| 30 mayo, 2015
Una nota del arzobispado de Oviedo da cuenta de todo el proceso seguido al ya exsacerdote. http://www.revistaecclesia.com/nota-del-arzobispado-de-oviedo-ante-la-expulsion-del-estado-clerical-al-sacerdote-jesus-maria-menendez-suarez/ Lamento muchísimo que haya sacerdotes así. Pero los hay. Y me alegra muchísimo que se les ponga en el lugar que les corresponde. La puta calle. Como ese no debe quedar ni uno. Y cuanto antes, mejor.
A enemigo que se va…puente de plata
Él no predicaba castidad ni nada que tuviera que ver con la recta doctrina. Montaba su show por el pasillo de la iglesia, y desde allí atacaba a su obispo llamándole de todo, menos guapo, se reía de todo lo ortodoxo, y de todos; tenía una inquina especial a las beatas, monjas, contaba chistes y alguno era muy simpático.etc., y así 30 años, hasta que llego D. Jesús Sanz y mando parar, aunque ya la velocidad de crucero era imposible.
¿Que hizo el anterior arzobispo?. Mirar para otro lado y no se complicar la vida y el ascenso.
Bueno, pues encima le dieron otras cuantas parroquias más, con lo que el escándalo y la chirigota y el desgobierno, creció mucho más, y los anti Iglesia estaban encantados.
Un día me dijo un amigo ¿sabes que nos casa Chus?. ¿Os casa Chus? dije yo ¿Le conoces de algo?. No que va. Pero forma parte del show. De poco valió que yo explicase la cuestión.
Ni catequesis ni preparación para el matrimonio, ni nada de nada. Hacía la primera comunión el que lo pedía la semana anterior, fuera de donde fuese, y se casaba el que quería y sobre la marcha. Eso sí: las facturas de las dádivas las pagaban las parroquias, y el dinero que había, ahorrado con mucho esfuerzo para calefacción y otros arreglos, desaparecía sin saber donde iba, hasta que empezaron a cortar la luz, por falta de pago. Y todo así. Va, son cosas de Chus, decían los parroquianos del aluvión, y los compañeros sindicalistas y de izquierdas que lo jaleaban y le reían las gracias en el chigre.
Si hace 30 años cuando unos feligreses de Gijón fueron a quejarse a Don Gabino del espectáculo que este hombre había montado en la Misa de una de los domingos, en los Capuchinos de Gijón, que estaba de vote en vote, se hubiesen tomado medidas, se la hubiese apartado de la docencia en institutos, y se había destinado para ayudar a algún sacerdote de los de verdad que le atase corto y no tuviese acceso a ningún dinero, no sé si se habría arreglado algo, pero por lo menos no hubiese hecho el daño que hizo, y ya no me refiero a la acusación de pederastia que ahora pesa sobre él, y leyendo en LNE de >Oviedo la declaración de la madre de los gemelos de 16 años que parece lo denunció, que pone los pelos de punta, pero todo lo anterior era suficiente para haber tomado medidas. No se hizo nada. Pero insisto, con todo lo anterior era suficiente para no haber llegado a donde se llegó, si se hubiese escuchado a los que denunciaban estos desastres y desmanes.
Y ahora habla de demandar al obispo y al Papa, y los que lo apoyaban siguen animándolo, ¡como ellos no van a ir a la cárcel!. ¡Qué mas les da!, y el espectáculo sigue.
Apoyo absolutamente su expulsión del sacerdocio, en el que nunca debió permitírsele entrar.Quien no es capaz de contener sus deseos sexuales no puede luego predicarles castidad a los demás.
Totalmente de acuerdo con usted, no solo son una vergüenza para la Iglesia sino para el genero humano