| 20 febrero, 2023
Eso dicen algunos.
Lo de un Papa contra otro, que además es su inmediato antecesor, no es bueno para la Iglesia. Ni para el Papa.
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“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
EL MAL NUNCA TIENE LA ÚLTIMA PALABRA
En la parábola del trigo y la cizaña, Cristo invita a dejar crecer el trigo y las malas hierbas hasta el momento de la cosecha. Entonces llegará el tiempo en el que el bien acabe con el mal. Las paciencia perseverante, sostenida por la Providencia, es una aliada en cualquiera de nuestras batallas diarias. El combate contra el mal se libra con tiempo; hay que perseverar y no perder la esperanza. Dios trabaja los corazones y el mal nunca tiene la última palabra. En la noche más oscura Dios actúa en silencio. Hemos de entrar en el tiempo de Dios y en ese gran silencio que es un silencio de Amor, de confianza y de abandono activo. No olvidemos nunca que la oración silenciosa es el acto más sólido y más seguro en la lucha contra el mal.
—CARDENAL ROBERT SARAH
La fuerza del silencio
el porteño bergoglio ya se cargo el summorum pontificum, y ahora se esta cargando a la iglesia misma.
si el porteño bergoglio, en su característica mezquindad y maldad, llega a prohibir definitivamente la liturgia preconciliar dentro de la iglesia, seria una demostración de crueldad y torpeza eclesial sin precedente alguno. y el gran ganador seria la fraternidad de san pio x que vería aumentar sus números de nuevos fieles venidos del tradicionalismo gracias a la «genialidad» de su mediocridad bergoglio.
Vean la historia, todo empezó con la CARTA APOSTÓLICA EN FORMA DE «MOTU PROPRIO» DEL SUMO PONTÍFICE FRANCISCO
ACERCA DE LA COMISIÓN PONTIFICIA «ECCLESIA DEI».
El espíritu del concilio se va «corporizando», recuerden que la traición es siempre desde dentro…
La misa actual, válida, porque el poder lo tiene Dios. Es una usurpación de la Santa Misa, la propia de la Iglesia católica. Es otra cosa, con recortes de la Santa Misa Católica. Es como un ocupa, que echa de la casa a sus legítimos propietarios, porque el poder los defiende a ellos.
Lo que hay en contra de los fieles tradicionales es diabólico.
Lo se, así lo vivo y así lo pienso.
Traerá graves consecuencias, para todos. Y lo que hacen lo pagarán con creces. Dios no se queda con nada de nadie.
Mi mayor respeto a la institución del papado y al orden sacerdotal, al cual yo pertenezco, y a la Santa Iglesia, pero también mi mayor desprecio a todos y a cada uno, por su nombre, desde el primero al último, de los que están haciendo posible todo esto. Que la paga la vean en vida, y puedan arrepentirse de su error y ser perdonados por Dios.
Y que nosotros lo veamos y sirva de aviso a navegantes.
Y aplauden… Decía un muy buen amigo mío músico tras interpretar una pieza, no siempre de manera brillante.
En esto, como en todo el Pontificado, veo la siniestra sonrisa de muchos que aplauden detrás con cada ocurrencia salida de Roma. Y aplauden, aplaudimos, todos… Recemos y confiemos, nos dicen curas y obispos. Rezamos, confiamos y aguantamos. Y encima pagamos, que es el mayor aplauso.
Lo de hoy es venir a dar la razón a miles y miles de obispos y curas. Unos, beligerantes contra la Tradición, no admitieron nunca la Summorum y ahora exigen cumplir la Traditionis de forma estricta. Otros, con su silencio y su miedo a perder su cómodo lugar, tampoco cumplieron la Summorum y ahora ven un alivio en la Traditionis. Así nos va…
«Custodios de la Traición» debería llamarse el documento.
Hoy Francisco ha recibido en audiencia a Roche.
Francisco ya se cargó «Summorum Pontificum» con «Traditiones Custodes». Ahora se trata de dar una vuelta de tuerca más.
Caretas fuera.
A ver si así los «despistados» empiezan a caer del guindo.