Réplica a Romano Guardini: ¡No todo acabará en ceniza!

|

ceniza2

Porque acabaremos, Dios mediante, cuerpos gloriosos en la Gloria de Dios.

Esa es nuestra fe y nuestra esperanza.

<

En otro caso, qué triste todo.

Se trata de un colofón a  Guardini, no de una desautorización de sus palabras, tan sabias. aunque necesitadas del colofón  de la Redención que debemos a Cristo. Que Guardini llevaba en el alma.

Y la excelente página Decíamos ayer… tambien.

https://blogdeciamosayer.blogspot.com/2022/03/la-ceniza-romano-guardini-1885-1968.html

 

Comentarios
8 comentarios en “Réplica a Romano Guardini: ¡No todo acabará en ceniza!
  1. Igual habría que leer dos obritas que tiene Romano Guardini sobre la Eternidad, además de otros textos en los que habla sobre el tema. A algunos desquiciados les encanta tomar la parte por el todo… ¡qué pesadilla! Un ejemplo en lo que escribe Alvar:
    «Primero, nada acaba en cenizas, pues en la Gloria, podremos visitar la realidad de toda nuestra vida y recorrer todos los tiempos y lugares del universo, privilegio de las almas beatas dentro de la acción todopoderosa y omnisciente de Dios».
    Si se aplica su manera de medir los textos ajenos, yo, cogiendo este texto suyo, le podría tildar de persona que está fuera de la fe, puesto que su frase está en entera contradicción con la frase que escuchamos hoy al recibir la ceniza: «polvo eres y en polvo te convertirás». Por tanto, eso de que nada acaba en cenizas es absurdo. Y objetará: es que me refería a la escatología. Y entonces yo añado: ¿Acaso Guardini está hablando ahí de la escatología en un libro sobre signos sacramentales en el que habla de la ceniza que recibimos escuchando que volveremos a ella?

    Dicho eso, el carácter melancólico de Guardini está ahí, igual que el hecho de que su obra se desarrolle en un plan existencial en la mayoría de sus obras. Pero no es, ni mucho menos, un pesimista existencial.

  2. «Todo ha de parar en ceniza. Mi casa, mis vestidos, mis muebles y mi dinero; campos, prados, bosques. El perro que me acompaña, y el ganado del establo. La mano con que escribo estas líneas, y los ojos que las leen, y el cuerpo entero. Las personas que amé, y las que odié, y las que temí. Cuanto en la tierra tuve por grande, y por pequeño, y por despreciable: todo acabará en ceniza, ¡todo!…»

    Ese Guardini era un depresivo total como una catedral. Sólo hay que ver su cara, parece un muermo.

    Primero, nada acaba en cenizas, pues en la Gloria, podremos visitar la realidad de toda nuestra vida y recorrer todos los tiempos y lugares del universo, privilegio de las almas beatas dentro de la acción todopoderosa y omnisciente de Dios.

    Las cosas tienen un origen, desarrollo y final, del cigarrillo a las galaxias. Pero en la Gloria, podremos desplazarnos por todos los tiempos y lugares, pues todo, absolutamente todo, se conserva, bajo la omnipotencia de Dios, que podrá dejar ver o no lo que Él crea conveniente.

    Dios lo puede todo, y todo quedará conservado.

    Nunca me gustó este Guardini, es un melancólico, pesimista, deprimido, triste, sombrío… parece aquella hiena de los dibujos animados de Tristán y Leoncio, aquél Tristán que todo lo veía negruzco, trágico, horroroso, penoso, afligido, oscuro, desolador, hecatómbico y apocal´íptico y que no sabía ni reír…

    ¿Pero qué demonios ven en Guardini estos intelectuales?

