| 07 enero, 2024
E Infovaticana le mete un repaso al arzobispo de Toledo. Que sin duda él mismo se lo buscó.
«Toledo desbarra»
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Pues claro lo lleva si le atizan desde Religión Digital y desde Infovaticana.
Extraña habilidad de algunos para no saber hacerse amigos en ningún sitio. Tal vez busque la amistad del Trucho.
https://infovaticana.com/2024/01/07/toledo-desbarra/
Hay que echar al Trucho
Esta jerarquía eclesiástica española está anestesiada y no está a la altura. Se ha visto durante el COVID con las omelladas de marras. La capacidad de liderazgo es la nada, no influyen ni se les escucha en nada y lo único queparece destacarse es que siguen con las famosas tortículis de tanto mirar a Roma.
Tampoco muy diferente al resto de la nación española donde el aburrimiento, la falta de expectativas en todo, la dejadez y el pasotismo aunque no guste lo que llega lo invade todo. Nada parece funcionar, nadie con posibles parece intervenir y parece llegada la época donde toda la podredumbre (por la que se ha trabajado a conciencia durante décadas) a rumiado los cimientos que se van a caer. En la Iglesia lo mismo, el barco se hunde mientras la orquesta del Titanic sigue tocando.
En este caso el director de la orquesta del Titanic es el arzobispo de Toledo, pues sabe que no se puede bendecir lo que Dios considera pecaminoso. Para no disgustar a Dios pues no hay que seguir una vida de pecado, sea como pareja irregular y menos como pareja del mismo sexo, pues nadie se puede creer que tras ser bendecidos vayan a su casita blincando por los montes transformados de felicidad.
El único lenguaje que entienden es el de las consecuencias y la bajada de las donaciones. Según como lo apliquen en general, pues será recomendable participar más o menos y tengan en cuenta que muchos fieles se van a alejar y fieles de los que donan y practican `porque a muchos de los bendecidos lo que buscan es la aprobación en el pecado y que todos comulguen con ruedas de molino como en todos los ámbitos de la sociedad. Habrá que ver que Diócesis son las que lo aplican, las que se entusiasman, y según sea la defensa del magisterio de la Iglesia y la valentía de prelados y sacerdotes pues decidiremos si ponemos la X o no la ponemos.
La comunión la estropean los que promueven estas cosas, no los que defienden la Fe aunque sean misericordeados, alejados pero fíjense que no vilipendiados. Sus figuras se engrandecen y crecen como referente moral, frenta a la incoherencia, la arbitrariedad, el oportunismo y el populismo de tercera que abarca este pontificado.
No es valiente admitir todo esto aunque sea con disgusto para no significarse o porque se anhele un capelo que nunca llega o una sede que se ambiciona. Incluso admitiendo esta realidad el documento del tal Tucho es infumable, confuso y por muchas aclaraciones que haga lo empeorará y las consecuencias son imprevisibles.
Cuando llegó a Coria-Cáceres, era tonto y ahora es prima-tonto.
Todo es subir escaleras.