¿Un caso Dreyfus en la Iglesia española?

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L'affaire Dreyfus - Entre farces et grosses ficelles : Abauzit, Adrien: Amazon.es: Libros

https://www.abc.es/opinion/mariona-gumpert-iglesia-problema-20230811162755-nt.html

La Iglesia española alberga su propio caso Dreyfus
Ha pasado casi una semana desde que regresaron los españoles que
acudieron a encontrarse con el Papa en la Jornada Mundial de la
Juventud, pero todavía resuenan las opiniones –tanto críticas como
favorables– a las novedades que se han introducido este año. Algunos
temen que la Iglesia esté olvidando su verdadero espíritu y misión, pero
a mí me dio confianza una anécdota del evento. Una de las asistentes
recuperó la vista durante la JMJ, algo que nos ensanchó el corazón a los
católicos. Me confortó, además, la reacción del cardenal Omella
–presidente de la Conferencia Episcopal– que declaró: «Demos gracias a
Dios, luego tendrán que valorar los médicos si se podía curar o no se
podía curar». Resulta satisfactorio saber que la Iglesia mantiene la
prudencia ante este tipo de alegres sucesos, que son siempre revisados
con lupa. En este sentido –y hablando en términos mundanos– que a los
católicos nos guíe el papado y toda su jerarquía, con el depuradísimo
Derecho canónico en la mano, nos ha librado de muchas barbaridades. No
de todas, evidentemente (los católicos somos humanos, demasiado
humanos), pero sí –por ejemplo– de la peligrosa libre interpretación de
la Biblia. O de tomar por milagro o aparición algo que no es tal.
Me sorprende dolorosamente que el buen juicio de Omella ante lo sucedido
en la JMJ no resulte coherente con las directrices de la Iglesia en el
llamado caso Gaztelueta: José M. Martínez fue acusado de abuso en 2011
por parte de uno de sus alumnos. La Iglesia abrió una investigación al
profesor, algo que –bajo los criterios del Derecho canónico– no podía
hacer siendo laico el acusado. La investigación concluyó que era
inocente. El caso se mediatizó –en un mal sentido del término– y la
Iglesia entró al trapo; en el programa de Évole ‘Amén, Francisco
responde’ uno de los jóvenes reunidos con el Papa resultó ser la
supuesta víctima de abusos, a quien Francisco aseguró que abriría una
investigación. Y en ello están ahora, saltándose varios de los
principios fundamentales del derecho como el de legalidad penal y de
irretroactividad; nombramiento de un juez ‘ad hoc’, enjuiciamiento de un
laico sin tener competencia para ello, mediatización deliberada del caso
y carácter inquisitorial del proceso (no se le permite al acusado
examinar las pruebas en su contra, ni se le proporciona la investigación
que en su día se realizó, incumpliendo así el principio de igualdad de
armas). Ningún Papa ha estado ni estará libre de defectos, no dejan de
ser personas. De Francisco no sospecho malicia en absoluto, en todo caso
mal asesoramiento por parte de personas con agenda propia. Omella tiene
un problema y se le está haciendo cada vez más grande: la Iglesia
española alberga su propio caso Dreyfus (el oficial francés condenado
sin garantías jurídicas sólo por ser judío). Quienes alientan semejante
barbaridad deberían recordar que, en términos cristianos, cuanto mayor
sea su victoria, mayor será su derrota.

 

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Comentarios
14 comentarios en “¿Un caso Dreyfus en la Iglesia española?
  1. » De Francisco no sospecho malicia en absoluto, en todo caso mal asesoramiento por parte de personas con agenda propia.» Si fuera la primera vez que Francisco ha hecho algo así, lo podría creer, pero no lo es. Padece de una imprudencia supina que lo hace incapaz de cumplir la misión de papa. Eso de echar la culpa a los

  2. Que yo sepa, el afectado ERA DE LA OBRA, y cómo los del Opus Dei (numerarios, supernumerarios, agregados, numerarias auxiliares, etc.), dicen SER PARTE DE LA IGLESIA, pero sólo para lo que les interesa…

    1. Sí sigues en ese cresccendo de amargura, acabarás robando el título a la malagueña Reina del Perchel,y a la primera Dolorosa sevillana coronada canónicamente….

  3. No me da la gana callarme que «el caso Miguel Ángel Barco» también está ahí
    ,parejo del otro.
    EN LA PIEL NEGRA DE OMELLA
    SE ESCONDE EL MISMO SATÁN.
    DONDE LAS TOMAN,
    LAS DAN.
    Y…¡QUÉ MAL VA A ACABAR ELLA !
    SI HOY BRILLA COMO UNA ESTRELLA
    BAJO ROJO TAFETÁN…,
    MAÑANA SE LO DIRÁN
    CUANDO PIERDA LA QUERELLA…

  4. Les sale complicado el caso Gaztelueta, y se lanza el Pícaro de Barbastro a por Torreciudad, se complica eso también y en revancha tenemos nuevo decreto sobre el Opus en agosto. Quien no vea la concatenación está ciego. Lo que trae el nuevo decreto es equiparar el Opus a una asociación, es decir, que después de dos mandatos, el Prelado debe ser removido, y además se le impone un gobierno colegial, porque así ha establecido el Papa que funcionen las asociaciones. Toda la dinámica obediencial hacia el Prelado cae para la espiritualidad del Opus si resulta que el Prelado ya no es vitalicio sino de quita y pon. Los únicos cargos vitalicios que así quedan, salvo renuncia voluntaria, son el Papa y… ¡oh, sorpresa!, el Superior General de los jesuitas. Y habrá quien no vea que toda esta operación contra el Opus es una maquinación de la envidia de los jesuitas, que no quieren que nadie copie sus estructuras.

  5. Este caso sirve para que se retraten.
    Están quedando como Cagsncho en Almagro.
    Seguro que se empecinan y aumentan el ridículo.

    Me slegra que el profesor tenga ya ánimos y empiece a defenderse en público.

    Entonces, los laicos ¿ son o no parte de la Prelatura?. Respuesta: sólo para darles por saco. Es que se os ve mucho el plumero …

  6. Menudo marrón le ha caído a Satué; si fuera por él dejaría languidecer la cosa, pero de arriba se encargan de avivarla. Pueden acabar en el tribunal de derechos humanos.

  7. 1. La chica recuperó la visión porque hizo una novena, y fue en Fátima después de comulgar. Fue en el contexto de la JMJ pero no entiendo esa vinculación.

    2. Omella le dijo a la chica que no hablasd

  8. Veo que se ha subsanado, y se puede leer. Totalmente de acuerdo con la articulista, aunque es parte de un ACOSO más global, no sólo en la Iglesia de España: Torreciudad, y dos Motu-Proprio papales, en agosto.

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