| 17 diciembre, 2024
No es bueno ni malo negar una absolución.
Se debe negar si no se puede dar y debe darse si cabe la absolución.
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El problema no está en el confesor sino en el confesado y en lo que confiesa.
Muy bien Francisco si nunca negó una absolución porque no había motivo para negarla. Y muy mal si absolvió lo que no cabía perdonar.
Pensemos que estuvo en el primer caso.
Lo que ya es más complicado es lo de la absolución universal.
Que no parece una tesis católica.
En un Papa.
el peronista bergoglio es un absurdo insuperable.
Un rito absolutamente prescindible y que, además, no es obligatorio, en contra de lo que pueda parecer.
«No, Dios no perdona siempre»:
https://www.infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/2412131139-no-dios-no-perdona-siempre
Charla que te charlarás…
NO es católico. Lo católico está enunciado así, por el propio Jesucristo que, aún, es lo más católico que tenemos
*A quienes les perdonéis los pecados les quedarán perdonados, a quienes se los retengáis quedarán retenidos*.
Una cosa es decir que debemos buscar que la Confesión sea válida, y otra muy distinta que sustituyamos la conciencia del penitente. Ésto NO es católico.