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¿Se van los Carmelitas Descalzos de Badajoz?

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Me envían esta noticia:

«Hola buenos días. No sé si sabréis que quieren cerrar la Parroquia de Santa Teresa aquí en Badajoz. Es la única que hay de padres Carmelitas Descalzos en Extremadura. Es una pena porque es una parroquia que hace mucho por los demás en cuanto a actividades parroquiales y ayudas al necesitado.

Este viernes 22 de Marzo van a hacer 24h de ADORACIÓN desde las 15h hasta las 15h del sábado para pedir el milagro y que no secierre la parroquia.
Os gustaría participar? Ya hay algunas horas cogidas pero muchas horas libres todavía.
Si podéis difundir y hacer que se pongan en contacto conmigo os lo agradecería mucho.
Es importante que no se lleven a los padres y cierren la parroquia».
No estoy autorizado a dar el teléfono que figura en la información así que no  lo pongo.
Si se confirmara la noticia una desaparición.
Me dicen que la comunidad la forman tres o cuatro frailes y que uno de ellos es excelente. Lo que no quiere decir que los otros sean malos.
Comentarios
14 comentarios en “¿Se van los Carmelitas Descalzos de Badajoz?
  1. También han cerrado las Carmelitas Descalzas de Toledo, quinta fundación de Santa Teresa. Aunque el convento ha sido ocupado por otra comunidad de Carmelitas Descalzas de la misma ciudad de Toledo, que ocupaban el convento de las Capuchinas que éstas habían dejado antes. También han cerrado el monasterio las Benedictinas de Toledo, después de más de 500 años en la ciudad imperial.

  2. Me permito disentir en el párrafo final del autor. Si bién mística y teológicamente es correcto decir que Santa Teresa Benedicta a Cruce fue bendecida por la Cruz, no es ésa la significación exacta de su nombre religioso. Cuando empezó a plantearse su conversión, en tiempos litúrgicos fuertes, solía pasar unos días en la Hospedería de la archiabadía de Beuron, donde además de meditar y orar, tenía largas conversaciones con el que a partir de 1938 sería archiabad, Dom Benedikt Baur, quien dirigió su itinerario hacia la conversión y fue, en su medida, instrumento de la misma. Unavez bautizada, y dejada la vanidad del mundo, entrará en el Carmelo.
    En honor a Santa Teresa de Jesús, se llamará Theresia y en honor al Padre Dom Benedikt Baur, se llamará Benedicta.

  3. Theresia Benedicta a Cruce

    Fray Bernard Knapke OP
    22 de Marzo de 2019

    La película del Viernes
    La séptima morada

    Maia Morgenstern, cinco años antes de interpretar a la Madre de Dios en La Pasión de Mel Gibson, desempeñó el papel de otra doncella hebrea, que encontró la salvación de Israel en la Cruz de Cristo.
    En la película húngara de Márta Mészáros, La Séptima morada, Morgenstern interpreta a Santa Teresa Benedicta de la Cruz.
    La película, al igual que la de Gibson, muestra un Via Crucis. No es el tipo de película para ver con una taza de palomitas, sino con el corazón rebosante de plegaria.

    Edith Stein, la menor de once hermanos, nació en una familia hebrea el día de Yom Kippur en 1891. Este cumpleaños providencial, al igual que otras circunstancias de su vida, se vería más adelante como un presagio significativo.
    La Séptima morada, sin embargo, no representa la vida temprana de esta filósofa alemana convertida al cristianismo. No muestra a la joven y precoz Edith, encantada con el mundo de la literatura y desencantada con el mundo de la práctica religiosa.
    Poco se ve de aquellos días gloriosos, pero arduos, de la alumna de Husserl en la Universität de Göttingen, donde el mundo de la filosofía se convirtió en el suyo.
    Por último, tampoco nos muestra esos años en que Dios persiguió su corazón, cuando fue testigo «del poder divino que [la Cruz] da a quienes cargan con ella.»
    Al reflexionar sobre su primer encuentro con el Cruz, maravillada ante la profunda serenidad cristiana de su amiga Anna Reinach, ante la muerte de su esposo en la Primera Guerra Mundial, escribió estas palabras ¿De qué clase de poder se trataba?

    La película, que comienza con su bautismo de 1922 en la muerte del Señor (Rm 6, 3–4), fue filmada expresivamente con el acompañamiento de imágenes suyas en Carmelo y finalmente en Auschwitz.
    Al igual que su nacimiento natural, su nacimiento espiritual fue un presagio. Seguimos a Edith a lo largo de sus últimos 20 años, en un amplio Vía Crucis representado en el marco de las famosas «Siete Moradas» de Santa Teresa de Jesús, de la cual deriva el título de la película.
    Inmediatamente después de su bautismo, vemos a Edith rechazada por su madre: «Nos has traicionado, como Jesús.»
    Y de esta manera, prueba tras prueba, sufre la flagelación a imitación de Nuestro Señor. «No te interesa la filosofía, sino el poder», acusa a su ex colega, Franz Heller. Su familia la rechaza.
    Sus colegas filósofos la rechazan. Más tarde, vemos que una de sus compañeras, novicia carmelita, la rechaza. Al final, el país que ella ama la rechaza.

    Sin embargo, en medio de su Via Crucis, asistimos a una convicción y serenidad que no compartían sus acusadores, en particular, el Dr. Heller, un filósofo convertido al nazismo y compatriota católico.
    En su conversación final con él antes de su entrada en Carmelo, la película capta dramáticamente la irritación de Heller hacia Edith, bajo un cuadro con el retrato de Hitler.
    Edith, con aplomo y confianza, dice a Heller: «La mente no puede producir la verdad, solo puede encontrarla.»
    A esta verdad filosófica agrega otra teológica: «Si quieres alcanzar a Cristo, nunca lo busques sin Su Cruz. «No es una coincidencia que a lo largo de la película, veamos un flashback repetido en el que un Heller más joven toma el collar cruzado de Edith y lo desecha, un símbolo de su rechazo de la lógica de la Cruz (cf. 1 Cor. 1, 22-25).

    La puesta en escena de la película frecuentemente muestra a Edith cayendo al suelo, evocando las muchas caídas de Cristo. Mientras tanto, mientras estas representaciones externas transmiten realidades interiores a lo largo del Via Crucis, vemos la calma llena de gracia de una santa que llega a conocer su vocación: «El símbolo de mi vida es la Cruz», le dice a su madre.
    Al final de la película, ha hecho un largo viaje en tren a Auschwitz. Los guardias saludan con burlas a los furgones que llegan.
    Edith, ahora, la hermana Teresa Benedicta de la Cruz y su hermana Rosa, son enviadas a la muerte.
    El final de la película muestra cómo Sor Teresa Benedicta de la Cruz es despojada de su hábito, como Cristo, convirtiéndose en testigo de un poder más fuerte que la muerte.

    La película de Mészáros, aún con sus limitaciones, describe un Vía Crucis, como hemos dicho, y destaca el tema central de la vida de Edith Stein: Su cruciformidad con Nuestro Salvador.
    No termina con una escena de resurrección esperanzadora, como lo hace La Pasión. Esa imagen se deja para el espectador.
    Edith Stein nació a la vida eterna el domingo 09 de agosto de 1942, vigilia de San Lorenzo, como santa y mártir Teresa Benedicta a Cruce, bendecida por la Cruz.
    https://gloria.tv/video/YZrRBB7KR3fg1gC6imC1jQCrW

  4. Es una pena. A mi me da la impresión que no quieren vocaciones. Solo tienen dos novicios y tres postulantes. Recemos para que estas órdenes vuelvan a sus orígenes

    1. Desgraciadamente, estamos en una época de descomposición de la vida religiosa. En España es algo más que evidente. Como bien dice usted, sólo hay que mirar los postulantados y noviciados. A los frailes parece que, por lo general, no les interesan las vocaciones: con eso de que es la hora del laicado, parece que la vida religiosa debe desaparecer. Conozco a frailes que han tenido que bregar durante toda su formación con superiores y formadores que los han puesto en la cuerda floja, a punto de expulsarlos, por la simple razón de dar tiempo a la oración, de optar por el uso del hábito o por no comulgar con los postulados pijo-progres en auge. Hoy en día, la vida religiosa se ha convertido en una especie de reunión de solterones sin demasiado sentido, y eso se nota en la falta de ánimo o de espíritu a la hora de hacer las cosas. Por otro lado, unos supuestos fines puramente sociales y una implicación con cierta ideología han hecho casi desaparecer el verdadero fin de la vida religiosa: la santificación de sus miembros y la evangelización según la forma de vocación de cada Instituto.

  5. Los carmelitas, a los que de descalcez – como por lo demás a todas las otras Órdenes descalzas – ya solo les queda el nombre, para como están, al menos en el Sur, ya podían desaparecer.
    Precisamente la semana pasada el arzobispado de Sevilla ha tenido que pararle los pies al prior – y con él a toda la comunidad – del convento de la capital por pretender sacar a la calle una cofradía por su cuenta y riesgo. Un prior cuyos afectos, lejos de la espiritualidad, la oración,… están dirigidos al folclore cofrade, a rodearse, en relación con lo anterior, de compañía «rara»… y a hacerse pintar, en el colmo de vanidad y narcisismo, representando a san Elías en un cuadro que ha colocado en la iglesia. Con decir que, según se rumorea, las carmelitas descalzas de Sevilla no lo quieren ver ni en figura, está dicho todo.

    1. Le puedo asegurar que a mí, que soy religioso y defiendo que el mundo cofrade pueda ser un medio de apostolado, en un principio me sentí identificado con ese buen fraile -como de hecho durante un tiempo me sentí identificado con otro fraile de la Orden del Carmen Descalzo que parecía la observancia en persona-, pero este mero hecho me ha llevado a dejar de hacerlo. El orgullo, el amor propio y el ansia de protagonismo a veces nos pueden más que el amor y el servicio a la Iglesia. En bien de cosas estaría de acuerdo con el P. Dobado -del que usted ha hecho alusión- pero no con esas maneras: es verdad que ha dado vida a la iglesia conventual del Santo Ángel, cosa que ciertas Órdenes en Sevilla -teniendo conventos en pleno centro de la ciudad- no han hecho por puro desprecio hacia la religiosidad y la manera de vivir la fe en el Sur, por inacción, por pura anemia espiritual y por falta de espíritu religioso. En muchos casos se contentan en aguantar lo que se pueda, con una Misa celebrada de cualquier manera, abriendo lo justo la iglesia, y basta. Triste, muy triste.

  6. Mientras tanto el pasado martes 19 de marzo, san José, la Misa tradicional en Sevilla, lleno absoluto, cada vez más gente. Familias con niños, jóvenes, la gente de pie, fuera incluso de la puerta. Tantas iglesias vacías en Sevilla… Y no hay una para estos fieles? Son el futuro de la Iglesia. «No hay más tonto que el que no quiere ver» decían en el facebook de Una Voce Sevilla. Miren las fotografías y juzguen ustedes mismos.

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