El Congreso Católicos y Vida Pública venía este año con el plomo en el ala de la pandemia. Después del extraordinario éxito del celebrado el año pasado, que se inició con aquella multitudinaria conferencia del cardenal Sarah, no lo tenían fácil este año en el que todo es difícil. Lo cómodo hubiera sido suspender el Congreso. ¿No suspendieron otros las misas y cerraron las iglesias? Pues decidieron celebrarlo aunque no presencialmente.
Y la presentación me parece que fue espectacular dentro de la que cabe en partidos de fútbol sin espectadores o el Roland Garros sin público en las gradas. Así que al igual que Nadal estuvo en París y lo importante y digno de verse fue su juego y no los espectadores, los organizadores del Congreso han querido ofrecer el mismo convencidos de que lo que valía la pena era lo que se iba a decir aunque llegara enlatado a los asistentes. Y con el acto de presentación, acertaron. Les felicito por la idea y la valentía. Tenían pensado un Congreso. De lujo. Tuvieron que improvisar otro. Que también va a ser un lujo. Qué acierto Rafael, el de quienes te encomendaron esa tarea y el tuyo eligiendo colaboradores,
La conferencia de presentación me ha parecido excelente.
Ahí os la dejo:
https://apostoladoseglarcadizyceuta.blogspot.com/2020/11/jueves-5-las-12h-el-sagrado-don-la.html
Vale la pena oírla con calma.
A cargo de tres pesos pesados del episcopado español.
Por orden de aparición: Argüello, obispo auxiliar de Valladolid, García Beltrán, obispo de Getafe y Reig, obispo de Alcalá de Henares. Que creo es también el orden se antigüedad episcopal.
En enlatado tiene también la ventaja de que se puede oír por partes si el tiempo escasea.
Extraordinaria conferencia tripartita.
Coincido con el juicio que le ha merecido a Francisco Serrano Oceja que no ha vacilado en titular su artículo Trío episcopal de ases.
