| 01 septiembre, 2023
¿Solo o en compañía de otros?
¿»Con diligencia y cariño»?
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No faltará quien piense que de la primera mucha y del segundo escasísimo.
Pero bien estaría lo que bien acabara.
Aunque nunca debería haber empezado tan mal.
Y esto no lo dice un opusino.
Que todo el que me conoce sabe que de eso no tengo nada. Aunque reconozca que en la Iglesia ha hecho bien a no pocos.
Y a El Confidencial decirle que el obispos lleva y, no ll.
«Ayer por la tarde, a escasas horas de que entrara en vigor la decisión de monseñor Ángel Javier Pérez Puello..»
Los Obispos dirigen, en comunión con el Papa, una Iglesia particular, llamada Diócesis.
¿Qué problema hay en que el Excmo. y Rvdo. Sr. Obispo de Barbastro-Monzón quiera gobernar su diócesis, como , además, en su obligación, legal y canónica…?
¿Por qué algo que funciona bien, se quiere destruir?.
¿No se da cuenta de que está causando escándalo, entre la gente sencilla, que no entiende de la mala política eclesiástica?
Una pena.
La Iglesia con este escándalo no sale fortalecida, todo lo contrario.
¿Que ejemplo estamos dando.
Lástima.
Éste se está promocionando ante los inminentes cambios que puede haber
Por cierto D.Paco Pepe de Zaragoza y sus posibles nombramientos no se supo nunca más
¡A ver! Me imagino que el tema es que en estricta «justicia eclesiástica» el tema era fácil pero si esto se lleva a la civil (y ahí no controla Bergo-lío ni Pueyo) la cosa puede ponerse fea para el segundo. Ya tiene experiencia (en este caso como ganador) con el obispo de Lérida.
Detrás de esto, aunque el obispo diga que no, sólo hay intereses crematísticos.
Ni más ni menos que 600.000€ del carajo.
Quiere dinero y no lo va a tener porque no lo hay. Al menos en esa cantidad.
Y si pretende dirigir el santuario, mal asunto porque lo fastidiará y bien.
Ese santuario funciona porque lo gestiona el Opus, así de sencillo.
Al final, quedan al descubierto la intenciones de este obispillo… el dinero.
Querrá que el Opus le resuelva la problemas económicos de la diócesis, incapaz de resolverlos por él mismo.
A decir verdad, da la impresión de que monseñor Pérez Pueyo no se metió en el berenjenal por su propio pie sino que más bien le metieron. Por lo que se ha publicado, parece que el Opus Dei primero anduvo mareando la perdiz y dando largas al obispado de Barbastro. Cuando el obispo se cansó de que le tomaran por el pito del sereno, impuso una solución provisional unilateral. Fue entonces cuando el Opus decidió airear el asunto ante la opinión pública con un solemne comunicado de su oficina de prensa, que es como nos llegamos a enterar todos del problema, donde de forma aparentemente un poco cínica decían que tenían espíritu constructivo y de comunión eclesial. Y desde luego, qué mejor manera de demostrarlo que un comunicado de prensa acusando al obispo de cometer un atropello. Santos y pillos, como el título del famoso libro.
Con todo, creo también que ha sido un contencioso absurdo, que no beneficia a nadie y que se podía haber evitado fácilmente con un poco de buena voluntad por ambas partes.
Pero el rector diocesano, José Mairal, empieza hoy a ejercer de rector del santuario, ¿no?
«Llegas demasiado tarde, princesa» (cita de una canción de Joaquín Sabina). En efecto, «pueyo» es el correspondiente aragonés de «poyo» (banco rústico); ambas palabras vienen del latín «podium»; la -i- junto a una vocal origina la -y-, pero en español impide la diptongación; en dialecto aragonés, no (y en leonés, tampoco). Eso lo explica la gramática histórica, asignatura bellísima de la carrera de Filología.