REHENES EN TIERRA SANTA
Durante la Segunda Guerra Mundial, Saint-Exupéry, fuera de Francia, combatiendo por ella, a la cual quería “como una carne” escribió la “Carta a un rehén” porque pensaba que los esfuerzos, el combate de los franceses del exterior era liberar a los cuarenta millones de rehenes, encerrados en el interior de su patria. Un gran soldado, el mariscal Juin, señala que el principal de esos rehenes fue el Mariscal Petain, durante los cuatro años que pasó en Vichy” (Memorias, Círculo Militar, Buenos Aires, 1968, T. I, p. 55).
La obra, donde insiste en la necesidad de inculcar el respeto al hombre en el corazón de los hombres, concluye con un homenaje a sus compatriotas cautivos: “Nosotros no fundamos a Francia. No podemos hacer otra cosa que servirla… se trata de disolver las semillas heladas por la nieve de la presencia alemana. Se trata de haceros libres en la tierra donde tenéis el derecho fundamental de plantar vuestras raíces. Sois cuarenta millones de rehenes. Es siempre en las cuevas de la opresión donde se preparan las grandes noticias” (VI).
Hoy, en Tierra Santa, existen unos doscientos rehenes en poder de Hamas, una milicia muy especial, pues mientras detenta el poder en Gaza, se ríe de todas las normas del derecho de gentes. Según un matutino los mahometanos se habían llevado al menos veinte chicos, más una decena de personas de entre 60 y 80 años y gente con Parkinson, otros con problemas cardíacos, diabetes y cáncer. Además, varios rehenes resultaron gravemente heridos por disparos y granadas durante el ataque terrorista.
Los terroristas son musulmanes, lo cual no quiere decir que el resto de los musulmanes lo sean, porque la inmensa mayoría de ellos también son víctimas. Sin embargo, existe algo que vincula al mundo mahometano con los asesinatos y secuestros de hoy, porque se secuestra, se asesina, se toman rehenes, en nombre de Alá e incluso las mezquitas muchas veces en lugar de ser espacios de oración se transforman en centros de adoctrinamiento que reclutan y fanatizan a los futuros militantes.
Un día antes de la masacre de las Torres Gemelas, el gran muftí sirio Ahmsnd Kaftaro bendijo en público los atentados contra Israel al decir: “Los heroicos mártires suicidas representan una reacción natural y legítima que es necesario bendecir del mismo modo en que nosotros rechazamos los crímenes sionistas que continúan golpeando a nuestra gente en Palestina”.
Cabe destacar que el terrorismo musulmán germina en un terreno abonado por una prédica religiosa errónea y falaz, por la cultura de la guerra santa y del martirio
Y el éxito del ataque a las Torres fue celebrado públicamente por una hermosísima mujer árabe en los medios de comunicación, mientras en la Argentina, exultaba la veterana y no tan bella Hebe de Bonafini, líder de las Madres de Plaza de Mayo, comisionista y vividora de particulares derechos humanos, de los cuales estaban excluidas las víctimas del atentado.
Volviendo a los rehenes, ya en el siglo XVI, el dominico Francisco de Vitoria, se
pregunta “Si es lícito matar a los inocentes, de quienes puede amenazar un peligro futuro” y pone como ejemplo a los “hijos de los sarracenos”, antecesores de los musulmanes de hoy. Su respuesta es clara: “No se puede hacer males para evitar males mayores y es intolerable que se mate a alguien por un pecado futuro”.
Poco después aborda el tema de los rehenes como una concreción particular de la regla establecida: “Si los rehenes son inocentes, no se les puede dar muerte, como son los niños, mujeres u otra clase de inocentes” (De Indis, Relección segunda, 38 y 43).}
Lo condenado por Vitoria es lo ejecutado por Hamas. Una prueba más que en Tierra Santa, en la guerra sin cuartel entre judíos y musulmanes, existe una ausente que podría por lo menos hacer que esta barbarie fuera menos brutal: esa ausente, hoy olvidada, denigrada, criticada en tantos ámbitos cristianos, fue la Cristiandad.
Bernardino Montejano
¿Y qué es lo que está intentando decir el autor de «esto»? ¿Ya se le ha olvidado que Tierra Santa no es cristiana desde el siglo VII? (y antes de eso era tierra de herejes y cismáticos, no lo olvidemos). ¿Que con el cristianismo habría menos barbarie? Vamos a ver, ¿qué religión cree nuestro autor que profesaban los soldados que se mataban salvajemente en las trincheras de Francia y en los campos de Flandes en la primera guerra mundial? ¿Qué religión cree que profesaban los pilotos que incineraban a bombazos las ciudades alemanas durante la segunda?¿Los que lanzaron las bombas de Hiroshima y Nagasaki? Si me va a decir que eran protestantes, yo le replico: ¿en qué religión se criaron los austriacos que se alistaron en masa en las SS y la Gestapo? ¿En qué religión se crió un tal Adolf Hitler? Ya está bien de repetir tanta paparrucha nostálgica acerca de una Cristiandad que en realidad no ha existido nunca salvo en la imaginación de los tradicionalistas del siglo XIX y sus herederos.
Como un tal Joaquín me acusa de ser un paparrucha nostálgico quisiera que ne responda a las siguientes preguntas: 1) ¿Quién es considerado el fundador del derecho internaciona público? 2) ¿Cuales son los temas fundamentales de esa disciplina? 3) ¿Quienes se ocupan de la guerra como un problema humano y distinguen entre guerra justa e injusta o para Ud. toda guerra es lo mismo? 4) ¿Cuáles serían los requistos para que una guerra sea considerada justa? 5)¿Cual es la «regla de oro» propuesta por Francisco de Vitoria y en que momentos hay que tenerla en cuenta? 6) ¿Qué se debe considerar antes de comenzar una guerra? 7) ¿Qué distinciones se deben realizar durante la guerra? 8) ¿Cuál debe ser la conducta del vencedor y qué papel debe asumir al término de la guerra? 9) ¿Qué papel ha tenido la filosofía cristiana en la enunciación de los principios para humanizar la guerra? 10)¿Qué instituciones han surgido de la concreción de esis principios? 11) ¿Qué principios del derecho de gentes se recogen en el derecho internacional público positivo? Conteste o cállese ¡Basta de paparruchas, patrañas o embustes! Bernardino Montejano
JOAQUÍN ROJAS, me parece muy simplista la conclusión a la que Ud. llega
Excelente y esclarecedor artículo… como siempre. Gracias «Bocha».
Los cristianos combatientes lo hacen por su patria, y muchas veces obligados por sus gobiernos.Pero no en nombre de Dios ni alentados a matar por sus obispos. Muy bien, D.Bernardino!
El sionismo tienen mas de 2 millones en su campo de concentración llamado Gaza y quieren matar a todos ellos.
Es verdad y hay que hacer todo lo posible para liberar a esos dos millones de rehenes. Gracias por darme la idea para una próxima nota BM
Así es, los sionistas, estos israelíes que gobiernan, desean eliminar a los palestinos – no todos son musulmanes, hay en minoría población cristiana -. Consideran que su tierra les pertenece y aspiran a hacerse con resto de Israel y más territorios. Habrá sido atentado de falsa bandera la masacre del 7 de octubre pasado? Qué es Hamas y quién lo financia? Ahí está el detalle!