«Waldemar Sommertag, ya es ex nuncio en Nicaragua, que cuenta con dos millones y medio de católicos y fue nombrado nuncio en Senegal, 300.000 católicos, Cabo Verde con 430.000, Guinea-Bissau con 126.000 y Mauritania con 4.000. Tendrá su sede en Dakar, la capital de Senegal. Todo el mundo entiende que enviar a un Nuncio que ya ha estado en América Latina a un puesto irrelevante en África es un castigo. Se le acusa de tener ambiciones políticas y de conspirar contra el gobierno de Nicaragua».
Es que se le ocurre al más lerdo.
No pocos pensarán que Francisco está con el tirano Ortega y castiga al nuncio expulsado por el dictador.