| 12 agosto, 2023
Mestre, destruido, con toda razón.
¿El Papa? Pues lo que un sacerdote católico debe decir públicamente del Papa. Sabiendo hasta donde puede llegar. Y llegando hasta donde puede y debe.
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A mi, una vez más, me parece muy bien Santiago Martín. Que está haciendo un gran servicio a la Iglesia.
Lo que algunos, en mi opinión absolutamente equivocados, quisieran de él le haría inservible para la buena causa. Que es la causa de Dios y de su Iglesia.
https://www.religionenlibertad.com/video/149569/obispos-promueven-profanaciones.html
D. Francisco José: fuera de la coacción no se me ocurre ningún caso en que una persona pueda aducir falta de libertad para dejar de pecar. Y la coacción es delito, por lo que tiene que hacer la persona coaccionada es denunciarlo a la Policía.
George Patton: La doctrina es clarísima. Uno no deja de pecar porque diga que carece de libertad pero si carece de ella no peca.
Observador: Para pecar se necesita libertad, si no se tiene no se peca. Eso no es ninguna herejía. ¿A ver si el que resulta hereje es usted? Lo que podrá ser discutible es el discernir si esa persona carece de libertad pero como carezca, no peca.
buen blogger, cualquier podría aducir que carece de libertad para pecar con toda tranquilidad. ejemplo de ello, un mafioso aduciría que carece de libertad para dejar la mafia y seguir delinquiendo sin problema alguno.
El P. Santiago Martín admite en el vídeo que unos divorciados en nueva unión pueden comulgar si, después de un discernimiento concluyen que no tienen libertad para dejar de mantener relaciones sexuales (sic), como establece «Amoria laetitia». Luego el P. Santiago Martín asume esta herejía de que en ciertos casos se puede comulgar en pecado mortal.
Pues, a propósito de que nadie corrige a los obispos herejes, les cuento algo. Era asiduo lector de los procesos de la congregación para la doctrina de la fe. Allí se leían los argumentos contra prelados que se desviaban de la fe. Resulta que desde que tenemos a Don Francisco de papa, no se publicó más ningún proceso ni condena, es decir, se dejó de defender la doctrina de la fe.
Escuchen con atención a Santiago Martín y le entenderán perfectamente. Salvo sedevacantistas aunque posiblemente algunos sin haberse enterado. Y el sedevacantistas no es católico ni siquiera ante un mal Papa. Que los ha habido en la Iglesia.
Y como los sedevacantistas además de no católicos tampoco suelen ser muy inteligentes no entienden que muchas cosas pueden decirse sin decirlas expresamente. Yo no suelo calificar a Pedro Sánchez de nada pero hay que ser muy zote para concluir de ello que soy un sanchísta redomado y que le estoy defendiendo por no calificarle. Si crítico muchas de las cosas que hace, propicia o tolera pues creo que estoy opinando no poco de Sánchez.
El «celo»del Padre Martín es de tal grado que si un día el Papa oficiara un akelarre en publico, diría que es una trampa de sus asesores cercanos que le pusieron una venda en los ojos.
Nota de F. de la C.:Recaredo, ¿por qué no espera a ver si hace eso en vez de hacer suposiciones?
Cuando el otro día le vi cuestionar, aunque muy levemente, el Concilio Vaticano II, llegué a la conclusión de que estamos ante un sacerdote mucho más valiente de lo que me imaginaba. Y ciertamente, si fuera más allá, se lo cargarían. El problema es que se lo pueden cargar igual.
La prueba de que la estrategia del padre Santiago es equivocada es que los que le siguen piensan que Bergoglio no es culpable de nada, ya que siempre le exculpa y la culpa es de los que le rodean o de los malos alemanes. Así no.
El análisis del Padre Martín se cae por su peso: ¿quien nombra al arzobispo de la Plata? Y si sus declaraciones son públicas, ¿donde está la corrección de la Santa Sede?; si ese prelado hubiera oficiado una Misa tradicional ya estaría depurado desde Roma. Decir que los «enemigos mayores» del Papa son sus «supuestos» amigos es una entelequia verbal para dejar tranquilos a los que considera tontos o en la inopia. Yo personalmente no dedicaré ni un minuto más a escuchar los audios del Padre Martín: son completamente previsibles.
En el tiempo de prueba de este ataque infernal,
en que- brava- La Iglesia, aunque en ruinas,resiste.
..,
la Esperanza que resta,la Esperanza que existe…,
Es que Cristo Está Vivo.Poderoso. Inmortal.
Y si el viejo satán,con astucia taimada,
en un hombre de blanco- él,tan negro- se esconde…,
Cristo Mismo lo Sabe.Y Sabrá cuándo y dónde
Derrotar su perfidia,y anegarla en la nada.
Sí el empuje es tan grande.-que la Barca zozobra;
si el ataque es tan recio.-que hasta dobla al más fuerte….,
Cristo-Dios, Resurgido del sepulcro y la muerte,
Triunfará nuevamente.-pues Se Basta y Se Sobra.
Y…,Señor de la Historia y Heredero de todo,
Volverá por el aire,en su Gloria imponente.
Revestido de Fuego, Coronada su Frente;
Encerrando al infierno en su mundo de lodo.
Y Cogiendo a los suyos,en su Sangre bañados,
Regresando a su Cielo los Pondrá ante El Bendito.
Y su Reino incoado,ya Eternal e Infinito,
Durará «Siempre,Siempre».Y estaremos salvados…
D. Santiago Martín intenta evitar que Bergoglio, el Destructor, vaya a «misericordiar» o «comisariar» su Congregación. Se entiende su preocupación. Acaba de derribar el Opus que lleva muchos más años y tiene muchos más miembros. En cuanto a Mestre, lo que dice es totalmente contrario a la doctrina del Concilio de Trento, ni Bergoglio ni nadie puede cambiar porque se trata de una definición dogmática y termina con «anathema sit». O sea, Mestre está promoviendo unas herejías. D. Santiago intenta lavarle la suciedad, pero no somos tontos. No hay tu tía.