Sobre lo de Chámame Pepe

|

Jose-rodriguez-carballo.jpg (336×336)

Todo ha sido un despropósito.

En Roma no sabian como quitarselo de encima y a finales de enero ya estaba nombrado arzobispo de Mérida-Badajoz. Para publicarlo el mismo día de la renuncia de Morga o un par  de días después. Así se adelantó en numerosos medios haciendose notar la guarrada que se cometía con el arzobispo con una aceotación de la renuncia tan inmediata que Morga no se merecía. Parece que recapacitaron y se pospuso un tiempo el cambio que todos esperábamos para estos últimos meses del año.  Así ocurrió pero con otra sorpresa. No ha sido nombrado arzobispo de Mérida-Badajoz sino arzobispo coadjutor. Como si en Roma tuvieran clarísima su mediocridad y quisieran retrasarle lo más posible, por el bien de la archidiócesis el nombramiento como arzobispo. Mérida-Badajoz estaba mucho mejor con Morga que con Chámame Pepe.

<

Su problema es bastante más de inutilidad que de maldad. Acreditada tanto como ministro general de los franciscanos que como secretario de la Congregación de Religiosos. Nombrado para este último cargo por Francisco había que buscarle una salida que disimulara el error del Papa y se encontró en Mérida-Badajoz, la más reciente de las archidiócesis españolas y también la menos codiciada.

Llega a ella como arzobispo coadjutor y con 70 años y un mes.

Cuanto mas tarde el arzobispado mejor para todos. Para la archidiócesis y para él.

 

 

Comentarios
5 comentarios en “Sobre lo de Chámame Pepe
  1. «Su problema es bastante más de inutilidad que de maldad».

    ¿En serio, Paco Pepe? ¿Los comisariamientos y la persecución de congregaciones religiosas tradicionales no tiene nada de maldad?

  2. Es una excelente noticia. Solo podrá estar cinco años escasos antes de renunciar. Imagínense que hubieran nombrado a alguien de sesenta años o menos. No tendrá tiempo de arrasar la archidiócesis.

  3. Una manera perfectamente legal de sacarse de encima estos obispos absolutamente incompetentes e incapaces, ineptos e inicuos, es la de nombrarlos como obispos de una diócesis desaparecida, bajo el título de obispo ad partibus de una diócesis histórica desaparecida, por ejemplo, de la diócesis de Partenia, de la provincia romana de Mauretania Sitifense, atendiendo al hecho de que la condición de obispo es un carácter indeleble y permanente y a que no ha cometido ningún tipo de delito.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *