No dudo de la buena voluntad de ese sacerdote. Pero si le llamo gilipollas, aquí no cabe la edulcoración de gilipínfano, no creo pasarme en nada.
Ved el vídeo que os enlazo.
Se puede ser más tonto pero hay que ir a clases particulares
El nivel mental y eclesial de ese subproducto del clero no es que se arrastre por el suelo como las serpientes, está muy por debajo del nivel de los topos.
Asistimos a infinidad de mentecateces clericales. Algunas incluso sacrílegas. En quienes las hacen y en los obispos que las consienten. Pero hoy, gracias a Dios, todo se sabe y los imbéciles quedan de manifiesto. No sé de donde es este cura y por tanto tampoco quien es su obispo. Si alguien lo sabe pues que nos lo diga para que nos enteremos. Del individuo y del superior.
Por sus venas corre sangre pagana. Y no se puede disculpar, ya esta crecidito el cura. Por eso se vacian las parroquias. Cuando se les acaban el repertorio de trucos, como a los magos.
Hierve la sangre con el brutal sacrilegio. Es como revivir la crucifixión: el Señor llevado de un sitio a otro, en silencio, tratado como un divertimento de feria, mientras la multitud silba, jalea, se pitorrea, grita como una jauría de monos en celo.
A estos no les pasará nada. Pero si hubieran criticado a Bergoglio la parroquia ya estaría clausurada y el cura disciplinado. Mierda de jerarquía, mala, cobarde y corrupta que nos ha tocado padecer.
¿gilipollas?
Se queda corto
Oiga: y todo esto con el Aleluya de Haendel de fondo! Menudo pastiche de mal gusto!
Este lamentable suceso fue en la Vigilia Pascual celebrada en la Parroquia San Geraldo Mayela, Arquidiócesis de Sorocaba, en San Pablo, Brasil