| 24 abril, 2015
Os enlazo un artículo con trampa de Jorge Soley. Él mismo reconoce su condición de tramposo. El artículo es sumamente duro sobre la liturgia. Lo suscribo enteramente. Y me sumo a la trampa. Tengo por Soley una antigua admiración, aunque él sea mucho más joven que yo, y mantengo con él una buena amistad aunque nos veamos poco. La última vez recientísimamente. Leed el artículo. Y necesariamente el último párrafo. Gracias Jorge por tan ilustrativo texto. http://infocatolica.com/blog/archipielago.php/1504240629-unos-comentarios-sobre-liturg#more28247
Disculpen por favor el triplicado, inadvertido al introducir el comentario. Lo siento de veras. Por querer enmendar la incorrección de repetir «ex opere operantis». Espero que no me vuelva a ocurrir.
Creo modestamente , señor y amigo contertulio D. Hermenegildo, que conservar el esplendor de la Liturgia no es mantener la Liturgia en todo su esplendor. por más esplendor que pongan laudabilísimamente los anglocatólicos o los ortodoxos cismáticos.
La LITUIRGIA SACRAMENTAL más bien tiene que ver con lo que apunta Ricardo Arratia aunque pueda perfilarse con mayores precisiones, pero después de todo ahí está implícito cuanto su pone la Liturgia del Sacramento del Altar y Comunión. que se pone en acto presente mediante los poderes litúrgicos conferidos a los presbíteros-sacerdotes-liturgos de Jesucrísto mediante el Sacramento del Orden Sagrado y no de un ordenamiento pastoral y pastoril con olor a oveja o sin olor ovino. Huela o no huela siquiera simbólicamente a borrego
En el texto evangélico de hoy mismo del Buen Pastor no habla de olores aunque sea un texto seleccionado al gusto de los depuradores evangélicos conciliaristas muy capaces de echarle un pulso al Señor. Un texto evangélico que habla de pastores mercenarios que ven venir al lobo y huyen como almas en pena sin hacer frente a la fiera porque en realidad el rebaño no es suyo. Y por eso le llevan la contraria al Señor en que es necesario que otras ovejas que no son suyas por no haber oído aún su voz, sean traídas a su rebaño, no que sigan desperdigadas o con otros pastores que pretenden saltarse el vallado sin atinar con la puerta.
Como lo dice San Pedro: Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha
convertido en piedra angular; ningún otro puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha
dado otro nombre que pueda salvarnos.»
Por mucho que a los judíos ahora se les de por bueno el Yon Kipur como justificación particular y se haya declaradao por el cardenal Koch que la Iglesia no tienen misión de predicar a los judíos de religión para su conversión y se trate de hacer una amalgama interreligiosa más bien impúdica con pretextos de tolerancia y paz, como si la catolicidad fuera elemento de discordia, aunque sea cierto que quien no está con Cristo y sus Apóstoles contra ellos está en la tarea de la Salvación Eterna Gloriosa.
Es Cristo el Liturgo de los Santos y del Tabernáculo verdadero tal como se le describe en la Carta a loa Hebreos, precisamente a los Hebreos, sin el cual Cristo no hay Liturgia ni santificación ni Tabernáculo verdadero, por más que suene a blasfemia para los teologantes hodiernados y buena parte de pastoralistas ovejeros.
LITURGIA, acción a favor del pueblo que por sí mismo el pueblo no puede realizar por carecer de posibilidades. Cristo es la PUERTA, el LITURGO que da acceso a la DIVINIDAD que él mismo posee inherente y que por lo mismo nos comunica en sus SACRAMENTOS con el Espíritu Santo santificador, Persona Divina actuante en Cristo, en sus Sacramentos, por él, con él y en él. Y todo el ritual a esa acción ha de referirse y atenerse, para lo cual fundó Cristo su Iglesia dotándola de los medios necesarios a su finalidad, los Sacramentos, como continuadora de la obra de Salvación para lograr la cual cada uno hemos de poner de nuestra parte una vez que Cristo nos redimió dejando explícita la posibilidad de Salvación.
Han borrado de la terminología del pensamiento y la comprensión católica la Doctrina de la Economía de la Gracia Santificante y de la Doctrina Sacramental. Algo manifiestamente determinante incluían las fórmula «ex opere operato» y «ex opere operantis». No se han suprimido por mero olvido o por vacías de contenido. No confrontar con «nuestros hermanos separados» lleva a marginarnos de la FE de la Iglesia porque necesariamente acabamos por renuncia propia en el protestantismo como sucedáneo promiscuo de la catolicidad.
Creo modestamente , señor y amigo contertulio D. Hermenegildo, que conservar el esplendor de la Liturgia no es mantener la Liturgia en todo su esplendor. por más esplendor que pongan laudabilísimamente los anglocatólicos o los ortodoxos cismáticos.
