Santiago Martín también constata el rebote de los «amigos» de Francisco

Observador: Llamar ingenuo a una notable figura de la Iglesia española nu es desprestigiarle. Y como usted no cae en ingenuidades y las caza al vuelo la salvación de la Iglesia debe estar en su persona aunque nadie sepa quién es ni lo que vale,
Que aquí somos todos ya muy mayores y no nos chupamos el dedo. Desde que asumí reconocer la excelente labor de ese sacerdote no faltan quienes vienen con rebajas y sin la menor constancia de su idoneidad.para poner absurdas pegas a un puntal de la Iglesia actual. Por su puesto que no es perfecto y que tendrá alguna intervención menos afortunada que permanentemente ponen de manifiesto con ocasión o sin ella, generalmente sin ella. Es como el que pone a escurrir a Vinicius, a Kroos o a alguno similar porque haya tenido un partido menos afortunado. Salvo que sea usted del Barça y todo lo del Madrid le parezca deplorable. Usted ha dicho lo que ha dicho y ahí está. Y así como a usted le parece ingenuo el P. Santiago Martin a mí me pace penoso lo de usted. ¿O a usted puede parecerle lo que usted quiera y a mí no? Que ingenuo es usted. Y por supuesto que yo no intento desprestigiarle, No vaya a decirlo usted.