Salinas auxiliar de Valencia y Taltavull administrador apostólico de Mallorca

Es que verá, Aarvend, mi desconfianza de las verdades de los medios de comunicación, en los que por otra parte colaboré y colaboro, me lleva dudar incluso de la historia de los anillos tal y como se contó. No le extrañe mi excepticimo, dado que según dos medios de comunicación de Lugo un año por San José yo mismo animé la cena de los Pepe «con la maestría que me caracteriza» (decían) en esta capital a la que asistió don José Blanco y resulta que tengo factura del hotel de Madrid en el que pasé esa noche ya que al día siguiente iba a examinarse una sobrina mía de oposiciones a secretaria de juzgado. ¿Tendré sin saberlo el don de la ubicuidad o el de las «dislocación»? En otra ocasión la periodista con muy buena voluntad entrecomilló un párrafo de una homilía mía que había leído al pié de la letra porque era una situación algo delicada. De lo que ella dijo yo no había dicho nada y de lo que yo dije no dijo nada ella. ¿Comprende mis desconfianzas?

Otra preguntita que se me ocurre un poco a destiempo, pero que puede tener algo que ver con las formuladas anteriormente, ¿Además de otros motivos, múltiples y variados, no podrá influir en el trato dado en los medios a este y otros casos el hecho de que en no pocas ocasiones algunos obispos fueron y son más dedo acusador para condenar que mano tendida para levantar?

Resuelto? el caso Salinas, degradado de titular titular a auxiliar, por lo que leo, me apetece introducir alguna pregunta, exponiéndome, naturalmente, a que algún defensor de la fe católica desde su condición de exiliado voluntario de la Iglesia me acuse de defensor del adulterio como en su día me acusó de defensor de la sodomía. Pregunto:
1.- ¿Hay más pruebas de su «conducta impropia» que una denuncia de un señor que dice que le roban lo que ya no era suyo? Dicho de otra manera: Dado el caso de que su esposa pusiese su corazón en otro sitio, lo que no creo suficientemente probado, por qué buscó fuera lo que en principio debiera tener en casa?
2.-¿Realmente amaba a esa mujer, exponiéndola en la plaza pública, el hombre que posiblemente olvidó que en la boda no solo recibía esposa, sino que también se daba como esposo? José decidió repudiar en secreto a María, porque la amaba y era bueno.
3.-¿Las confusas explicaciones de un obispo y una señora que se ven expuestos a los medios como amantes, son prueba de que sean «novios»?
4.- ¿Hasta donde se pueden querer un hombre y una mujer sin convertirse en «pecadores públicos»?
5.-¿Los medios que difundieron el «caso» buscando una mayor pureza, dan habitualmente pruebas de su preocupación por los problemas de la Iglesia en el cumplimiento de su misión?
6.- ¿Cuntos ejemplares más vendiero este verano gracias al morbo de la noticia?
7.- ¿Unas fotos de un obispo en chándal son una prueba de que se acostó con alguien, tienen que dormir los obispos con mitra y báculo?
8.- Tengo varias preguntas más pero no quiero cansarles ni que quede nada por lo que puedan acusarme
de manipulador, ¿Que significa estar enamorados? ¿Donde empieza a ser pecado? Dos personas que se quieren mucho y se ayudan mutuamente a culpir mejor con su misión sin que haya relación genital (distinto de sexual), pecan? ¿Cuanto pecan? ¿Cuanto pecó Jesús?
Ya para terminar: Habrá que acusarnos de homoxexuales a Cigoña que escribió: «Te queremos, Xosé Manuel» o a mi por no salatar al paso defendiendo mi honor y gritando: !Un respeto. No te confundas!! ¿Por qién me tomais? No sean demasiado encarnizados respondiendo si es podible.