La LITUIRGIA SACRAMENTAL más bien tiene que ver con lo que apunta Ricardo Arratia aunque pueda perfilarse con mayores precisiones, pero después de todo ahí está implícito cuanto su pone la Liturgia del Sacramento del Altar y Comunión. que se pone en acto presente mediante los poderes litúrgicos conferidos a los presbíteros-sacerdotes-liturgos de Jesucrísto mediante el Sacramento del Orden Sagrado y no de un ordenamiento pastoral y pastoril con olor a oveja o sin olor ovino. Huela o no huela siquiera simbólicamente a borrego
En el texto evangélico de hoy mismo del Buen Pastor no habla de olores aunque sea un texto seleccionado al gusto de los depuradores evangélicos conciliaristas muy capaces de echarle un pulso al Señor. Un texto evangélico que habla de pastores mercenarios que ven venir al lobo y huyen como almas en pena sin hacer frente a la fiera porque en realidad el rebaño no es suyo. Y por eso le llevan la contraria al Señor en que es necesario que otras ovejas que no son suyas por no haber oído aún su voz, sean traídas a su rebaño, no que sigan desperdigadas o con otros pastores que pretenden saltarse el vallado sin atinar con la puerta.
Como lo dice San Pedro: Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha
convertido en piedra angular; ningún otro puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha
dado otro nombre que pueda salvarnos.»
Por mucho que a los judíos ahora se les de por bueno el Yon Kipur como justificación particular y se haya declaradao por el cardenal Koch que la Iglesia no tienen misión de predicar a los judíos de religión para su conversión y se trate de hacer una amalgama interreligiosa más bien impúdica con pretextos de tolerancia y paz, como si la catolicidad fuera elemento de discordia, aunque sea cierto que quien no está con Cristo y sus Apóstoles contra ellos está en la tarea de la Salvación Eterna Gloriosa.
Es Cristo el Liturgo de los Santos y del Tabernáculo verdadero tal como se le describe en la Carta a loa Hebreos, precisamente a los Hebreos, sin el cual Cristo no hay Liturgia ni santificación ni Tabernáculo verdadero, por más que suene a blasfemia para los teologantes hodiernados y buena parte de pastoralistas ovejeros.
LITURGIA, acción a favor del pueblo que por sí mismo el pueblo no puede realizar por carecer de posibilidades. Cristo es la PUERTA, el LITURGO que da acceso a la DIVINIDAD que él mismo posee inherente y que por lo mismo nos comunica en sus SACRAMENTOS con el Espíritu Santo santificador, Persona Divina actuante en Cristo, en sus Sacramentos, por él, con él y en él. Y todo el ritual a esa acción ha de referirse y atenerse, para lo cual fundó Cristo su Iglesia dotándola de los medios necesarios a su finalidad, los Sacramentos, como continuadora de la obra de Salvación para lograr la cual cada uno hemos de poner de nuestra parte una vez que Cristo nos redimió dejando explícita la posibilidad de Salvación.
Han borrado de la terminología del pensamiento y la comprensión católica la Doctrina de la Economía de la Gracia Santificante y de la Doctrina Sacramental. Algo manifiestamente determinante incluían las fórmula «ex opere operanto» y «ex opere operantis». No se han suprimido por mero olvido o por vacías de contenido. No confrontar con «nuestros hermanos separados» lleva a marginarnos de la FE de la Iglesia porque necesariamente acabamos por renuncia propia en el protestantismo como sucedáneo promiscuo de la catolicidad.
Creo modestamente , señor y amigo contertulio D. Hermenegildo, que conservar el esplendor de la Liturgia no es mantener la Liturgia en todo su esplendor. por más esplendor que pongan laudabilísimamente los anglocatólicos o los ortodoxos cismáticos.
La LITUIRGIA SACRAMENTAL más bien tiene que ver con lo que apunta Ricardo Arratia aunque pueda perfilarse con mayores precisiones, pero después de todo ahí está implícito cuanto su pone la Liturgia del Sacramento del Altar y Comunión. que se pone en acto presente mediante los poderes litúrgicos conferidos a los presbíteros-sacerdotes-liturgos de Jesucrísto mediante el Sacramento del Orden Sagrado y no de un ordenamiento pastoral y pastoril con olor a oveja o sin olor ovino. Huela o no huela siquiera simbólicamente a borrego
En el texto evangélico de hoy mismo del Buen Pastor no habla de olores aunque sea un texto seleccionado al gusto de los depuradores evangélicos conciliaristas muy capaces de echarle un pulso al Señor. Un texto evangélico que habla de pastores mercenarios que ven venir al lobo y huyen como almas en pena sin hacer frente a la fiera porque en realidad el rebaño no es suyo. Y por eso le llevan la contraria al Señor en que es necesario que otras ovejas que no son suyas por no haber oído aún su voz, sean traídas a su rebaño, no que sigan desperdigadas o con otros pastores que pretenden saltarse el vallado sin atinar con la puerta.
Como lo dice San Pedro: Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha
convertido en piedra angular; ningún otro puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha
dado otro nombre que pueda salvarnos.»
