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Un arzobispo, de notable peso, se une a Benedicto y Sarah

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El emérito de Malinas-Bruselas. Y en días oportunísimos.

¿Qué vale, ante esos gigantes, el pigmeo de San Francisco (Argentina). Aunque se llame Buenanueva. Apellido que nos parece hasta sacrílego en semejante semoviente. Que pretende dar lecciones de Teología a Benedicto XVI.

Pues bienvenido sea monseñor Léonard al gremio de los confesores.

https://infovaticana.com/2020/01/19/el-arzobispo-leonard-se-une-a-sarah-y-benedicto-xvi-en-defensa-del-celibato/

 

Comentarios
13 comentarios en “Un arzobispo, de notable peso, se une a Benedicto y Sarah
  1. De notable peso? sera para reir esa D Cigoña. Un Obispo que solo le conocen en su casa, anciano y emérito. Decir que este Obispo es de notable peso es una ofensa al cardenal Sarah y a la inteligência de los que leen su Blog. Piense dos o três veces antes de publicar los cometários D Cigoña.

  2. De mucho peso? un emérito sin cargo oficio ni beneficio… jajajjaja como se mide el peso de los obispo ahora? Por los adornos de la casulla?

  3. La opinión y posición del Arzobispo Leonard es inobjetable. Es muy adecuado y acertado observar hoy la retrospectiva de dudas y peticiones de prelados, cardenales, teólogos y canonistas frente a tantas ambigüedades habidas recientemente.

    Ser emérito no es sinónimo de muerto, y en la Iglesia no existe la “omertà”.

  4. Cuando quedó el p4p4 Benedicto XVI, a los que no les agradó, decían a manera de broma, que ya tenía Dios su «pastor alemán», me daba disgusto oír eso; pero qué curioso, lo que decían con mala intención, se vino a transformar en algo muy cierto. Creo que era a San Bernardo que le decían «El perro de Dios» por la feróz defensa que de Cristo hacía,
    Ahora es Benedicto, y si es «El Pastor Alemán», que está defendiendo la Casa de Dios contra merodeadores.
    Sus mismos paisanos son los primeros que entran a escondidas del Dueño. El p4p4. Francisco le corresponde a Dios.

  5. Los eméritos tienen poco que perder, y siempre salen algunos, como este, que se atreven a aguar la fiesta. ¿Cómo se atreve a mentar las “dubia” de los cuatro cardenales, o el controvertido capítulo VIII de “Amoris laetitia”, o el “¿quien soy yo para juzgar?”, o lo de la diversidad de religiones como voluntad de Dios, o la Pachamama? Y luego dice que nunca hay que «atacar» al papa. Si eso no es un ataque a Francisco, que baje Dios y lo vea. ¿Para cuando un ley de eutanasia para los eméritos? El espíritu del mundo quiere la eutanasia, y sacerdotes y sacerdotisas casados, incluidos homosexuales, transexuales y demás “géneros”; la mayoría borregil no puede estar equivocada ¿o sí? Bueno, de todas maneras son la mayoría, y pueden hacer lo que les dé la gana en una dictadura democrática. ¡Abajo la monarquía absoluta en la Iglesia… (no me refiero a Francisco)! ¡Viva la república catalana, digo católica! ¿en qué estaría yo pensando?

  6. Una prueba más de los planes ocultos de Francisco I y de las maniobras del «papa de la misericordia» por desmentir al cardenal Sarah y al papa Benedicto XVI:

    «CONTROVERSIA POR EL CELIBATO (*)

    »El revuelo mediático provocado por la publicación de un libro escrito por el papa emérito Benedicto XVI junto al cardenal Robert Sarah es analizado por Robert Moynihan, periodista estadounidense que es fundador y director es esta publicación [Inside the Vatican]. La atribución de la autoría al papa emérito fue considerada un malemtendido por el arzobispo Georg Gaenswein, secretario personal de Benedicto, quien hizo un anuncio para negar la autoría -que sería exclusiva de Sarah- y rebajar el papel jugado por Joseph Raztinger a una simple contribución al libro.

    »El autor cita al periodista Antonio Socci, quien asegura -sin mencionar sus fuentes- que el cambio en la autoría fue ordenado por Francisco en persona, enfurecido al saber que el libro apoyaba el mantenimiento del celibato sacerdotal en un momento en el que -siguiendo el relato de Socci- el papa planeaba introducir cambios al respecto y anunciarlos en la próxima exhortación posterior al Sínodo de la Amazonía. Francisco habría ordenado al arzobispo Gaenswein que retirara el nombre de Benedicto de la cubierta del libro y, según Socci, también pretendió que éste renunciara completamente a la coautoría de la obra.

    »Moynihan considera que con este libro ha explotado una controversia sobe el papel del celibato sacerdotal y si debe seguir siendo incuestionable y otra más sobre la relación entre el papa Francisco y el papa emérito Benedicto. Aquí se plantea la cuestión de si un papa retirado tiene autoridad y de qué naturaleza. El autor cree que hay una crisis institucional sin resolver porque no hay claridad y ambos personajes no han hablado sobre esta cuestión.

    »Se especulaba, según Moynihan, con que hubiera un pronunciamiento de Francisco permitiendo la ordenación sacerdotal de hombres casados en el contexto de la Amazonia. Se decía que sería imposible circunscribir ese permiso a una región y con que acabaría siendo universal. Pero ahora sale este libro, totalmente contrario a este cambio. El drama es que Benedicto, en este libro, apela a Francisco a no dar un paso que muchos creían que ya había decidido dar, concluye Moynihan.»

    Publicado en Front Royal (Virginia) el 16 de enero

    1. El texto anterior es la transcripción del que ha aparecido publicado hoy en la edición impresa del diario «El País». No me ha sido posible encontrar y, por ende, compartir el enlace a la publicación online.

  7. Es obvio, y como tal se comenta en algunos círculos preocupados por la endeblez teológica de Francisco, que se intenta disimular con referencias fuera de su competencia (la última ocurrencia, su alerta sobre los mimcroplásticos en el mar), que el aldabonazo de Ratzinger-Sarah ha sido para frenar lo temido. No le será fácil ahora aducir a posteriori que no han leído el texto, como acusó a los cuatro cardenales de los dubbia, ni apelar a una teología de rodillas, ni otros disparates por el estilo. Aunque, personalmente, no creo que hagan mella en él, si acaso en quienes están redactado el bodrio que se adivina. Les han obligado a hilar muy fino, si es que encuentran sedal.

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