REAFIRMACIÓN DE ESPAÑA
Hoy, he leído con mucho gusto en “El Manifiesto”, un artículo de Hughes titulado “Reafirmación de España”.
Con legítimo orgullo y nada de soberbia, me siento heredero de la España “una, grande y libre” y tres tercios de la sangre que corre por mis venas, Montejano, Linares, Gimeno, es hispánica. El otro, viene de Génova y es, al decir de Ignacio Braulio Anzoátegui, la “cuota de tuco” que comparto con muchísimos argentinos: Canevari de Ferraris.
No es casualidad, sino causalidad que la biblioteca de San Joaquín atesore un par de libros de Blas Piñar “Por España entera” y “Escrito para la historia”, ambos de la colección Denuncia, editados por FN Editorial, Madrid. en 2001 y 2000, el primero con la siguiente dedicatoria: “Para el profesor Bernardino Montejano, luchador incansable por el ideal que compartimos, un fraternal abrazo Blas Piñar”.
Esa España entera es la que hoy quieren destrozar los diversos separatismos, catalán, vasco, gallego, andaluz y otros, todos fomentados por los enemigos internos y externos de todo lo que tenga olor a español.
Debo aclarar que esos nacionalismos destructores de España, nada tienen que ver con nuestro nacionalismo criollo, que es católico y que reivindica su pertenencia a la llamada “Pequeña cristiandad hispánica”, por mi recordado amigo Francisco Elías de Tejada, que incluía en ella no solo a toda iberamérica, sino también a Nápoles, a quien dedicó los cinco tomos de un libro extraordinario titulado “Nápoles hispánico”.
De vuelta al artículo de Hughes, en él se hace referencia a la presidente de Méjico, Sheinbaum, esa mujer perversa, verdadera bruja disfrazada de hada, legado de ese gran destructor AMLO.
En el artículo se habla del papel del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que no es obrero ni español, que hoy fomenta la ideología de la descolonización y “repite el discurso negrolegandario, calabobos fundamental junto con el anticatolicismo”. Aclaro que el término “calabobos”, nada usado en la Argentina, es definido ´por el Diccionario de la RAE como “llovizna pertinaz”.
El artículo publicado hoy, señala que los enemigos de España, “atacan su unidad histórica y al hacerlo, confirman su existencia en los siglos”.
Y vuelve a señalar los orígenes del resentimiento de AMLO, de su sucesora y de una minoría de mejicanos: el odio contra “la alianza liderada por Cortés contra la brbarie, la coalición de todas las tribus sometidas a ese régimen des-corazonador de arranca corazones y caníbales”.
“Destaca Hughes que “Cortés vio la obra del Mal y del Demonio… por eso ha sido perseguido durante siglos por los herederos de ese mundo tenebroso, en la falsedad, el desorden y el ataque a la vida”.
Y denuncia que en la actualidad “los cultores de la muerte, la fealdad pesadillesca y el Mal comeniños (el contradiós) se proyectan siglos después en el planeta disfrazados de tecnología e ideologías contemporáneas”.
Hoy, esos cultores son Biden y Harris, AMLO y Sheibaum, Alberto Fernández y Cristina Kirchner, Pedro Sánchez y Macron o Micron, en el lenguaje de Rinaldi, los social demócratas y verdes, los socialistas y los comunistas, para poner solo los ejemplos de mayúscula perversidad.
Ante las tan poderosas fuerzas del mal, se presenta a los hombres de buena voluntad un desafío que nos convoca a luchar contra ellas, con fe y esperanza; en el Juicio postrero, en el que no caben chicanas ni existen apelaciones, Dios nos juzgará por el empeño, no por el éxito en este mundo.
En el libro de Piñar “Por España entera”, el primer capitel es un texto inscripto en la santería de la catedral de Salta, en nuestra Argentina, que dice: “Las grandes obras las sueñan los locos visionarios, las ejecutan los luchadores natos. Las aprovechan los felices cuerdos y las critican y deshacen los inútiles crónicos”.
Nuestra tarea hoy, es ser fieles ejecutores de las grandes obras soñadas por los visionarios, de las cuales somos herederos.
No importan los fracasos. Como escribe Blas Piñar “no es verdad que los hombres son iguales ante la ley, como tampoco es verdad que todas las naciones son iguales ante la ONU. Porque ello es así pese a sus resoluciones. Gibraltar y las Malvinas siguen siendo inglesas y Guinea, Ifni y el Sahara han dejando de ser españolas” (Escrito para la historia, p. 376).
En esta lucha tan desigual, que Dios, la Virgen María y todos los santos nos ayuden.
Estancia San Joaquín, octubre 1° de 2024. Bernadino Montejano