| 05 marzo, 2022
Y siguen ocultándose los datos.
https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=42823
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No escarmientan.
Todavía está clamando al cielo el alborozo por las 40.000 declaraciones más favorables a la Iglesia. Cuando había disminuido, y lo ocultaban, el porcentaje y la recaudación.
¿La mentira os hará libres?
¿Cómo la protección a Zanchetta?
Con humildad. Si las jerarquias se acercasen más a la realidad del pueblo y los sacerdotes se acercasen mas a Dios mejor nos iría a todos.
Falta mucho examen de conciencia bien hecho, con profunda reflexión y humildad.
Yo les rogaría que no se quedasen en las explicaciones facilonas y simplistas para la falta de vocaciones en los seminarios. El cambio profundo de la sociedad que se ha producido en pocos años quizá haya sorprendido a la Iglesia que no ha sabido encajar las nuevas situaciones.
Creo que es importante tambien no impacientarse y confiar en que Dios nos pone a prueba pero tambien es generoso. Seamos nosotros tambien generosos en esta prueba y probemos a apartarnos de la crítica vana y del insulto.
Quizá no florezcan tantas flores como quisiéramos o quizá tambien es que no sabemos verlas allí donde aparecen.
Padre. Concédenos la gracia de tener buenos jardineros para estas flores.
Con amor les deseo que pasen un buen Domingo.
En la actual situación de desplome de la natalidad y de indiferencia religiosa, cada vocación al sacerdocio me parece un auténtico milagro. Mil milagros. No está nada mal
Las vocaciones, tanto a la vida religiosa, como al sacerdocio, e incluso al laicado, vienen en primer lugar por la Providencia Divina, y del rogar al dueño de la mies, para que envíe operarios a su mies; o sea, de Dios Nuestro Señor, directamente. En segundo lugar, por el buen ejemplo y santidad de vida de los sacerdotes de nuestro entorno, o a los que tratamos frecuentemente. Lo sé por experiencia personal. Mi santo párroco de Usera y otros sacerdotes, hicieron surgir en el barrio, varias vocaciones y un grupo selecto de laicos comprometidos con la Iglesia. A él, le debo en mucho tanto por ciento, mi amor al Santísimo Sacramento y a la Iglesia. Y del amor filial a la Virgen Santísima, ¡Qué puedo decir…!
La situación es muy penosa, pero lleva siendo así un montón de años y nadie pone remedio. Cierto que porque no se les ocurre nada pero alguien debe´ria aportar ideas. Me da la sensación que se resignan.
Veo curas jóvenes con entusiasmo, pero poco a poco lo van perdiendo, los de cierta madurez, ya no son tan agresivos y los viejos… Bueno, se extinguen, afortunadamente, porque su interpretación del concilio fue la que nos ha llevado a esto.
Y aquí estamos, con un invierno demográfico, pero también con un invierno eclesial que no favorece que nadie quiera ser cura.
Supongo que cuando la gerontocracia vaticana desparezca, aparecerán otros aires más sanos y volverán las vocaciones. Porque donde el aires es sano, hay vocaciones.
¡No se puede parar la primavera en primavera! (López Vidal dixit).
el numero de seminaristas es pésimo, pero el numero de sacerdotes ordenados por año es aun peor, ejemplo de ello, diócesis europeas que llevan mas de diez años sin ordenaciones sacerdotales, y los que se ordenan son pocos, por no decir ninguno, otro ejemplo de ello, en 2020, la «católica» irlanda solo tuvo una sola ordenación sacerdotal! con este panorama tan primaveral y bergogliano, la iglesia en europa, salvo milagro de ultimo momento, esta destinada a la extinción. game over!
En Italia también ha disminuido en los últimos treinta años el número de parroquias y de sacerdotes. Es lo que nos ha traído la primavera conciliar:
http://blog.messainlatino.it/2022/03/negli-ultimi-trentanni-sempre-meno.html?m=1
ni siquiera la iglesia católica italiana se salva del hundimiento eclesial.