    1. No estoy de acuerdo con tal análisis.
      1.El ser humano,en un «tempus» 1 ,lo primero que constata es la precariedad (Heidegger diría «menesterosidad»)propia y de todo cuanto le rodea.Ve su presente,y toma nota;se ciñe a los hechos.Ello crea ese sentimiento trágico de la existencia del que habla Unamuno.
      2.Desde tal trampolín, puede saltar a la Trascendencia;hasta Algo,o más bien Alguien,que Es la no-menesterosidad- absoluta(el Aseismo escolastico),que Da Fundamento a todo.
      3.La descripción de los últimos tiempos que hace la Escritura dan pie a pensar en una destrucción total,más aún vistas a la luz de afirmaciones rotundas como la de «los nuevos cielos y la nueva tierra»,y la de «Yo Hago nuevas todas las cosas».
      Como ocurre con tantos asertos de la Escritura,el Deus
      Absconditus da la suficiente
      luz para intuir,y la suficiente sombra para que no sepamos antes de tiempo lo que sólo a Él está Reservado conocer.Me vienen a la mente unas preciosas consideraciones de una obra de los Álvarez Quintero,en las que una pobre mujer «con pasado» se duele de no poder ser «refundida» «como se funden las campanas»…
      Creo,pues,que esas palabras de Guardini describen maravillosamente ese tempus 1 que vive cualquier ser humano que se molesta en pensar.De él se pasa a filosofar y/o,a Creer.
      No,no creo que Guardini fuera un «depre»,sino un hombre honrado que constata hechos descarnados,sin tratar de maquillarlos.
      Como anécdota, contar que un día le visitó en su despecho un famoso neurólogo, pidiéndole que le dedicara un ejemplar del libro «La aceptación de sí mismo».Motivo te tal petición :La lectura del mismo hizo que el neurólogo desistiera de su firme decisión de suicidarse.
      Difícilmente las reflexiones de un «depre» podrían haber obtenido tal resultado.

      1. Guardini yerra al omitir la resurrección de Jesús y de los cuerpos, al menos en ese texto.

        Yerra al creer que todo se destruye por siempre. Dios tiene el suficiente poder como para conservarlo: habrá una Nueva Tierra, somos juzgados por los actos, por ello hay que reproducirlos, y Dios es todopoderoso: nada se aniquila, ni una porción de cosmos.

        Yerra en todo Guardini…

        1. No.Eso que planteas es una hipótesis,no una certeza.De hecho,en el pasado y en el presente ya se han aniquilado muchas cosas.Puede que no la materia básica,si es que tal cosa tiene aún algún sentido a la luz de la cuantica.Naturalmente que ello no es extensible ni a los Ángeles (Buenos y malos),ni a las almas humanas.No hay el menor problema en aceptar que Aquél que Creó de la nada,Vuelva de nuevo a Re-Crear,y no a Restaurar y Maquillar lo habido hasta ahora.
          Pero insisto en que el texto citado Guardini se coloca en el tempus 1.

  3. Polvo,ceniza y…¡ nada!…,
    proclama Portecarrero;
    (quien de la cima del clero
    bajó a la tumba sellada…
    Y hoy, que bombas y pandemias
    nos acercan a la muerte,
    hay que afrontar nuestra suerte;
    pues el tiempo nos apremia.
    Sin duda Guardini acierta
    -como Miguel de Mañara-,
    en proponer en qué para
    esta vida:En muerte cierta…
    Pues meditar en tal hecho,
    engendra Sabiduría;
    al reparar que habrá un día
    en que seremos desecho.
    Y eso será el trampolín
    que al Cielo nos catapulte:
    Aunque el mundo nos sepulte,
    no será tal nuestro fin…
    Que al sonar de la trompeta
    -«tuba mirum»,obedientes-,
    nuestros átomos silentes
    saldrán en fila a La Meta.
    Que no es otra que Aquél Ser
    que,Eterno,todo lo Puede.
    Y Hará que ni un muerto quede
    yaciendo sin renacer.
    La ceniza,aunque es bien cierta,
    no es la postrera palabra.
    Dios Mismo Será Quien Abra
    -Gloria, o averno-,tal puerta…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *