SACHERI A PACO PEPE

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Fundamentos filosóficos de la Doctrina Social de la Iglesia - Opinión |  Diario La Prensa

SACHERI A PACO PEPE

 

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No es la primera vez, pero tal vez sea la última, que hablo en un homenaje a Carlos Alberto Sacheri, por eso quiero hacerlo a la luz de la observancia. Y como alguno se preguntará ¿Qué es eso? Respondo: la observancia es una virtud anexa a la justicia que mueve a rendir culto de dulía, o sea de respeto, a las personas que son fuente de bienes comunes y por lo tanto principio de gobierno, ejemplo para todos.

Eso, fue Sacheri en grandes proporciones y su vida la selló con su sangre, que aquí la guardamos en su sábana como piadoso recuerdo, regalo para el INFIP de su biógrafo Héctor Hernández, a quien sorprendó la muerte cuando era integrante de su Comisión Directiva. Un gran recuerdo a ese esforzado argentino.

Esa sangre no fue vista por el sacerdote Vicente Llambías, encargado por su obispo. para considerar si se podía iniciar la causa de beatificación de Sacheri.  Este clérigo lleva un apellido ilustre, honrado por Héctor y Jorge Joaquín,  que continúa en el presente con nuestro amigo Carlos Llambías, que él hoy deshonra al aconsejar que tal inicio no es oportuno, consejo asumido por su obispo, que hace honor a su apellido, Ojea, pero no ve, la sangre derramada por los enemigos de Dios y de la Patria… Sacheri no era ningún loquito… sino un ejemplo de hombre prudente, capaz de entender al genial Castellani, cuando dijo que la primera virtud del político era la prudencia y la segunda la imprudencia. Esto no era un chiste, sino una advertencia contra hombres timoratos, cobardes, que reducen la prudencia a la cautela, que es solo una de las partes de su dimensión imperativa. 

Las más importantes son la providencia y la circunspección. Por la primera, el prudente ve lejos, y al proyectarse al porvenir; emplea los medios necesarios para afrontar las contingencias futuras. Por la segunda, tiene en cuenta todas las circunstancias que tienen relevancia para el acto de llamado de imperio.

Reducir la prudencia a la cautela, es falsificar su esencia y protegerse de riegos, para vivir una vida de próspero burgués a la cual todo atemoriza, olvidando lo que dice Jesús en el evangelio respecto a los discípulos: los mandaré en medio de lobos rapaces…

Hace un par de años, en un homenaje a Tomás Casares, bastó que nombrara a Mon Zecca, un monseñor que nunca fue señor, para que el presidente de una corporación que me había invitado me interrumpiera para proteger a ese individuo; en honor al homenajeado, maestro y entrañable amigo, eliminé algunas referencias y terminé mi exposición. Pero lo más grave es que este pobre individuo, tan poco educado y desinteresado por la verdad, al día siguiente ordenó a quienes había grabado la conferencia, Cruz del Su,r a retirarla de circulación cuando empezaban a llover las críticas por su arbitraria y patoteril actitud. Su presencia al frente de la entidad es otra prueba de la decadencia argentina.  

Después de 25 años recordamos a Sacheri otra vez. Y repito lo dicho en el homenaje de la UCA, citando a Leopoldo Marechal: un pueblo se realiza cuando traza las líneas de la Cruz en su esfera durable: la vertical de los santos y la horizontal de los héroes. Que si no podemos trazarla como pueblo, al menos debemos trazarla como hombres. Sacheri marido, padre, filósofo, profesor, político, quien al morir era secretario general del Movimiento Unificado del Nacionalismo Argentino (MUNA), cristiano cabal, trazó su Cruz, fiel a una celosa geometría.

Buenos Aires, octubre 9 de 2024.        Bernardino Montejano

 

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