Como para pensar que un obispo nombrado para una diócesis cofradiera pudiera querer que lo mejor sería la desaparición de las cofradías. Personalmente creo que sería un error del obispo pero hay cosas que hasta justificarían su pensamiento. Las cofradías y la religiosidad popular son en mi opinión, un excelente haber de aquellas diócesis en las que están presentes, y en algunas tan presentes, las cofradías. Pero también es verdad que en ocasiones las cofradías son un problema. Y a veces grave. No cabe un mundo cofrade contra el obispo por muy lamentable que pueda ser éste. Y desgraciadamente hemos tenido obispos alérgicos a todo lo que las procesiones de Semana Santa significaban. Pero los obispos pasan y las cofradías, salvo que se hagan eclesialmente imposibles, quedan. Y eso lo deberían tener en cuenta los cofrades. Y más cuando la generalidad de los obispos considera que las cofradías son algo positivo. Aunque algunas se empeñen en demostrar lo contrario. Málaga es seguramente la diócesis con más problemas cofrades. Algunos verdaderamente escandalosos. Y desgraciadamente continúan. Me limito a enlazaros algunos artículos de prensa: http://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2015/02/25/cartas-director/746335.html http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2015/02/25/cautivo-enfrenta-intervencion/746289.html http://www.diariosur.es/semana-santa/201502/23/agentes-policiales-intervienen-cabildo-20150224000010.html http://www.diariosur.es/semana-santa/201502/25/cofradia-cautivo-espera-intervenida-20150225004744.HTML http://www.diocesismalaga.es/pagina-de-inicio/2014043718/comisario-para-la-cofradia-del-cautivo/ Tras estos incidentes sólo cabe estar con el obispo. Y la cofradía tiene que expulsar a todos aquellos que no acepten lo que el obispo disponga. Porque él es la autoridad diocesana. Y no cabe un cofradía extraeclesial. Caber cabe pero no como perteneciente a la Iglesia. No soy precisamente un entusiasta del obispo Catalá. Creo que él tiene no poca culpa en dejar pudrir los problemas. Pero cuando llegan a ese extremo la autoridad es él. Aunque se equivoque. Y no me parece que esta vez sea el caso.
Sigue el follón cofradiero en Málaga
| 25 febrero, 2015
La vergüenza a la que estamos siendo sometidos los católicos con esta curia francisquista acaba alcanzando niveles bastante oscuros.
No conozco la ley italiana de correos ni la vaticana, pero en España interceptar o simplemente abrir un sobre de correos que no viene a tu nombre es delito (art. 197 del Código Penal).
¿El interceptador de estos envíos se va a ir de rositas? ¿Es que en la «era Francisco» no hay intimidad posible en los envíos al o desde el Vaticano? ¿En qué está permitiendo que se convierta el Vaticano, en una fortaleza de censura?
Efectivamente, riera, lo de los cofrades malagueños no tiene remedio. Una vez comenzó el calvario con el anterior hermano mayor, Partal, y su interés por no pacificar la situación, esto terminará como el rosario de la aurora.
Lo verdaderamente importante es lo que usted apunta, el mafioso Baldisseri interceptando 100 ejemplares del libro «Permanecer en la verdad de Cristo» de los famosos cardenales Brandmüller, Burke, Caffarra, De Paolis, Dodaro, Müller Mankowski, Rist y Vasil, que se pusieron en contra de esta absurda, inmoral, asquerosa y satánica revolución que se quiere implantar en la Iglesia con el cambio de doctrina a la encabezada por Kasper y apoyada por Francisco. Todo para evitar que los padres sinodales pudiesen tener acceso a esa información. Jamás he visto manipulación más burda de un Sínodo y permitida por un Papa para conseguir sus siniestros planes. Francisco pasará a la historia como se merece.
Yo le pediría a todo católico de bien que se haga con un ejemplar de esta obra, magnífica, que en español ha sido editada por Cristiandad y cuesta unos 20 euros. Vale la pena.
Hablemos de la interceptación hecha por.Vito Corleone Baldiseri de 100 volúmenes de un libro que defiende la ortodoxia católica sobre la familia….Mafiosoooooo!!!!!
Pero, hombre, si el propio Secretario General del Sínodo hace estas cosas, ¿qué le vamos a pedir a los cofrades?
http://secretummeummihi.blogspot.com.es/2015/02/secretaria-del-sinodo-violo.html
El problema de las cofradías es la idolatría. Una parte importante de los cofrades adoran a los santos y no quieren saber nada de Dios. Y eso es algo que no puede ser. Pero nadie hace nada.
Cuando tienes una cofradía pequeña, como las de mi ciudad, que para las procesiones meten a gente que no es de la cofradía, tienes que apañarte con lo que hay, si quieres sacar la procesión y en estos tiempos de persecución, sacar una procesión es importante.
Cuando tienes cofradías que tienen que sortear los que salen en la procesión, porque hay tres veces más cofrades que puestos procesionales, creo que la cosa cambia y es labor de los hermanos mayores, que se supone que son creyentes, al menos en mi ciudad lo son, del cura de la cofradía y hasta del obispo.
Las cofradías son un terreno de misión y hay que predicarles a los cofrades y conseguir que adoren a Dios y no a los santos de la cofradia y que lleven una vida católica. Y no podemos pensar en convertir gente en lejanas tierras cuando aquí hay tanto que hacer y las cofradías son un buen comienzo.
Y por supuesto la autoridad del obispo debe quedar clara.
