| 14 noviembre, 2023
Y al que echar es a Strickland.
Algo funciona muy mal en el Vaticano.
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O alguien ha perdido el Oremus.
Y al que echar es a Strickland.
Algo funciona muy mal en el Vaticano.
O alguien ha perdido el Oremus.
TODO funciona muy mal en el Vaticano, no algo.
Empezando por el de blanco que, por la edad, ya debería atarse los machos que pronto estará delante del Padre dando explicaciones…
Roma, con Bergoglio a la cabeza, lo que ha hecho ha sido tirar la piedra y esconder la mano, muy típico de Francisco, promueve el mal y luego dice con palabras que no es eso etc, me recuerda tanto a lo que ha ido ocurriendo en nuestro País… O será que ya confundo situaciones… Si, eso será…
Hagan esto: tecleen en Catholic Hierarchy el nombre de los prelados alemanes. Vean quién fue el «renuncio» que los propuso, quién era el «perfecto» de los obispos, quién era el pontífice que firmó el nombramiento y quién era el «perfecto» de la fe. Todos tenían responsabilidad «in eligendo et in vigilando» y no lo hicieron. Y una última cosa: se puede ser Nobel de Química y no saber freír un huevo. El que quiera entender, que entienda.
La pura verdad. Los demás no son Obispos sino funcionarios clericales, turiferarios del mundo y apóstatas.