| 08 noviembre, 2021
Nada que objetar, naturalmente, a que unas religiosas hagan ejercicios. Solo que el algodón, o la fotografía, no engañan. Y jóvenes no lo son y religiosas no lo parecen.
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Ya pueden repetir cuanto quieran lo de que el hábito no hace al monje, Es pura evidencia que el deshábito no hace vocaciones. Quieran o no, por mucho que les repatee, en España más del 95% de las vocaciones religiosas femeninas son habitadas. Lo otro está en puertas de desaparecer. Vean la fotografía y reconcómanse. Pues ajo y agua.
Cuando vea estas fachas, estas señoras que ya no se sabe qué son, me recuerda a los años de aquel SAGRADO CORAZÓN colegio de Barcelona que años ha dejó tanto que desear… Ah, ídem sus capellanes como Mn. Matabosch que todavía trepa y pulula por la Diócesis dando por saco… Con perdón, pero esa es la realidad…
Los ejercicios de mes se hacen una vez en la vida, no continuamente. Lo habitual es de 8 a 19 días una vez al año. Yo soy laica y los hago así con religiosas. En estas alturas de curso tienen disponible una semana las jubiladas casi solamente. Eso no quita que tenga razón en el envejecimiento de las órdenes. Muchasno llevan hábito pero los demás «vicios» de minga los mantienen como el adueñarse de sitios en la capilla dejando el breviario en el asiento y que nadie más lo pueda usar e idem en comedor…..
Muy apropiada la frase de C. Jung para definir una casa de «espiritualidad»: «Quien mira hacia fuera, sueña; pero quien mira hacia dentro, despierta». Inequívoca señal de que cada día que pasa viven más alejadas de Jesucristo… por muy buenas intenciones que se les presupongan.
https://casaespiritualidadoblatas.org/la-casa/
Cuando se quitan el hábito, se quitan todo lo que el hábito representa.
El hábito no hace al monje (ni a la monja) pero ayuda.
Ayuda, porque le recuerda continuamente que es persona consagrada a Dios, con todo lo que eso conlleva. Ayuda porque les dice que no están sujetos a las vanidades del mundo.
Es muy fácil para una mujer estar pendiente de si voy conjuntada, si el pañuelito hace juego, si voy bien peinada o si me hace falta un tinte. Y si no ponen cuidado en elegir la ropa, parecen adefesios.
Pueden hacer todos los ejercicios que quieran, como los puede hacer cualquier otra persona.
Bueno estos ejercicios también participan laicas que no tienen hábitos.
Sólo han estado ocho días, cuando unos ejercicios espirituales basadas en los de San Ignacio de Loyola deberian duran treinta dias. Ejercicios que están divididos en cuatro semanas en las que se guarda silencio para impulsar un ambiente de oración.
un ambiente de oracion bastante mundano.