| 17 diciembre, 2016
Ahora en Oviedo:
http://www.elcomercio.es/oviedo/201612/16/ayuntamiento-abre-expediente-iglesia-20161216003130-v.html
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Si es que los hay que no paran en cualquier cosa que sea ir contra la Iglesia,
COmo si no hubieran relojes, quien quiera asistir a las sectas que asista pero sin molestar al vecindario en rituales medievales que son un insulto a la inteligencia y al bienestar social.
aro apunta en la buena dirección: al primer alcalde que venga con la monserga de las campanas, se le hace saber que en las próximas ferias del lugar se va a ir con un notario y un medidor de decibelios para ver el ruido que hacen. Si no abren el mismo expediente que a la parroquia, denuncia en el juzgado por prevaricación. Verán como se les corta las ganas de rollo.
En cierta ocasión, escuché a un experto en el uso tradicional de las campanas que se quejaba de que determinados ayuntamientos limitaban su uso porque a algún vecino le molestaban, y que de esta forma le robaban a los demás vecinos el derecho a escucharlas e informarse de las horas o de acontecimientos como defunciones o llamadas a misas.
Seguramente la justicia (que en España por desgracia casi siempre es sinónimo de injusticia y de corrupción; véase el último caso, la exculpación de Rita Maestre) le dará la razón a dicho vecino, perjudicando a los demás. ¿Se atrevería dicha persona a quejarse por el canto del muecín? En mi ciudad, por desgracia, son habituales, y no sé si algún día citan los versos del Corán que llaman a la degollina de infieles.
Pero lo mejor es el motivo de la denuncia: que las campanas le molestan si duerme la siesta en la terraza. Y también cuando duerme todo el domingo después de un sábado de juerga. Y lo dice él!
http://www.elcomercio.es/oviedo/201612/17/molestan-duermo-siesta-terraza-20161217004020-v.html
El párroco ya contestó hoy:
http://www.elcomercio.es/oviedo/201612/17/campanas-iglesia-cristo-suenan-20161217004047-v.html
No lo pueden soportar porque les recuerda el sonido de sus pecados. Que se conviertan y el sonido de las campanas les sonará cual música celestial.
¡Peor para ellos! No merecen escuchar el sonido esporádico de las campanas.
A cambio del sonido de las campanas, prefieren el tachún – tachún atronador con altavoces de las discotecas y de las terrazas, frecuentemente con fiestas en la calle financiadas por los ayuntamientos o el ruido ensordecedor del tráfico.