Stanley G. Payne, la memoria histórica y Pío Moa

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Foto: El historiador e hispanista estadounidense, Stanley G. Payne. (EFE/María C. Martín)

Importante respaldo de Payne al historiador proscrito y a VOX.

https://www.elconfidencial.com/cultura/2022-05-08/stanley-payne-vox-no-miedo-verdadera-historia-espana_3419895/

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Me parece importante.

Y con consecuencias eclesiales.

Comentarios
9 comentarios en “Stanley G. Payne, la memoria histórica y Pío Moa
  1. Payne es el hispanista mejor documentado de la Guerra Civil. El mejor libro es «Revolución y Contrarevolución» de Burnett Bolloten. Y Pío Moa es simplemente imprescindible. La historiografía de la Guerra tiene un antes y un después de él.

  2. Hay que dejar de lado la creación izquierdosa del término ‘franquismo’, cosa que nunca existió, ni un solo español se hubiera sublevado contra la maldita republica por seguir al general Franco. Hay que hablar del bando nacional, los españoles que se sublevaron contra un régimen dictatorial y antiespañola, tal como el actual, socialista, separatista y terrorista.

  3. La verdad acerca de la guerra civil española es que pasó lo menos malo que podía haber pasado y que la ganó el menos malo de los dos. 1. Si Mola (que no Franco) no da el golpe o si la república gana la guerra, en vez de una guerra habría habido dos o tres (o habría ganado Alemania, o empatado). Tras Francia, Alemania habría invadido España, cerrado el Mediterráneo, ganado tiempo para desarrollar sus superarmas (incluida la atómica). Si aun así la pierde, otra guerra al desembarcar USA en España, de la que no harían quedado ni los rabos.

    1. No fueron los menos malos, sino los buenos los que ganaron la guerra, los que defendían la continuidad de la Nación española y de la civilización cristiana, frente a los que querían borrar el cristianismo de España y disgregar y sovietizar el país.

  4. Menos caradura, porque la izquierda consideraba la república como una estación de tránsito hacia la revolución soviética, como se vio con “la imperdonable sublevación de 1934” (Maradiaga Dixit) y el asesinato de Calvo Sotelo que buscaba que la derecha se sublevase para “reventar el grano” (Azaña dixit a propósito del 10 de agosto). Por su parte, la derecha toleraba la democracia aunque no le gustase, porque, como no había llegado el Vaticano II, la derecha tradicional quería establecer un régimen cuasi-teocrático basado en la Iglesia, PERO, había una derecha liberal que lo habría suavizado y, de hecho, lo suavizó en la época de Franco, que dejó que la Iglesia mangonease, pero se negó a entregarle la Universidad, y dio paso a un desarrollo económico que convirtió a España en la 7ª potencia económica (compárenlo con la ruina que supusieron los regímenes comunistas. Esa misma derecha se hizo el harakiri en 1978 y dio paso a una democracia. De nuevo, ganó el menos malo de los dos.

    1. En tiempos de la Segunda República había varias derechas, no solo dos: la monarco-tradicionalista (Renovación Española y carlistas), que era la única cercana a lo que usted llama «régimen cuasi-teocrático»; la CEDA, de carácter accidentalista (no todos son privadamente republicanos, pero en público se acepta el régimen por respeto a la legalidad) y que buscaba reformar la república para eliminar el anticlericalismo y acercarla a un corporativismo inspirada en la DSI y la ley natural; y la Derecha Liberal Republicana de Alcalá Zamora, que aceptaba plenamente la II República y el sistema liberal y lo único que rechazaba era el anticlericalismo de la izquierda.

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