Es de esos curas, muchos gracias a Dios, que son un referente eclesial en estos días de almoneda de la Iglesia. Afortunadamente están desapareciendo esos maestros ciruela del perfeccionismo que, sin pegar nunca palo al agua, sin arriesgar lo más mínimo su tranquilidad vivencial, que generalmente no es ni tranquilidad sino pura indigencia, critican como peligrosísimos enemigos de Dios y de su Iglesia a los mejores curas que tenemos porque afortunadamente no llaman hijo de puta a su obispo, Anticristo al Papa ni vendido a Soros a quien se haya vacunado del Covid.
En el Blog comparecieron esperpénticos debeladores del P. Santiago Martín. Los paranoicos comprendieron enseguida que este no era su sitio y que se les borraba. Ignoro si han encontrado otro aunque pienso que no pues los orates son tan evidentes que terminan siendo rechazados hasta por los cuasi orates, Los equivocados de buena pasta han terminado reconociendo que los equivocados eran ellos y no el P. Santiago Martín.
Pues, una vez más, os traigo a Santiago Martín al cuadro de honor. Ojalá hubiera todavía más como él.
https://www.religionenlibertad.com/video/130627/pierden-fe-tambien-razon.html
Y lo que dice del Sínodo alemán, verdad de Dios.
Fea es la costumbre de quien sólo ve los pocos defectos de una persona sin apreciar, cuando las tiene, ni una sóla de sus muchas virtudes. Sobre todo en un tiempo este, donde la virtud es trébol de cuatro hojas.
Totalmente cierto y nítido lo que dice P Santiago Martín con una argumentación sencilla y asequible incluso para quienes tengan nociones superficiales sobre Kant. El problema está en que ese nefasto virus ha impregnado también muy amplios sectores todavía considerados como católicos y, como consecuencia, en el “mundo católico” la situación lamentablemente es muy similar pese a que a muchos les cueste reconocerlo
Ha muerto el cardenal Cassidy, nonagenario.