| 30 septiembre, 2018
Como si quisieran lanzarlo con vistas al próximo Cónclave.
En poco tiempo hemos visto en el Bolletino una homilía suya en una beatificación y ayer otra con motivo de la festividad de San Miguel. A Amato, con homilías mucho mejores, no le deban esa coba. Ni tampoco veo homilías de Dolan, Osoro, Maradiaga…
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Me parece insólito en esa publicación o al menos muy raro. Don Antonio Lasierra podrá decirnos si estoy equivocado o no. Que pudiera ser que sí.
Cabe también que el director del Bolletino sea amigo de Becciu y le envíe esos bacios o baci a Becciu. Todo muy raro. Igual Parolin y Tagle se ponen celosos.
solo una cosa es cierta, con bergoglio asilado, enemistado con la curia y con varios cardenales, y hundido en el desprestigio, a los bergoglianos les será extremadamente complicado manipular el próximo cónclave lograr y por ende conseguir escoger como papa a una grotesca copia de bergoglio.
Rotondo:
Conozco Roma, y tiene -o tenía, mi visita queda muy lejana- un olor muy característico. Pero no fue en vísperas de cónclave. De modo que no sé a qué huele un precónclave.
Bromas aparte, me inclino a responderle que no. Que los cardenales no afectos esperarán a que el Papa renuncie o a que obre la naturaleza. Declaraciones más o menos tonantes aparte, no veo, entre los cardenales electores (otra cosa es lo que ya están de vuelta, como Zen, o lo estaban, como Caffarra), figuras de peso real suficiente para aglutinar una presión prosperable.
No son tiempos heroicos. Además de alguna declaración de Burke, alguna reticencia de Müller, el exilio interior de Sarah, poco cabe esperar (en el sentido que usted propone, claro: algo que aboque a un pronto cónclave). Un Luna o un Ginebra hoy… lo dudo.
Becciu no será Papa porque carece de experiencia pastoral diocesana. No ha sido obispo de ninguna diócesis, lo cual hoy día se considera requisito «sine quae non». Sólo tiene experiencia diplomática y curial.
Me gustaría preguntar a don Antonio Lasierra si puede afirmarse que en Roma huele a cónclave.
No me refiero a como se respiraba en el ambiente previo que rodeaba a la mala salud de Pío XII, Pablo VI o Juan Pablo II, sino por las circunstancias graves que se han acumulado.
Gracias, don Antonio.
En lo que usted nos indica hoy, no hay que olvidar de dónde viene, la Secretaría de Estado que, hoy por hoy, domina todo en la Iglesia y más en Roma. Es decir Becciu sigue teniendo su dominio que antes tenía en esa institución y lo ejerce, seguramente pensando que así hay más posibilidades en un próximo cónclave. Dios nos libre de un personaje así en la sede de Pedro.
No se equivoca en absoluto, don Francisco. El «Bolletino» ni siquiera publica las homilías diarias del Papa. Lo único algo parecido es la publicación de algunas intervenciones del Secretario de Estado, del Secretario de Relaciones con los Estados, y de algunos representantes pontificios ante organismos internacionales. Pero lo de Becciu es una completa novedad.
No creo que Becciu, Parolin o Tagle sean pontífices, aunque esto no pasa de mera opinión personal.Los dos primeros son demasiado cercanos a Su Porteñismo Argentino; el tercero, excesivamente joven.Como dijo cierto purpurado ante un cónclave: «Se trata de elegir un santo padre, no un padre eterno».