| 21 febrero, 2025
Momento histórico: trasladan los restos del republicano y siervo de Dios Ismael de Tomelloso a la Asunción
Parece un estúpido intento de bautizar lo imposible: la República y la persecución religiosa.
El siervo de Dios fue reclutado obligatoriamente y eso no hace a nadie republicano. Y si tenía vocación sacerdotal menos.
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También el santísimo varón Pere Tarrés fue reclutado en el ejército rojo y no sé cuánto permaneció en él pero de ahí a decir que era rojo va un abismo. De falsedad
Este siervo de Dios era tan republicano como el beato catalán Dr.Pere Tarrés.Ambos fueron quintados por la república; no eran ,ni mucho menos,partidarios de ese terribilísimo FRENTE POPULAR .El beato Tarres ,fue llamado a filas y sirvió como médico ,y muy a su pesar ,en ese frente .En su «diario de guerra»se puede ver su pensamiento religioso y evidentemente,ajeno a los ideales de esa república sangrienta y anti Dios .Ya ,en Barcelona,vivio el gran júbilo que sintieron los ciudadanos al verse liberados por las tropas de Franco (26 de enero del 39); abrazos y vítores ,dice este beato(el también gozo de esa gran alegría)…así que no vayan a decir ,mejor dicho,a insultar,que eran Republicanos.Maticemos ,por favor,todavía hay clases
También es verdad que, si en «Encontrarás dragones», San Escrivá se refugió en la casa de un republicano (lo cual no sucedió), aquí Apezarena va a la caza de un certificado de buena conducta ante Cobo, que no ante Pedro Sánchez.
Al abuelo de mi mujer también también lo alistaron forzosamente en el bando rojo; y lo asesinaron «los suyos» en una retirada, porque sabían que era rezador y de derechas. Su viuda perdonó desde el primer día y nunca reveló la identidad del asesino (que le contaron en secreto). La familia nunca recibió el cuerpo, ni efectos ni nada.
Una burda manipulación más. La asesina Segunda República se proclamó el 14 de abril y, antes de un mes, el 9 de mayo, ya estaba incendiando iglesias y persiguiendo a los católicos. Que no jodan (= fastidien, joroben) con sus intentos de manipular la verdad y que lean los periódicos de ese tiempo.