| 29 agosto, 2017
Por la misa de la Sagrada Familia.
http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2017/08/comportamientos-miserables.html
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Pues ya va sabiendo el señor cardenal lo que le espera si ganan esos.
Y gran alegría por el fin de las vacaciones de Germinans
El arzobispado de Barcelona acaba de desmentir la información. https://www.esglesiabarcelona.cat/es/notes-premsa/el-arzobispado-de-barcelona-desmiente-las-informaciones-publicadas-por-determinados-portales-digitales/
No sé por qué cuando leo cosas de este estilo me viene a la memoria «así paga el diablo a quién le sirve».
Don Paco Pepe, si los obispos hubieran marcado las diferencias, si no se hubiesen plegado de la manera más vergonzosa, ahora no se les subirían a las barbas.
Sólo en Cataluña el autoproclamado «presidente de la conferencia episcopal tarraconense» (el arzobispo Pujol) corrió presuroso a rendir pleitesía a Piugdemont, lo mismo que Sistach lo hizo con Jordi Pujol (a quien titulço maestro dee político católico). Cuando el procçés sufrió cierto revés inmernacioonal, el arzobiospo Pujol tuvo un a homilía infame en Montserrat hablando de la realidad nacional de Cataluña y convocó al resto de los obispos, Omella incluido, a firmar un bodrio separatista que avergonzó hasta los múridos de las alcantarillas.
Omella capituló cuando los secesionistas pidieron la cabeza de mosén Custodio. Era, pues, un blanco fácil.
Como lo es Novell, otro que se arrugó y reculó.
A Vives, Soler o Pardo no hace falta reconmvenirlos. Son paladines entusiastas de la causa secesionista. Pardo incluso se opone a que sacerdotes de fuera palien la escasez de párrocos propios. «No son de los nuestros»; ellos dicen que no tienen nuestro talante (taranná)
El penoso episodio del cardenal Innitzer lo recoge magistralmente Otto Preminger en la pelicula «El Cardenal». En la dramatizacion del eposodio el Cardenal Innitzer lamenta «a posteriori» que sus manos sacerdotales hechas para bendecir hubieran hecho el saludo nazi.
Y que dijo en la homilía para que le abronquen estos impresentables. Fue mesuradísimo, vergüenza les tenía que dar hacer de una manifestación del duelo donde debía haber prevalecido el respeto a las víctimas del terrorismo una reivindicación miserable, cutre y rastrera del independentismo colocando a un batasuno insultando al Rey. Que asco de gentuza que donde mejor estará será en la cárcel si el Gobierno español con el melifluo de Rajoy se anima de una puñetera vez a hacer algo sensato y no dejarnos a todos los españoles en la estacada y a muchos ciudadanos catalanes en vez de claudicar con todo. Para qué poner en el código penal el delito de injurias al Rey si no se usa; para que van allí a meterse en el avispero; y si van deberían haber ido con condiciones diga la Colau lo que la de la gana se va como Rey y jefe del Estado pues el atentado ha sido en España les guste o no les guste. Se tragan todos los camelos como que el protagonista iba a ser la sociedad civil cuando fue la ANC, la CUP y toda esta gentuza empezando por el sinvergüenza de Puigdemont.
La paradoja de una autobiografía cristiana
Fray Philip Nolan OP
28 de Agosto de 2017
«Conócete a ti mismo», proclamó el oráculo de Delfos.
Santa Catalina de Siena se hizo eco de esta enseñanza al poner el énfasis en la importancia del «autoconocimiento» en orden a la vida espiritual. Pero, ¿cómo puedo conocerme a mí mismo?
Esta pregunta suele hacerse especialmente cuando al entrar en religión, se pide al demandante, en sitios donde las cosas se hacen en serio, que escriba su autobiografía.
La expresión: «Conócete a ti mismo,» al escribir una «autobiografía precisa de la propia vida,» puede convertirse en una tarea desalentadora.
La autobiografía como ejercicio espiritual, tiene su cénit en los escritos del Santo que celebramos hoy: San Agustín. Sus confesiones revelan a una persona extremadamente autorreflexiva que intenta luchar y entender sus decisiones pasadas y sus disposiciones actuales.
Pero antes de narrar las anécdotas de su infancia, su temprana educación, e incluso el momento en que empieza a escribir, San Agustín comienza por declarar que su objetivo es alabar a Dios: «Alabarte es el deseo del hombre.»
Contraintuitivo como es, en un intento de alabar a Dios, escribe la historia de su vida.
Este enfoque tiene cierto sentido. Debido a que las biografías se superponen, nos es posible hablar de los demás y de nosotros mismos simultáneamente. Un hombre de buena talla intelectual, física y moral, quizás hable de las experiencias que ha compartido con un amigo para dar a entender que éste es admirable muy digno de elogio por encima de él.
Y así podemos contar la historia de la obra de Dios en nuestra vida de una manera similar. Podemos recordar momentos en los que nos dimos cuenta de la bondad y del cuidado providencial de Dios. Podemos enumerar los dones y talentos que Dios nos ha dado y las cruces que nos ha permitido sufrir para que podamos acercarnos a Él. Esto es parte de lo que hace San Agustín en las Confesiones.