Nadie quiere entrar a un seminario con tantos favoritismos. Donde no hay ambiente de configuración con Cristo y radicalidad, quién va a querer ser sacerdote
La mentirá hará que, llegada la hora, el Señor les ponga en su sitio: DE DIOS NADIE SE BURLA.
Qué jóvenes van a querer entrar en el seminario, si Francisco mismo elige personalmente de entre sus amigos a obispos que los violan…
Cierto, se junta la caída demográfica junto con la pérdida de la Fé y la persistencia de Bergoglio que debería de haber dimitido hace tiempo, pero tampoco un nuevo Papa será la solución, porque hay un cisma en Alemania y países influenciados por su teología, y además, un Colegio Cardenalicio y Episcopal que ha perdido el sentido de la Fé, dado que casi ni uno de sus miembros ha exigido la corrección y en su caso expulsión de Bergoglio de la Cátedra de San Pedro por aprobar la herejía de la comunión y absolución de los adúlteros impenitentes en Amoris laetitia y el rescripto de 5 de junio del 2017 que lo elevaba a falso y mentiroso magisterio auténtico, con las sanciones que establece el código de derecho canónico a los que no aceptan tal magisterio. Cuando la cabeza jerárquica se pudre en la corrupción de Fé, su única razón de ser según el imperio de Jesús, también lo hace el resto del cuerpo: corruptio optimi, pessima est.
A partir del 2017, y sobre todo, a partir de finales del 2019 cuando se hizo la idolatría de la Pachamama, y rematada por el odioso ataque a la Misa del Canon Romano en la ilícita Traditionis custodes del 2021, toda la Iglesia se está derrumbando lentamente, hasta su colapso instantáneo, como pasa con las vigas de madera que están carcomidas, y lo hace desde el centro de la corrupción escandalosa del pecado, que es la Europa Occidental (no la Oriental), y en epicentro del Trono de Satanás: Alemania.
Hoy la Iglesia está corrompida desde arriba de todo, Bergoglio, hasta los cardenales, obispos, presbíteros, diáconos, religiosos, teólogos, canonistas y laicos que aceptan la permanencia y las enseñanzas de Bergoglio, o por la tolerancia y disimulo ante los actos impuros que claman al cielo como Zanchetta, o por su corrupción e ineficacia en perder casi 300 millones de euros en una operación inmobiliaria en Londres que sólo requería de peritajes inmobiliarios y comisionistas honestos y ajustados en la legalidad: ineptos, incompetentes e incapacitados para ni regir una tiendecilla de pipas y palomitas.
Son todos unos avestruces que esconden su cabeza en la tierra, no para protegerla de las dentelladas de los depredadores como hacen los avestruces, sino para no ver la realidad, que es peor.
Se hace realidad aquello de
– Véritas ódium parit: la verdad engendra el odio (por eso me callo ante la mentira)
– Vídeo meliora probóque, deteriora sequor: veo la verdad, pero sigo la mentira (debilidad del hombre)
– Vitam impéndere vero: consagrar la vida a la verdad (no las veo en ningún jerarca)
– Vox pópuli, vox Dei (aquí no hay clamor del pueblo por la verdad, síntoma de su decadencia)
Yo no veo a los obispos muy preocupados. A los de Barcelona y Madrid nada de nada. Otro año sin especificar seminaristas por diócesis. A lo mejor ese domingo no nos piden dinero, como son pocos…
Los datos son más crudos si se tienen en cuenta varios factores:
– Las diócesis suelen dar cifras infladas del número de seminaristas.
– No pocos son «importados» del extranjero y otros sólo son jóvenes en sentido muy amplio.
– Se suelen admitir candidatos con desequilibrios afectivos e incluso psíquicos.
A pesar de ello, algunos buenos seminaristas se ven obligados a salir de España para ordenarse por ser demasiado «carcas».