El problema es que se meten los Obispos y Arzobispos en temas de Cofradias de oídas y desbarran porque llegan informaciones sesgadas. Hay que tener en cuenta que la falta de vida social se compensa a veces con el cargo. Y es el pan nuestro de cada día.
Luego, en temas importantes de la vida de las cofradias miran para otro lado y se hacen los suecos, incluso ratifican en cargos de relevancia a homosexuales «en activo» (con pareja y todo), a aquellos que sostienen posturas pro – aborto, etc.
Que en Málaga sale más a la luz, pudiera ser… pero es que es todo igual y no sólo en Málaga.
La religiosidad popular es «molesta» a muchos sacerdotes y se pierde la oportunidad de echar las redes, salvo al dinero que se mueve.
Una pena… pero en el pecado llevan la penitencia.
Comentario Cuaresmal:
RECORDATORIO
Por Fray Leo Camurati, OP
25 de febrero 2015
Pensemos en una ciudad pagana, reacia a las palabras de un predicador y costará tres días difundir el mensaje.
Nínive, una ciudad muy acostumbrada a convivir con otras circunstancias, amenaza ruina. El rey no espera los cuarenta días, sino que entra en acción. Por orden suya, todos, incluso los animales, renunciarán a tomar alimento.
No podemos explicar cómo, pero el rey alcanzó a intuir que ver que algo podía suceder.
No hubo ninguna indicación natural, sino que Dios llamó a Jonás para esta tarea.
Queda patente la ironía del relato: el rey pagano reconoció la profunda seriedad del mensaje, con mayor rapidez que el y israelita Jonás.
A veces, sin embargo, es suficiente el mismo mensajero para suplir el celo.
En un día como hoy, en 1429, Santa Juana de Arco se arrodilló ante el delfín de Francia, rodeado de su corte. Por supuesto, los campesinos en general, se arrodillaban siempre ante los miembros de la realeza, pero este caso fue único.
El Príncipe Carlos había hecho todo lo posible para ocultarse, disfrazado, agazapándose entre la multitud de los cortesanos. Ya sea para estar en paz con los ingleses o para poner a prueba a esta aspirante a profetisa, prefirió soportar que otro se sentase en su trono. Con toda probabilidad, era tan refractario para confiar en las predicciones de Juana, como deseoso el rey de Asiria, de aceptar la predicación de Jonás.
Después de tantas derrotas francesas, ¿cómo iba a tomar tal determinación? Juana hablaba ante los barones y condes con la misma confianza y que tuvo anteriormente, cuando lo hizo con los campesinos.
No hay documentación para probarlo, pero el encuentro que se produjo, evoca un cuento de hadas. Santa Juana reconoció al príncipe oculto en su disfraz, y, obligada por sus voces a manifestar reverencia, corrigió con rapidez sus disimulos. Dado que no había una explicación natural para tal fenómeno, el cinismo y la desilusión se trocaron en temor y docilidad. Tal vez ella realmente era quien decía ser: una campesina encargado por Dios, de una misión.
A los los cuarenta días, se le dio la orden de mandar el ejército francés, aceptada por la santa con gran docilidad.
Tres semanas más tarde, cayó una ciudad, y no en la ruina, como había profetizado Jonás, sino bajo la flor de lis, tal como había prometido Juana. Derrotados por los franceses, los ingleses le devolvieron la segunda ciudad del reino.
Hubo que recordar a Carlos su dignidad real. El mensaje particular, que recibió a su tiempo y lugar, no era nada nuevo.
A nosotros se nos recuerda a menudo nuestra dignidad de cristianos. Después de haber sido acogidos en la familia de Dios por el Bautismo, cada uno de nosotros, junto con todos los cristianos, ha sido revestido de una dignidad, de mayor nobleza que la que que podría reclamar cualquier rey o mandatario de este mundo
Un milenio antes del asedio de Orleans, San León Magno habló a los cristianos de Roma, sobre su realeza.
Depongamos el hombre viejo con sus actos, y tras haber obtenido una participación en el nacimiento de Cristo, renunciemos a las obras de la carne. Cristiano, reconoce tu dignidad, y y al convertirte en partícipe de la naturaleza divina, no vuelvas a la vieja bajeza con una por conducta degenerada. Recuerda de qué Cabeza y de quél Cuerpo eres miembro. Ten en cuenta que fuiste rescatados del poder de las tinieblas y llevado a la luz del reino de Dios.
Estos cuarenta días que se nos han dado son para nosotros una invitación. Cuando Cristo vaya a, Jerusalén, dentro de unas semanas, estaremos dispuestos a marchar con Él?
Cuando triunfe su gracia, ¿seremos capaces de poner nuestras prendas en el camino, y elevar nuestros corazones en señal bienvenida y alegría? O va tener que llorar por nosotros, por no haber reconocido el momento de su visita, y porque no «pudimos» (o no quisimos) responder a la llamada de uno que es mayor que Jonás o Juan?
El tal Catalá ha resultado ser otro penoso valenciano, absolutamente inútil, lo cual, unido a su carácter antipático, hará que Málaga se hunda definitivamente.¡Qué cruz de hombre!
El problema es que el Delegado de Cofradías está ocupado más por hacer la pelota al Obispo para llegar a Vicario General que solucionando los problemas reales. Y asi nos va, porque se veía venir, y por desgracia no será el último lío cofradiero.
Y luego, los hermanos, como buenos hermanos y cristianos, se ponen a rezar.