«¿Qué eres para mí?» -le dice al Señor en la oración- Y aquí busca recordar y narrar el tiempo y las circunstancias en que creció en el conocimiento de Dios.
Pero San Agustín no se detiene allí. Continúa diciendo: «¿Qué soy yo para que me mandes amarte?» Se da cuenta de que nos es posible referir nuestra particular perspectiva autobiográfica, pero a su vez, la explicación más completa de nuestra vidas se puede plasmar teniendo presente el lugar que Dios ocupa en la misma.
San Agustín reconoce a Dios: «Yo no sería nada si no estuviera en Tí», y le pregunta: «Señor Dios, juez de mi conciencia, ¿Es correcto mi recuerdo?» Y le pide a Dios: «Ten misericordia para que yo pueda encontrar la palabra adecuada.»
La autobiografía de San Agustín no es ni una autodefinición ni una línea temporal. Tan sólo se compromete a contar la historia de su vida porque es un tema, en cuyo relato obedece a un imperativo interno, como dice San Juan: «lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos.» (1 Jn 1, 3)
Dios es el autor de su vida. Dios fue el primero en pensar en él, lo trajo a la vida, lo moldeó y desarrolló su carácter, y luego, dando un paso más allá de las habilidades incluso del mejor autor humano, lo invitó a compartir el entendimiento y la libertad de lo divino.
Con este nuevo conocimiento de su lugar en el mundo, San Agustín escribe su autobiografía como un acto de alabanza a Aquél que le dio esta vida para vivir.
Para los cristianos, el camino hacia el autoconocimiento y el itinerario hacia el conocimiento de Dios se confunden.
Sentarse a escribir una entrada en el diario o una autobiografía breve puede elevar nuestra mirada para ver como Dios ve y saber como Dios sabe.
Oremos con San Agustín: «Yo conozco, Señor, que me conoces. Que conozca también como yo soy conocido.»
Cuando tuvo lugar el Anschluss, por el que Austria, tras el asesinato del Canciller Dollfuss, quedaba unida al III Reich, el Arzobispo de Viena Cardenal, Innitzer, en los días previos, habló por la Radio, pidiendo que el pueblo votase la anexión a Alemania. Al entrar las Autoridades y las Tropas del Reich, el Cardenal les recibió brazo en alto.
Posteriormente tuvo ocasión de reconocer sus errores, pues no sólo su persona sino la Iglesia Católica, en un país donde el catolicismo era mayoría y la religión oficial, fueron objeto de incontables humillaciones. Después de la Guerra continuó como Arzobispo de Viena, hasta su muerte, acaecida en 1955.
Omella no le llega a Innitzer ni a la suela del zapato, pero en caso de continuar los actuales golpistas, al frente de las instituciones de Cataluña, su situación puede ser aún peor que la del Cardenal de Viena.
Canali, ya me imaginaba que la frase se prestaba a una doble interpretación, pero los que me conocen ya saben que me refiero a la Exhortación Amoris, vulgarmente conocida como los Amores de Leticia, sin desdeñar al 100% la otra interpretación, pues suele hacer ostentación de indiferentismo, cuando no ateísmo, y pro gender.
Al Sonrisas le está bien, por haber firmado un documento en el que habla del pueblo catalán y sus derechos, olvidándose del pueblo católico, que es el suyo.Que vaya aprendiendo lo que se gana cuando se quiere quedar bien con todos.Ojalá se lleve muchas bofetadas, a ver si espabila.
Echenique: Yo no tengo ningún fervor monárquico. Pero la realidad es que el pueblo refrendó por abrumadora mayoría la Constitución, y en ella se tipifica la Monarquía como representación de la Patria.
No me parecen correctas las insinuaciones negativas respecto a la Reina, a pesar de que yo personalmente tenga muchos motivos de desacuerdo.
No podemos caer en el mismo estilo de la Cup y toda esa gentuza que okupa. las instituciones de Cataluña. Se impone guardar las formas.
Respecto al PP ciertamente tras el atentado de Barcelona ha mostrado una actitud indigna, apoyando a los desgarramantas de la Generalidad, con sus mozos y mozas de escuadra, desgobernados por el vallisoletano catalanista Drapaire o trapero.
Ahh, se me olvidaba. Los rajoys no tienen ninguna necesidad de entrar en la sacristía y abroncar al obispo de turno porque los obispos colaboran mansamente en las políticas peperas demoledoras, a las que estamos ya acostumbrados, incluso desde Roma.
Los rajoys no es que sean mejores. Utilizan otra táctica, la del abrazo a los obispos para que la iglesia española siga esclava del pp y no se atreva a alzar la voz contra sus leyes abortistas, antifamilia y progender. Y los jerarcas españoles caen en la trampa como ceporros, con alguna excepción que no se atreve a alzar la voz frente a los amores adulterinos de Leticia.