Sobre el Verbo Encarnado

por La Cigüeña de la Torre | 24 junio, 2017

Tienen problemas. Como otros. No voy a entrar en el caso verdaderamente alarmante, en el grado que sea, en alguno especialmente asqueroso, de los fundadores de nuevas congregaciones religiosas. No conocí a ninguno. No puedo hablar de sus personas. Jamás les vi en mi vida. A Escrivá, Maciel,  Puigarí,  Buela,  Molina, Morales, la vidente de El Escorial, Clá, la fundadora del Mater, la de las religiosas de Santa María del Sagrado Corazón, la Madre Maravillas, la de las de la Enseñanza de Talavera… Seguro que muy distintos todos ellos y alguno ya en los altares. Algún otro en abismos de depravación.

Uno, de fundadores, por conocimiento directo, apenas puede hablar de muy pocos. En una ocasión saludé al P. Mendizábal, posiblemente menos de medio minuto. Del P. Bidagor fui amigo, aunque sin intimidad. Recuerdo mi último encuentro con él, en el funeral de la mujer de un amigo de ambos, en el que ya ni me reconoció. Fallecía poco después. De monseñor Wach, la madre Tafur y sor Verónica tengo el mejor de los recuerdos. No lejanos. Y eso es todo.

Pero sé bastante de sus fundaciones. He conocido excelentes sacerdotes Legionarios de Cristo, también alguno que me pareció penoso de los primeros tiempos, tengo de las hijas del P. Mendizábal la más óptimas referencias aunque no tenga trato con ellas, de la sucesión en Lumen Dei no he conocido a nadie, en una ocasión hablé con religiosas de El Escorial y me parecieron excelentes aunque un único encuentro no puede elevarse a categoría, los Cruzados y sobre todo las Cruzadas me parecen buenísima gente y entregadísima, en el Opus, siendo tantos, hay gente admirable y alguna penosa, su obra tangencial de la Santa Cruz creo que es de lo mejor del clero español. Las religiosas de Talavera, del Mater y de Colmenar me parecen admirables y en expansión, que ya es difícil en estos días. Los sacerdotes que conozco del ICRSS, admirables. Lo mismo que los curas y seglares que conozco de los Heraldos. Y eso es lo que sé y de lo que hablo. Si algún día llegara a otros conocimientos lo diría. De ls carmelitas descalzases inútil añadir nada pues son una bendición en la Iglesia. Y de mis religiosas de Iesu Communio, uno que es tan poco monjil, sólo puedo decir que cada vez que las veo es como si regresara de hacer ejercicios espirituales. Maravillosas.

Ahora quería hablaros, siempre me pierdo, del Verbo Encarnado y de su rama femenina de la Virgen de Matará. En notabilísima expansión, ellos y ellas, pese a notables dificultades. Conozco más a ellas que a ellos aunque los ellos también me hayan causado muy buena impresión. Hay dos testimonios, de unos y otras impactantes. Una, masculina, en Tanzania, otra, femenina, en Alepo.  La primera la sigue sobre todo mi mujer porque yo no soy muy africanista. Pese a mi inmensa admiración por el cardenal Sarah y por algunos otros. Fui también entusiasta del cardenal Gantin que me hubiera encantado como Papa. Sarah también me encantaría. La monja de Alepo llegó a convertirse en viral. Vaya pedazo de monja. Ella sola haría buena una congregación. Y a una queridísima y admiradísima amiga, del mismo hábito, desde aquí a Italia un gran abrazo.

Os dejo un enlace al V.E. de Tanzania. Esa es la verdadera acción misionera. Evangelizar, que para eso van, y luego llevarles agua. Lo primero es la evangelización y luego, con la ayuda de otro católicos del mundo, el agua y más. Lo que haga falta y lo que podamos. Entre todos. Ellos y nosotros.

Os dejo el enlace al testimonio del sacerdote del V.E. Que está haciendo verdadera misión. No una ONG.

http://ivetanzania.org/llego-agua-les-dice-algo/

Ayudad, los que podáis, a lo nuestro. A lo otro, por supuesto que también necesitado de ayuda, que lo ayuden otros. O nosotros mismos si ya hubiéramos cubierto las necesidades de nuestros hermanos. ¿Si yo tuviera un hijo muriéndose  de hambre y un único pan a quién se lo iba a dar? ¿A mi hijo o a un vecino desconocido? Pues, más o menos.