| 18 febrero, 2019
Yo también.
Y lo de Farrell, macarrista a tope, es un vergüenza
La ilustración, que tomo de Specola, un gran acierto. Y la misa a puerta cerrada un desacierto más.
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Añado que lamento no poder contestar a los mensajes que algunos comentaristas me dejan en otros artículos pero el sistema, por lo que sea, no me deja en ocasiones pues no sale la tecla RESPONDER.
La verdad es que no he entendido el nombramiento del Cardenal Farrell como nuevo Camarlengo. En un primer momento pensé que el Papa le nombraba para evitar que los diplomáticos tuvieran una excesiva influencia en el siguiente Cónclave -ésto habría sucedido así si el Camarlengo fuera el Cardenal Parolin, por ejemplo-. Luego pensé que hay algunos cardenales curiales que podían haber sido nombrados en su lugar por tener entre 65 y 72 años. Con el descrédito que supone haber nombrado a un Cardenal tan vinculado a McCarrick y con acusaciones en su contra lo único que cabe pensar es que el Papa lo ha nombrado para burlarse de Monseñor Viganó. No cabe otra explicación.
Desde la distancia un recuerdo agradecido por la muchas referencias que habitualmente nos haces. Son días muy intensos e intentamos seguir lo que está sucediendo. Muchas gracias Paco Pepe.