| 04 julio, 2022
Importante artículo del sacerdote Custodio Ballester en Germinans:
https://germinansgerminabit.blogspot.com/2022/07/recuperar-la-calle.html
Es necesario recuperar los curas, los religiosos, los obispos, el Papa.
¿Se conseguirá?
Lo que es evidente en que con la línea actual no solo no recuperan nada sino que continúan perdiendo. Aceleradamente.
En Alemania lo acabamos de ver. Medio millón de católicos perdidos en un año.
¿Y en España?
Lo que se mantiene, bien poco, no sigue lo «oficioso».
Modestamente he propuesto aquí que hay que movilizar al personal católico mediante alguna suerte de asociación, etc., para salir a la calle y reivindicar. Los criminales que propugnan como un derecho el asesinato de niños inocentes, lo hacen. Nosotros, con legítimo motivo. Pero ni de coña. Mientras esto no ocurra, estaremos con el complejo. La jerarquía ya tiene bastante descrédito, empezando por el que está sentado en la silla de Pedro (dejemos ahora las legitimidades). Debe ser una iniciativa de los fieles, pienso yo. Estos membrillos se llena la boca con eso de que «España ha dejado de ser católica». Pues se trata de darles en el frontispicio de sus meninges averiadas. Las procesiones del Corpus han conseguido estos merluzos progres que formen parte de una especie de rictus de religiosidad privada y los terminales mediáticos progres te lo desmontan en un plisplas. Sociedad civil.
Preciosa foto de la Cartuja de Vall de Crist en Altura (Castellón).
Así quedó tras la desamortización del ministro masón Mendizábal al que le deseo un largo purgatorio, si es que finalmente salvó su alma y no se halla retorciéndose en el infierno.
En Santander el que quitó los entierros por la calle fue el obispo Vicente Puchol (1965-1967) de tristísima memoria. No sé cuándo se haya imitado en los demás sitios y quizás Santander fuera más bien imitación de otros. Aunque no creo porque entonces los responsables de la medida hablaban de Santander como «diócesis piloto» Pero efectivamente estos cortejos tan frecuentes eran una predicación. Que se perdió, desde luego.
El artículo es muy bueno y nos debe motivar para mostrar que lo que se vive en la Iglesia tiene un sentido que inunda la vida fuera de las Iglesias. Hay párrocos que se ponen nerviosos con las procesiones y harán todo lo posible para quitarlas pero habrá otros que las alentarán y lo mismo que hay peticiones vanas, no católicas, en las que no debemos dar nada de dinero en los ofertorios hay que apoyar a esos sacerdotes que alientan que la Iglesia no quede arrinconada.
Más que la calle habría que recuperar el pontificado romano
antes de recuperar la calle, hay que recuperar la fe que se esta perdiendo aceleradamente y sin pausa. y lo peor es que el porteño bergoglio esta haciendo, de forma deliberada, que la perdida de la fe sea irreversible.
Totalmente de acuerdo con usted.
Si no recuperamos la fe en el interior de la propia Iglesia, lo que pregonaremos por las calles no deferirá demasiado de lo que pueda decir cualquier ONG ambientalista, animalista, ecologista feminista, homosexualista, sindicalista, etc… A todo eso se reducen muchas homilías dominicales y así de aborregado está el Pueblo de Dios