Por mucho que a los judíos ahora se les de por bueno el Yon Kipur como justificación particular y se haya declaradao por el cardenal Koch que la Iglesia no tienen misión de predicar a los judíos de religión para su conversión y se trate de hacer una amalgama interreligiosa más bien impúdica con pretextos de tolerancia y paz, como si la catolicidad fuera elemento de discordia, aunque sea cierto que quien no está con Cristo y sus Apóstoles contra ellos está en la tarea de la Salvación Eterna Gloriosa.
Es Cristo el Liturgo de los Santos y del Tabernáculo verdadero tal como se le describe en la Carta a loa Hebreos, precisamente a los Hebreos, sin el cual Cristo no hay Liturgia ni santificación ni Tabernáculo verdadero, por más que suene a blasfemia para los teologantes hodiernados y buena parte de pastoralistas ovejeros.
LITURGIA, acción a favor del pueblo que por sí mismo el pueblo no puede realizar por carecer de posibilidades. Cristo es la PUERTA, el LITURGO que da acceso a la DIVINIDAD que él mismo posee inherente y que por lo mismo nos comunica en sus SACRAMENTOS con el Espíritu Santo santificador, Persona Divina actuante en Cristo, en sus Sacramentos, por él, con él y en él. Y todo el ritual a esa acción ha de referirse y atenerse, para lo cual fundó Cristo su Iglesia dotándola de los medios necesarios a su finalidad, los Sacramentos, como continuadora de la obra de Salvación para lograr la cual cada uno hemos de poner de nuestra parte una vez que Cristo nos redimió dejando explícita la posibilidad de Salvación.
Han borrado de la terminología del pensamiento y la comprensión católica la Doctrina de la Economía de la Gracia Santificante y de la Doctrina Sacramental. Algo manifiestamente determinante incluían las fórmula «ex opere operantis» y «ex opere operentis». No se han suprimido por mero olvido o por vacías de contenido. No confrontar con «nuestros hermanos separados» lleva a marginarnos de la FE de la Iglesia porque necesariamente acabamos por renuncia propia en el protestantismo como sucedáneo promiscuo de la catolicidad.
¿Qué podemos hacer los laicos ante la debacle litúrgica?
Nada. Rezar sólo.
No tengo ni idea qué hacer para que la gente crea en Dios y acuda a las iglesias, pero sí tengo claro que con festivales como el de la foto no. Al contrario, para festivales, la gente busca otros mucho mejores que los que se pueden dar en una iglesia.
Tal vez se podría intentar enseñar el catecismo. En esas homilías de trámite, se podían ir introduciendo los conceptos de siempre.
En la Misa del Jueves Santo, la homilía consistió en leer lo que opinaba Sta Teresa de los temas propios del día. Y es que está todo dicho, pero olvidado. Por ejmplo, lo que dijo la Santa sobre la Comunión o sobre el sacerdocio, si lo tuvieramos en cuenta seguramente la Iglesia estaría de otra forma.
Pero es que antes de Sta Teresa otros lo dijeron y así hasta llegar al Evangelio. Y ese el problema, que tomamos lo que nos gusta del Evangelio.
La Misa, es el mismo sacrificio de Nuestro Señor, pero de forma incruenta. La Liturgia de siempre daba cuenta de aquello. El altar tenía una edificación que hacía pensar en el Calvario. Cada oración en la misa tradicional, daba cuenta de aquel sacrificio de Nuestro Señor que el sacerdote hace in Persona Cristi.
El Sagrario estaba al centro, puesto que el centro de la Liturgia era Nuestro Señor. El sacerdote y el pueblo de Dios, estaban de frente a la cruz y por supuesto, nadie, en la crucifixión, me imagino hubiese osado vestirse de payaso, o hubiese junto a Nuestro Señor clavado en la cruz, por nuestros pecados, nadie hubiese osado a aplaudir, gozar, gritar, armar estridencia, tocar música de jolgorio.
¿Qué pasa hoy? Pues nadie cree que esto sea un sacrificio real. Lex orandi, lex credendi. Si no se cree en el Sacrificio real de Nuestro Señor, entonces, se puede hacer de la Misa un circo, una celebración gozosa, un acto de histeria colectiva, tampoco es una cena conmemorativa.
Si no se cree en la Presencia real de Nuestro Señor, entonces nadie osa arrodilarse, porque si creyeran en Dios, ante Dios se dobla toda rodilla, desde el más humilde, hasta el Rey de un país.
Cuando comprendí esto, llevé a toda mi familia a la celebración litúrgica que realmente muestra un verdadero sacrificio, porque Lex Orandi, Lex Credendi. Si aquél cree que es una cena conmemorativa, o un circo, que vaya a este tipo de ceremonias. Yo no voy a donde no está la fé que me enseñaron mis abuelos.
Y esto lo dice un pastor anglicano, cuando los anglocatólicos han conservado el esplendor de la Liturgia mucho más que la gran mayoría de las comunidades católico-romanas…