Por Percy García Cavero, Abogado penalista

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He visto varios posts en esta red social comentando la decisión del Papa Francisco, comunicada por la Nunciatura Apostólica del Perú, de expulsar a 10 miembros del Sodalicio de Vida Cristiana, dentro de los que se encuentra Mons. José Antonio Eguren. Esta decisión se ha tomado con base en el informe de la Comisión Especial compuesta por Charles Scicluna y Jordi Bertomeu. No pienso hacer valoraciones sobre la investigación de esta Comisión. Solamente voy a dar algunos datos para que cada quien saque sus propias conclusiones: hechos, no palabras.
1. El investigador Jordi Bertomeu, antes de asumir el encargo del Papa, se reunía con Pedro Salinas, condenado por difamar a Monseñor Eguren. Esas reuniones, con cervezas de por medio, eran para que le diese su versión sobre el Sodalicio y sus miembros. ¿Investigador objetivo?
2. La Comisión Especial no aceptó entrevistar a testigos de descargo, solamente testigos de cargo. De hecho, pedí ser entrevistado por la Comisión para dar la información que tenía y me negaron la entrevista. ¿Investigación solamente con testigos de cargo?
3. A Monseñor Eguren nunca le dijeron cuáles eran los cargos en su contra y tuvo una entrevista con la Comisión sin saber de qué se le acusaba. Tampoco se le permitió ir acompañado de un abogado, ni civil, ni canónico. ¿Investigación sin conocimiento de cargos y sin defensa técnica?
4. Por información difundida por el mismo Pedro Salinas, dos personas pidieron ser escuchadas por la Comisión. Una dijo ser acosada por dos exsodálites y la otra quería narrar su experiencia en el Sodalicio. La Comisión los recibió inmediatamente. Pero como no declararon para incriminar a los que la Comisión investigaba, Jordi Bertomeu violó el secreto pontificio de la Comisión y reveló lo declarado por las dos personas. Eso llegó, no se sabe cómo, a oídos del periodista Raúl Tola, quien sacó un artículo denigratorio de estos dos testigos. ¿Violación de la reserva de la investigación?
5. Como se cayó la denuncia contra Mons. Eguren por el tema de las tierras de Catacaos (por lo que el Dicasterio de los Obispos, dicho sea de paso, le pidió la renuncia como Arzobispo de Piura), se le incluyó otro hecho, luego de su declaración. Ese hecho sería que habría mentido al declarar públicamente que no conoció de ningún abuso sino hasta que se hicieron públicos, cuando sí habría conocido de un caso de abuso. Sin embargo, el que supuestamente sufrió ese abuso ha dicho que nunca ha denunciado ante la Comisión a Mons. Eguren. ¿Investigación sin acusación?
6. El Comunicado de Prensa de la Nunciatura hace una indicación de cargos de manera indiscriminada, sin precisar por qué cargo específico se le expulsa a cada uno de los miembros del Sodalicio. Al final, parece que a todos se les imputado todo. Pero a Mons. Eguren no se le imputa haber realizado ningún tipo de abuso, menos sadismo, tampoco hackeo de comunicaciones, tampoco abuso del apostolado del periodismo, tampoco abuso espiritual. Entiendo que la expulsión sería por esa denuncia (sin denunciante) de que conoció de un abuso y luego lo negó. En todo caso, la Iglesia comunica la sanción de expulsión sin poner en conocimiento la fundamentación de esa decisión. ¿Condena sin sentencia?
Estos son algunos datos que le va a permitir a cualquiera decidir si el procedimiento sancionatorio se hizo bien o no. La justicia sin un procedimiento justo es un ajusticiamiento y eso me parece lo más alejado a las enseñanzas de Cristo.