores se sigan llamando a andana.

Comentarios
6 comentarios en “Un jesuita chileno expulsado de la Compañía por abuso de menores
  1. Seguro que por tal mentecatez por parte de los superiores no se va a comisariar a la Compañía de Jesús. En Chile se ha cometido la mayor abominación a nivel moral que uno se pueda imaginar. La Iglesia ha sido totalmente desprestigiada por culpa de unos sacerdotes y obispos enfermos y/o negligentes. La teología del pueblo y la de la liberación han hecho auténticos estragos en la vida y la fe de los católicos, idem Argentina y otros países. El resultado ya se ve: increencia, desprecio hacia la Iglesia, paso a las comunidades protestantes.

  2. El problema a Sido ,es y será el sexo.y con quién.
    Primero el seminario.
    Segundo el selibato.
    Tercero,los niños.
    Cuarto ,con otros hombres.
    Y por último con las mujeres como Dios manda.pero eso sí es pecado,
    O sea que el hombre queda reducido a su mas mínima expresión sexual cuando vive en este valle de mujeres,,,,perdón,,,,de lagrimas

  3. Este caso es un buen ejemplo de la misericordia arrupita y francisquita: el SIN PERDÓN. Cuando tienen que actuar, encubren. Mas, cuando toca hacerlo de cara a la opinión pública -y de paso, autoengañarse acallando una conciencia de la que carecen- se ensañan con personas vulnerables que ya no representan un peligro ni para sí mismos, como sucede en el caso que nos pupa.

    Eso sí, en vez de perdonar, no se cansan de buscar venganza contra los autores de los crímenes perpetrados en El Salvador -¡hace 30 años!- donde fueron asesinados Ellacurría junto a otros jesuitas -todos activistas al servicio del marxismo y no de la fe católica- y dos mujeres inocentes… Se ofrecen a mediar para lograr la «reconciliación» entre los asesinos etarras y sus víctimas, mientras ellos mismos se preocupan de enfrentar a los católicos bien avenidos; mientras, en este lamentable caso de los injustificables asesinatos de El Salvador, su «mediación» en pro de la reconciliación brilla por su ausencia…

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