UN ARZOBISPO EJEMPLAR EVOCA A UN GRAN SANTO

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El arzobispo de Oviedo alerta de una conspiración "marxista y masónica" en  España | Público

UN ARZOBISPO EJEMPLAR EVOCA A UN GRAN SANTO

Me impresionó la homilía del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en la fiesta de San Juan de Ávila. Ni una palabra de más, ningún término confuso o que necesite interpretación. Una exposición clara y concreta.

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El santo nació en 1499 en Almodóvar del Campo, (Ciudad Real) y fue hijo único de Alonso de Ávila, descendiente de judíos y de Catalina Xixón. Murió en Montilla el 10 de mayo de 1569. Fue beatificado por León XIII en 1894 y canonizado por Paulo VI en 1970. Estudió en Salamanca “las negras leyes” y allí se convierte a una vida mejor. Estudia teología y es ordenado sacerdote en 1526. Denunciado a la Inquisición, estuvo prisionero, pero el 5 de julio de 1533 es absuelto. Es el exponente principal en España de la reforma religiosa en la hora del Renacimiento.

En su homilía, el prelado nos dice que “hacemos memoria de los santos porque en ellos vemos cumplido el Evangelio de Jesucristo, pudiendo escuchar en du testimonio el eco de la palabra de Dios, y en su vida bienaventurada, el icono de la belleza divina”.

“Puede parecer distante ese siglo XVI… sin embargo tenemos muchas coincidencias como para reconocer en San Juan de Ávila una compañía fraterna capaz de abrazar nuestros avatares concretos. Los retos con los que nos desafían las circunstancias tienen siempre un sustrato común, cuando vemos que las preguntas de nuestro corazón no tienen calendario… y las respuestas de Dios tampoco caducan, sino que abrazan nuestra vida en cada momento de la historia… los santos son siempre contemporáneos”.

Sucede lo mismo con los clásicos, con esos hombres que resistieron la erosión del tiempo y con quienes podemos conversar hoy. Este “hablar con los muertos” está bien ilustrado por Francisco de Quevedo:

“Retirado en la paz de estos desiertos,

con pocos, pero doctos libros juntos,

vivo en conversación con los difuntos.

y escucho con mis ojos a los muertos”

Compara luego Sanz Montes dos momentos posconciliares: el de Trento, que vivió San Juan de Ávila y el del Vaticano II que vivimos nosotros. Cita a Benedicto XVI que dice del Santo: que “supo penetrar con singular profundidad en los misterios de la redención obrada por Cristo para la humanidad. Hombre de Dios, unía la oración constante con la acción apostólica. Se dedicó a la predicación y al incremento de la práctica de los sacramentos, concentrando sus esfuerzos en mejorar la formación de los seminaristas, de los religiosos y de los laicos, con vistas a una profunda reforma de la Iglesia”.

El arzobispo destaca que en Juan de Ávila “el secreto de su santidad sacerdotal era profundo y sencillo a la vez, porque se nutría de la palabra de Dios, que conocía con hondura y gusto, la devoción eucarística en lo que tiene de presencia del Señor resucitado en la Santa Hostia, como en la celebración de la Cena del Señor en cada Santa Misa”.

También resalta “su atención hacia los pobres que comenzaba por su misma vida de pobreza. El vasto ministerio de acompañar a las personas en sus preguntas, sus heridas, sus trampas y pecados, como en sus inquietudes… por sus sabios consejos pasaron muchos… para cada uno tenía una palabra de luz clarificadora. De bálsamo consolador, de corrección amorosa, de ánimo confiado”.

Un gran tema del santo es la amistad con Dios y con los santos. Hace un tiempo tuve que criticar en este blog, en un par de notas, el grave error de Pbro. Javier Martín expuesto en la homilía para la fiesta de Cristo Rey, que niega que el cristiano pueda ser amigo de Cristo. Respecto al tema, el arzobispo cita a Juan de Ávila: “hemos de pensar que tenemos un grande Amigo, que es Dios, el cual nos tiene presos los corazones en su amor, que le queremos en grandísima manera bien, y que Él nos manda que tengamos otros muchos amigos que son sus santos”.

Y en texto de asombrosa actualidad, el arzobispo nos dice que el de Ávila “es un santo que compromete cuando se presta atención a su enseñanza, porque no propone caminos enajenantes, ni ideas abstractas, sino que te conforta con dulzura para meterte todo entero en lo que te invita a considerar. Así lo decía: “Más fruto se saca examinando cada uno su conciencia, que queriendo remediar la ajena”.

La homilía concluye así: “Como aprendimos del maestro Ávila, nos ponemos en las manos maternas de Santa María en este rincón tan nuestro dónde veneramos a la Santina de Covadonga, porque como decía él, en uno de sus sermones sobre María, “el que no cabe en los cielos en tus entrañas se encerró; bien cabrás, pecador en las entrañas de la Virgen”.

Magnífica homilía, imposible de escuchar hoy en la Argentina de la boca de alguno de los obispos residenciales, en su mayoría fabricados por Francisco a su imagen y semejanza, con sus virtudes y sus vicios. Salvo el emérito Aguer, ya no existen un Tortolo, un Caggiano, un Bonamín, que nos enseñen con su magisterio a ser mejores personas, mejores cristianos.

El nuevo modelo es el de las Villas, que tiene hasta sus santos particulares que se proclaman al margen de toda beatificación y canonización por la Iglesia y así el sacerdote Lorenzo de Vedia, ciudadano ilustre de Buenos Aires, dirige una oración a Eva Perón: “Santa Evita, jefa espiritual de la nación y del pueblo argentino, ruega por nosotros” (Infocatólica con foto, 30/5/2020).

Dicho sacerdote, que canoniza por su cuenta, recibió una lección del procedimiento a seguir en estos casos, de la misma Confederación General de Trabajo, CGT, que formalizó en noviembre de 2019 el pedido de beatificación de Eva Perón.

Su obispo villero ¿lo habrá corregido? ¿lo habrá sancionado? Nada sabemos, pero esto es una prueba del caos que reina en nuestra Iglesia. Que Dios nos guarde.

Buenos Aires, mayo 14 de 2024 Bernardino Montejano

Comentarios
1 comentarios en “UN ARZOBISPO EJEMPLAR EVOCA A UN GRAN SANTO
  1. NO tiene nada que ver con el hilo, que gracias a lo mal que funciona el blog no sé si es el primero de hoy o no. Cuando doy a la pag anterior me remite al 30 de abril.

    Sé que sus conocimientos de informática son ligeramente superiores a los míos, pero tal vez, pueda conseguir que algún informático arregle la cosa y podamos leer las entradas anteriores sin tener que esperar 15 o 20 días.

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